Preocupa a BM incremento de precios en productos agropecuarios
En el Banco de México (BM) estamos seriamente preocupados por el incremento de precios agropecuarios, cuyo ordenamiento no se puede hacer mediante política monetaria, sino la forma de hacerlo estructuralmente es aumentando la productividad del campo, desarrollando mercados agropecuarios completos y con una infraestructura financiera, que permita absorber choques en la producción, expuso el gobernador de esa institución Agustín Cartens.
Al asistir a la Bolsa Mexicana de Valores al lanzamiento del mercado de futuros de maíz amarillo en el Mercado mexicano de derivados (MexDer), anotó que dicho aumento se limita a unas cuantos productos y debe tener un carácter transitorio; sin embargo, “vamos a ponderar con mucho cuidado si es preciso hacer uso de los instrumentos que tenemos, en caso de que estos aumentos empiecen a contaminar al resto de los precios en la economía”.
Indicó que de acuerdo con el Inegi, la inflación de la primera quincena de octubre y la inflación anual cerró en 4.64 por ciento, cifra que si bien es ligeramente menor a al 4.77 por ciento del cierre de septiembre, sigue siendo muy alta. “Sabemos que en gran medida estas altas cifras han sido determinadas por alzas en los precios de algunos alimentos cuya oferta ha sido afectada o por condiciones climáticas o por problemas sanitarios”.
Aclaró que los incrementos en precios de alimentos no sólo se han reflejado en productos agropecuarios, sino también en los alimentos procesados, cuya tasa anual de crecimiento es de 6.69 por ciento.
Un caso destacado ha sido el precio de la tortilla, a causa de los incrementos en los precios internacionales de los granos y de los precios internos del maíz blanco, que si bien desde abril ha presentado una moderada tendencia a la baja, todavía registra una variación anual muy alta, detalló.
Cartens reconoció que no se tienen “suficientes amortiguadores para estos choques de oferta y el traspaso de precios internacionales agropecuarios a precios locales es muy elevado. Baste considerar la robusta vinculación entre las fluctuaciones de los precios internacionales de algunos granos, como el maíz, el trigo y la soya y las variaciones que sufren sus respectivos precios al consumidor en México”.
El gobernador del BM felicitó a la Sagarpa por la iniciativa, pero consideró que “debemos ser más ambiciosos y extender a más bienes estos esfuerzos para la construcción de una mejor infraestructura de mercados tan necesaria para los productos agropecuarios en nuestro país”.
Cartens aseveró que “la creación de instrumentos como estos futuros de maíz amarillo contribuirá a una mayor estabilidad del precio de ese producto, pero es preciso que estos casos se multipliquen y generalicen conforme a una agenda ordenada y estructurada”.
El gobernador del BM propuso generar un mayor y más eficiente manejo de inventarios a través de bodegas y almacenes, que incluya revisión periódica de existencias y la certificación de inventarios y procesos por un tercero; crear una instancia de solución de controversias, una cámara de arbitraje que induzca a la obligatoriedad en el cumplimiento de los contratos físicos; promover una mayor competencia en el mercado de coberturas y explorar vías para impulsar la participación de productores pequeños y medianos en el mercado de derivados agropecuarios.
Consideró que el lanzamiento del primer contrato de futuros de maíz en el Mexder contribuirá, en el caso específico del maíz amarillo, a una mejor formación de precios en beneficio de productores, intermediarios y consumidores. También, sería de esperarse que propicie una mayor estabilidad del precio de ese producto que hoy es sumamente volátil.
Bolsa agropecuaria a la mexicana
Por su parte, el titular de la Sagarpa, Francisco Mayorga, destacó que el esquema reduce el volumen del contrato de Chicago, al pasar de 127 a 25 toneladas y se denomina en pesos mexicanos, lo cual lo hace asequible para productores de cinco hectáreas, con un rendimiento promedio de seis toneladas, “diluyendo con ello el impacto de la volatilidad de precios y dando certidumbre al proceso productivo y de comercialización”.
Hizo hincapié en que el impacto de una bolsa agropecuaria en México será lograr la formación de precios domésticos con la cobertura de riesgos apropiada a nuestro mercado. Para ello, resulta necesario que el Mexder avance y ofrezca la “alternativa” de entrega física en su contrato de futuros y opciones, lo cual contribuiría a reducir los problemas de comercialización.
Para lograr lo anterior, añadió, se considera necesaria la participación de compradores y vendedores nacionales que trasmitan señales del mercado de físicos al mercado de derivados.
También explicó que el contrato de futuros de maíz elimina el riesgo contraparte por lo que minimiza las pérdidas asociadas por el posible incumplimiento de algunas de las partes contractuales, ante variaciones de precio. Las posiciones de compra o venta se hacen ante el Mexder y no entre particulares. Esto significa que ante variaciones de precio que impliquen pérdidas o ganancias será el Mexder quién realice las liquidaciones.
La Sagarpa estimó que el mercado potencial con necesidades de administración de riesgos para granos y oleaginosas, tanto producidos en México como provenientes del exterior, suma un total de 70 millones de toneladas, de las cuales 34 millones corresponden a maíz.
Mayorga calificó el día de la presentación –el pasado miércoles– como un hecho histórico para México, ya que el contrato de futuro de maíz es punta de lanza para que se consolide un mercado de derivados agropecuarios.