El modelo de desarrollo institucional de finanzas solidarias debe repensarse.
La exclusión financiera masiva en México y toda América Latina está concentrada en zonas rurales y las instituciones más frágiles y con menos calidad se ubican en estas comunidades, afirmó Isabel Cruz Hernández, presidenta del Foro Latinoamericano y del Caribe de Finanzas Rurales (FOROLACFR).
En el marco de la Cumbre Mundial de Finanzas Solidarias, realizado en Oaxaca, México, enfatizó que en este escenario el modelo de desarrollo institucional de finanzas solidarias debe repensarse, por son las que están cerca de las poblaciones más marginadas y alejadas.
La también directora ejecutiva de la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social (AMUCSS) apuntó que sí es viable construir sistemas financieros solidarios eficientes, transparentes y que proporcionen servicios de calidad vinculados al desarrollo económico de las comunidades hasta hoy olvidadas por los gobiernos.
Las finanzas solidarias –definió– se constituyen como formas de democratización del sistema financiero al buscar la adecuación de productos y servicios financieros a las necesidades básicas de la población y al fortalecimiento del capital social acumulado en cada territorio; dan prioridad a los excluidos del sistema bancario tradicional y constituyen un eslabón de integración y soporte a una relación más duradera entre economía y sociedad.
Añadió que existe una gran diversidad de organizaciones e instituciones financieras trabajando en todo el mundo: bancos éticos europeos, bancos sociales, cajas de solidaridad, inversores sociales, redes cooperativas, bancos de desarrollo, redes de microfinanzas, asociaciones con una amplia gama de experiencias financieras, fondos y bancas de desarrollo.
Subrayó que “las finanzas solidarias no son organizaciones de subvención o paternalistas; por el contrario, saben que lograr sustentabilidad es la garantía para su impacto social”.
Durante la Conferencia Magistral de Apertura: Crisis mundiales (financiera, alimentaria, climática, económica y social), el consultor internacional Carlos Toledo Manzur, destacó la necesidad de impulsar una reforma profunda al modelo de desarrollo actual para buscar que temas como la conservación del medio ambiente y la superación de la pobreza rural y la crisis alimentaria se resuelvan sobre la base de modificar la relación que existe entre el mundo de las sociedades rurales periféricas y los centros económicos financieros.
Afirmó que las sociedades rurales marginadas son una parte de la sociedad muy importante, muy numerosa, hablamos de más de dos mil 500 millones de campesinos pobres cuya capacidad de trabajo, cultura milenaria y conocimientos sobre la naturaleza se están desperdiciando, pues el actual modelo hegemónico que prevalece en la mayoría de los países, incluido México, concentra la producción alimentaria en unas cuantas regiones, pero además, con técnicas que dañan el medio ambiente y la salud.
“La idea es reformar esa estructura desigual excluyente y marginadora del modelo de desarrollo actual, considerando como parte esencial de dichas reformas, la inclusión de las microfinanzas solidarias”.
Toledo Manzur –quien ha sido consultor del Banco Mundial, CEPAL FAO y PNUMA, entre otras instituciones- dijo que en la visión del actual gobierno no ve la idea consolidada de hacer esa reforma.
En México –continuó-, la mayor parte de las políticas de desarrollo rural ha consistido en el apoyo a los polos empresariales y desarrollados; el modelo neoliberal de los últimos 30 años se ha basado en brindar soporte a los productores con capacidad de exportación y a los empresarios.
De alguna manera las políticas orientadas hacia los productores pobres que deberían ser el eje del desarrollo rural, han sido más bien políticas compensatorias, basadas en transferencias directas y condicionadas de recursos como es el caso del programa “Oportunidades”, y seguimos sin una reforma que piense y privilegie al pequeño productor.
Carlos Toledo refirió que de los 28 millones de habitantes del medio rural, 80 por ciento son campesinos pobres, quienes siguen condenados a la marginación porque el modelo neoliberal que se implementó en los últimos años aprovechó la abundancia de granos baratos en el mercado internacional en vez de fomentar la producción de granos interna, lo que le ha quitado al campesino pequeño su capacidad productiva, que incluso ya no produce sus propios alimentos.
Por ello insistiremos en la necesidad de reformar el actual modelo, ya que es la única forma de superar la crisis alimentaria, económica y social que afecta a todo el mundo, concluyó.
En su participación, Dominique Lesaffre, presidente de la Asociación Internacional de los Inversionistas en la Economía Social (INAISE), comentó que las crisis económica, social, alimentaria y climática que aquejan al planeta han provocado una vulnerabilidad en casi todos los países; sin embargo, es la oportunidad de convertir los retos en soluciones y mejorar la calidad de vida de las comunidades, sobre todo aquellas que se encuentran más afectadas.
