Cambio climático afecta también producción de semillas
El fenómeno también genera complicaciones en producción de semilla. En México está garantizado el abasto para el ciclo otoño-invierno; habrá que observar el desarrollo de la cosecha para cubrir la demanda en el primavera-verano 2012.
El cambio climático también incide en la producción de semillas para siembra en todo el orbe. En México, los inventarios son suficientes paraabastecer la demanda para los cultivos del próximo ciclo otoño-invierno,empero tendremos que observar cómo se desarrollan las cosechas para cubrir los requerimientos de los productores en el periodo primavera-verano 2012, expresa Olga Cecilia Treviño, presidenta de la Asociación Mexicana de Semilleros (AMSAC).
Las nuevas plagas y enfermedades, junto con la indeterminación de las condiciones climáticas son elementos que han incidido de manera directa en el desarrollo de la industria de las semillas, no sólo en México, sino en todo el mundo, incluso las empresas han diversificado sus áreas deproducción en diferentes países para mantener una oferta constante.
En entrevista con Imagen Agropecuaria, destaca que el mercado de las semillas se ha vuelto muy dinámico y ahora tiene que enfrentar nuevosretos, como el cambio climático y el crecimiento poblacional, que impacta la demanda de alimentos. Esto obliga a las empresas productoras de semillas a estar en constante investigación e innovación para generar variedades que los productores y el mercado requieren.
Este cambio constante en la industria también se refleja en las existencias; antes era raro que faltara semilla, ahora con el cambio climático y la constante renovación, de pronto una variedad puede noestar disponible todo el año, porque los factores climatológicos lo impidieron.
Aunque no hay que perder de vista que la producción de semilla está sujeta a las condiciones climatológicas, de hecho está un poco más expuesta que la producción de cultivos para consumo, porque su periodo de maduración es un poco más largo.
Lo anterior obliga a los productores a conocer una gama más extensa de variedades para sustituir la que venían utilizando, comenta Olga Cecilia Treviño.
Hace algunas décadas una variedad de semilla tenía una vigencia de mercado superior a 60 años; hoy ésta no es mayor a tres años. Antes, un agricultor conocía una variedad, se casaba con ella y la usaba por décadas; ahora ya no es así, los productores realizan constantes pruebas de semillas para ver que material se adapta mejor a las condiciones de sus tierras o sistemas de producción.
En México participan alrededor de 2 mil 200 empresas en el mercado de producción y comercialización de semillas, tanto nacionales como extranjeras. La aportación de éstas últimas es importante, ya que permiten a los productores acceder a tecnologías con alto potencial productivo, expone la empresaria.
Respecto a la participación de empresas transnacionales en el mercadonacional, anota que sin la incorporación de las innovaciones de países más desarrollados en el tema, nos tomaría mucho más tiempo estar a la vanguardia en esta industria.
La generación de nuevas variedades de semillas muchas veces resultaafectada por la biopiratería, que consiste en la apropiación ilegal de unmaterial mejorado y registrado. Esto se acentúa porque el marco regulatorio actual no responde a las necesidades de los desarrolladores de semillas y nuevas variedades vegetales, puesto que no existe un esquema adecuado para la vigilancia del cumplimiento de la exclusividad del material registrado ni del pago de regalías por su uso, asevera lapresidenta de AMSAC.
Las personas, empresas e instituciones que invierten recursoseconómicos, humanos y tiempo en investigación, no tienen garantíassuficientes para el goce de sus innovaciones, subraya.
De hecho, representantes del sector semillero presentaron una iniciativaante la Cámara de Diputados para la aprobación de la Ley de variedades vegetales, que permitiría el desarrollo del sector a través de una serie de normas acorde a las necesidades de los productores y del mercado. La propuesta lleva más de cinco años en el Congreso, pero ya va avanzada.
Otro objetivo de dicha legislación, sería poner nuestro marco regulatorio al nivel del de otros países del mundo y mantenernos a la vanguardia en el tema.
Mientras tanto, la AMSAC junto con el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) trabajan en una campaña intensiva de difusión sobre el tema de la biopiratería, ya que se trata de un asuntodelicado y muy importante, expresa Olga Cecilia Treviño.
Un agricultor que adquiere semillas piratas tiene que esperar todo elciclo para saber el resultado de usarla, para eso ya invirtió agua,tiempo, pago de jornales y fertilizantes; las pérdidas son muy costosas, porque no recuperará la inversión y quizá tampoco tendrá recursos para elsiguiente ciclo productivo, alerta la presidenta de AMSAC.Desafortunadamente, enfatiza, no se han logrado obtener estadísticas de a cuánto asciende el porcentaje de semillas piratas que se comercializa en el país, pero debe ser un porcentaje alto. En México este fenómeno existe, es una realidad.
Esos datos –añade– estadísticos serían de gran utilidad pues permitiríanestimar el monto de las pérdidas anuales que padecen los productores por ese concepto y de esa forma presionar a los legisladores en la aprobación de la Ley de variedades vegetales.
Los retos de este negocio son grandes, aún así, sigue siendo unaactividad apasionante y en constante cambio, destaca la dirigente de la AMSAC.