En México, 50% de alimentos se vende mediante tiendas de autoservicio
La dinámica del comercio de alimentos está cambiando en México, no obstante que las familias siguen comprando en mercados y tianguis, esta práctica se ha reducido. El año pasado, 50 por ciento de los alimentos comercializados en el país se adquirieron en tiendas de autoservicio del sector detallista.
Eugenio Carrión Rodríguez, director general de relaciones gobierno de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), detalla que el monto de las ventas de productos de supermercado ascendió a 600 mil millones de pesos en 2011; esto significa que el sector detallista se ha vuelto un eslabón clave en la cadena de suministro de productos básicos.
Destacó que este tipo de comercio ha incidido de manera importante en la mejora de la eficiencia de los proveedores de dichas cadenas comerciales, particularmente de los productores agropecuarios, debido a que los consumidores demandan productos de mayor calidad a menor costo y esto se logra con la reducción de la intermediación y la incorporación de buenas prácticas agropecuarias.
En su exposición durante el XII Foro de Expectativas del sector agroalimentario y pesquero del Servicio de Información Agropecuaria y Pesquera (SIAP), realizado el 22 y 23 de marzo pasado, subrayó que la enorme competencia de los actores que participan en el sector detallista se ha convertido en una barrera de contención de la escalada en los precios de los alimentos, ya que propicia el comercio a precios bajos, ofertas y promociones.
Aquellos proveedores de las cadenas que forman parte de la ANTAD que han logrado alcanzar altos márgenes de eficiencia han logrado, incluso, abrirse paso en el mercado de exportación, comentó Carrión Rodríguez.
Sin embargo, uno de los pasos más difíciles para los productores agropecuarios de pequeña y mediana escala es ingresar a la dinámica de comercio del sector detallista, puesto que esas empresas les piden una serie de requisitos muy estrictos que no cualquiera puede cubrir.
Es necesario contar con liquidez, debido a que los pagos se realizan en plazos promedio de tres meses, y en ocasiones estos se pueden retrasar hasta seis meses. Además, las cadenas de autoservicio exigen un volumen de producción elevado que permita al proveedor abastecer el producto para todos sus puntos de venta.
En el caso de la promoción de los productos, todos los gastos deben correr por cuenta del proveedor. Lo mismo que las mermas.
Los consumidores
En el país las personas gastan, en promedio, 20 por ciento de sus ingresos en la compra de alimentos, bebidas y tabaco; esta quinta parte de su sustento se redujo a la mitad si la comparamos con el gasto de hace 50 años, cuando asignaban casi 40 por ciento de sus recursos para este concepto.
En países con cadenas de distribución más eficientes y economías más solventes, como la de algunos países de la Unión Europea y los Estados Unidos, se asigna el 10 por ciento del ingreso para la compra de alimentos.
Otro problema que impide la seguridad alimentaria de los mexicanos, a través de la compra de alimentos, es que la distribución del ingreso es sumamente inequitativa. De acuerdo con en índice de GINI –estadístico que permite evaluar la equidad en el reparto de la riqueza-, donde cero es el reparto equitativo perfecto y uno la concentración máxima, el país se ubica con 0.53, solo por abajo de Brasil, Nicaragua y Sierra Leona. En contraste naciones como Suecia, Noruega y Japón, tienen un índice inferior a 0.25.
La inequidad en la distribución de los ingresos se evidencia más con el hecho de que el decil más pobre de la población consume apenas uno por ciento del total nacional, mientras que el más rico adquiere 40 por ciento.
Los más vulnerables en este escenario de precios altos de los productos básicos siempre son los sectores más pobres, no obstante los habitantes del medio rural que tienen la posibilidad de producir alimentos para el autoconsumo, tienen una ventaja sobre la población más pobre de las ciudades que no tienen forma de adquirirlos, explicó el director general de relaciones con gobierno de la ANTAD.
Es importante que el gobierno preste más interés y gasto en el apoyo a la población más vulnerable a través de los programas sociales como Oportunidades, Liconsa y Diconsa, sugirió.