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Cruzada contra hambre debe diseñar sistema agroalimentario integral

Las transferencias condicionadas en los últimos años derivaron en problemas de sobrepeso y obesidad en el medio rural, por lo que la Cruzada Nacional contra el Hambre (CNvsH) debe considerar el diseño de un sistema alimentario integral, desde la producción de alimentos hasta el consumo, incluida la buena nutrición, con una proyección al 2030.

“No podemos seguir atiborrando a nuestros niños de comida chatarra, que están ocasionando daño atroz a su salud y están quebrando el financiamiento al sistema de salud, el cual ya no es viable dado que el Estado mexicano destina para atender problemas relacionados con sobrepeso y obesidad hasta 200 mil pesos anuales”, expresa Abelardo Ávila Curiel, investigador del Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán (INNSZ).

En entrevista con Imagen Agropecuaria asevera que es urgente detener esto, el cual no es un problema de financiamiento, porque estas enfermedades son incurables, progresivas, mortales, y sólo se pueden evitar con la prevención. Necesitamos tener menos enfermos para gastar menos en salud, porque al final estos recursos sólo son para paliar y prolongar una vida no saludable.

En el ámbito rural y urbano nuestros niños están pasando de la desnutrición a la obesidad, lo que causa daños a la salud “verdaderamente brutales”, hay niños de 6 a 7 años que muestran síndrome metabólico instalado y estarán gravemente enfermos al inicio de la edad productiva. Esto no se está visualizando o se ve separado, como un asunto del sector salud y de atención médica; cuando es un sistema de consumo, de garantizar alimentos saludables para toda la población, y eso ha quedado de manera marginal, pero debería estar integrado en un sistema alimentario, desde producción hasta el consumo, subraya.

Abelardo Ávila recuerda que en un Congreso reciente de salud pública los expertos hablaron del tema de obesidad y políticas públicas, insistían en que el espacio escolar no es un ámbito de libre comercio, sino de protección a la infancia, que debe estar en manos del Estado. En las escuelas sólo debiera haber alimentos saludables, que no se opusiera a la buena salud.

En este sentido, puntualiza, dos meritos de la Cruzada son: haber reconocido el problema del hambre como de solución impostergable y que el Estado está asumiendo su responsabilidad para salvaguardar el bienestar de la población. Eso tenemos que celebrarlo, pero habría que llevar el ejercicio a una visión integral del sistema alimentario.

Para el investigador del INNSZ, en el marco de la CNvsH, las acciones deben tener un enfoque de acceso real a bienestar y derechos, de desarrollo de capacidades. Para esto se tiene que consolidar el derecho a la alimentación y contar con la ley reglamentaria –que no se ha publicado–, un marco jurídico que permita realmente articular todo el sistema.

Cambiar visión productivista en producción de alimentos

Ávila Curiel expone que algo más difuso es la cuestión de producción local de alimentos y las estrategias del sector agrícola, donde percibe cierto camino paralelo entre Sagarpa y Sedesol. No hay un buen alineamiento de cómo enfrentar el problema de pobreza rural a partir de economía agrícola. Seguimos pensando en el camino de la productividad y rentabilidad agrícola, que las poblaciones rurales se desarrollaran cuando haya agricultura próspera. Empero, hay que considerar otros aspectos y la pertinencia de la producción agrícola para estructurar redes sociales, bienestar, desarrollo comunitario, educación, salud o vivienda.

“Debemos canalizar –sugiere– recursos hacia comunidades rurales no sólo para rehabilitar el sistema agrícola local y producir alimentos en el ámbito local, lo que implica una visión integral de sustentabilidad ecológica, de rentabilidad social y no sólo de cosecha”

No hay una integración de política pública, sino sectorial o subsectorial, se siguen alineando acciones de transferencias condicionadas de Oportunidades, la rentabilidad productivista de Sagarpa, la dotación de alimentos de las despensas de Diconsa y Liconsa, que está bien, pero no es lo que va a resolver el problema, recalca.

Abelardo Ávila visualiza que hay una serie de cabos sueltos que ojalá la nueva política de Estado oriente, hay cuestionamiento de que no están todos los municipios; hay problemas de conceptualización en la propuesta y el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, que está plagado de imprecisiones técnicas. Por ejemplo, uno de los objetivos es erradicar la desnutrición infantil aguda, pero no hay una definición de qué indicadores ni que se entiende por ésta.

Hace 15 años –reflexiona el experto en temas de nutrición– erramos en embarcarnos en un modelo de transferencias condicionadas, que en lugar de fomentar un modelo de desarrollo humano, promovió más alcoholismo, consumo de producto chatarra, degradación ambiental y del tejido social. Nos empeñamos en que Oportunidades iba a romper brecha inter generacional de la pobreza, en vez de desarrollar educación, sistemas de salud y nutrición de la población; los resultados, medidos por Coneval y las encuestas nacionales, nos hablan de un “gran fracaso”.

No hemos dado ese giro de modelo, resalta, en el cual pasemos de transferencias, donde el mercado iba a resolver todo y éste fue alcohol, comida chatarra, refrescos, sopas Maruchán, que causaron graves problemas a la salud y a la trama comunitaria y sistemas locales de producción. Estamos pagando a un precio muy alto el haber errado la política. Esperemos que esta iniciativa sea regresar al camino de bienestar de los derechos del desarrollo, de capacidad con la rectoría del Estado asumiendo sus responsabilidades.

El gobierno federal debe diseñar un programa estratégico, bien planeado considerando el sistema alimentario en su conjunto, ahí cabe la Cruzada, pero “existe la inquietud de que estemos caminando un camino ya recorrido, que sabemos que no nos conduce a la solución estructural de los problemas”.

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ERNESTO PEREA

Periodista especializado en temas agropecuarios y agroalimentarios. Premio Nacional de Periodismo y Divulgación Científica, otorgado por el CONACYT. En la actualidad director del portal web www.imagenagropecuaria.com Autor del libro Voces y vivencias del movimiento orgánico Ha colaborado con las revistas editadas por el Grupo Expansión. Ha sido consultor de la FAO. Brinda servicios de comunicación, información, análisis y consultoría para diversas empresas e instituciones. Correo electrónico: editor@imagenagropecuaria.com

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