Procesan productores materias primas con plantas nativas de zonas áridas
Con el fin de mejorar el uso de la vegetación de las zonas áridas, productores del norte del país aprovechan las plantas nativas para generar artículos de alto valor agregado con gran demanda en los sectores comercial, industrial, turístico, cosmético, automovilístico y de ornato, entre otros.
La utilización de especies como la lechuguilla (planta agavácea que consume un mínimo de agua) les ha permitido a los habitantes de los municipios de Charcas, Villa de Guadalupe, Vanegas, Villa de la Paz, Catorce y Cedral, de San Luis Potosí, obtener materias primas como la fibra de ixtle, a través de técnicas rústicas.
La Agencia de Desarrollo Rural (ADR) encargada de supervisar este proyecto productivo explica que para el procesamiento de la planta los ixtleros tallan la hoja de la lechuguilla con instrumentos elaborados por ellos mismos, como son tablas con clavos.
“En regiones del norte del país, los ixtleros ya mejoraron la producción y obtención de la lechuguilla con una mejora en la técnica de tallado, la cual se realiza con un equipo desfibrador fabricado para atender al sector”, detalló el técnico especialista, Emilio Martínez Rangel, de la ADR “Investigación, Tecnológica y Múltiples Servicios para el Desarrollo Rural Sustentable”.
Una vez que consiguen la fibra, los productores la ponen a secar para después elaborar artículos de ornato y de uso personal y doméstico, como aretes, pulseras, bolsos, cepillos, brochas, diademas, jarros, tortilleros y manteles, entre otros.
En las comunidades en las que se impulsan estos esquemas de desarrollo productivo también está en estudio la introducción de artículos elaborados con lechuguilla en sectores como el de servicios.
En sus ratos libres –según refieren participantes de este programa—, también venden a familiares y amigos accesorios para el cuidado de la imagen personal.
De la planta del desierto también se aprovecha el desperdicio del tallado –denominado “guishe”—, que cuenta con una alta concentración de saponinas y se utilizan para la elaboración de jabón y shampoo.
“No está por demás subrayar que el entusiasmo de los productores por sumarse a estas actividades se debe en gran parte a que recurren a los recursos naturales disponibles a su alcance y sin inversiones sustanciales”, aseveró el representante de la ADR, Emilio Martínez.
Para priorizar la atención en las Zonas Áridas –regiones que presentan periodos secos muy prolongados, lluvias irregulares con promedios bastante bajos, temperaturas anuales de 11 a 12° centígrados y muy fluctuantes entre el día y la noche— se trabaja en 16 entidades federativas y la Región Mixteca, divididas en seis regiones.
La primera región comprende a los estados de Baja California, Baja California Sur y Sonora; la segunda, Chihuahua y Durango; la tercera, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas; la cuarta, San Luis Potosí, Zacatecas, Guanajuato, Querétaro e Hidalgo; la quinta, Jalisco, Aguascalientes y Michoacán, y en la última se sitúa la Región Mixteca, que comprende a territorios de Oaxaca, Guerrero y Puebla.
Las zonas áridas y semiáridas ocupan más del 50 por ciento del territorio de México. Entre sus características destacan la limitada precipitación pluvial, la alta evaporación y las fuertes oscilaciones térmicas anuales y diarias.
En México los encontramos a lo largo y ancho del país, principalmente en las regiones conocidas como Desierto Sonorense, (en los estados de Baja California, Baja California Sur y Sonora) y el Desierto Chihuahuense (en parte de los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Jalisco, Guanajuato, Hidalgo y Querétaro).