Cierra consumo per cápita de huevo a la baja en 2012
El primer brote de influenza aviar de alta patogenicidad AH7N3 en Jalisco ocasionó 23 millones de aves despobladas, lo que afectó el consumo per cápita que pasó de 22.5 a 20.8 kilos; aunque el efecto final se sabrá en junio próximo, cuando empiecen a producir las últimas aves repobladas en dicha entidad, y se estabilice la producción en forma total.
La Unión Nacional de Avicultores (UNA) indica que con las aves sacrificadas en Jalisco la producción bajó inicialmente 15 por ciento, pero se fue recuperando con la repoblación y al término del año pasado la cifra se ubicó entre 7.5 y 8 por ciento.
Al cierre de 2012, según el organismo, el pronóstico era que el valor de la producción de huevo se ubicaría en unos 35 mil (mdp) y cerró entre 42 y 43 mil mdp.
Muchas de las empresas avícolas, de zonas afectadas y otras fuera de éstas, se vieron beneficiadas porque antes del brote se vendía entre 9 y 11 pesos el kilo al productor (desde 2010 se venía presentando una sobreproducción), y después en un momento hubo picos de 28 pesos kilo, comenta el presidente ejecutivo de la UNA, Sergio Chávez González.
Con las medidas que implementó la Secretaría de Economía –añade– para evitar la especulación, cuando se estabilizan los mercados el precio pagado al productor llegó a 24-25 pesos, con precios al consumidor de 30 a 32 pesos al final de 2012.
Luego, en los primeros meses de 2013 hubo pequeños rebrotes en Aguascalientes, donde se despoblaron 280 mil aves ponedoras; en Jalisco fueron 400 mil ponedoras y en Guanajuato 500 mil ponedoras, casi dos millones de pollos de engorda y 700 mil reproductoras pesadas. Por primera vez pega a estas dos últimas ramas de producción.
En total en estos últimos brotes se despoblaron unas 3.8 millones de aves, pero esto no han tenido gran impacto en abasto ni precio, que están muy estables, asegura Sergio Chávez.
En entrevista, también recuerda que por el impacto al avicultor en el primer brote la perdida para el productor avícola ascendió a 9 mil millones de pesos (mdp) en 2012.
Respecto a la aparición de nuevos brotes de influenza aviar en los primeros meses del año, el directivo de la UNA refiere que la parte central del país es muy seca y de noviembre a marzo hay cero lluvia, vientos y tolvaneras importantes, que son un vector de contaminación, si tienes actividad viral y hay tolvaneras, “pues prácticamente contra eso no puedes hacer nada”.
Por otra parte, sí creo que puede haber un “pequeño relajamiento”, porque concluye el Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal (DINESA) y algunos reportes de prensa hablan de que no había controles en la movilización y estos problemas pueden ocasionar infecciones con productos que no estaban permitidos. Quedó un vacío de casi 60 días, entre enero y febrero, aunque luego la Sagarpa volvió a activar el DINESA y autorizó vacunación alrededor de los focos afectados y así evitar nuevos brotes.
Sergio Chávez considera que la avicultura mexicana está en proceso de recuperación y estamos trabajando con Sagarpa en tener bien claro cómo controlamos y erradicamos la enfermedad.
