Exportadores de hortalizas de Sinaloa planean saltar cadena de comercialización
El abismo entre el precio al productor y el consumidor final en EU es de hasta 600%
Exportadores de hortalizas de Sinaloa proyectan saltar el primer eslabón de la cadena de comercialización, ya que con el mismo volumen exportable podrían duplicar o triplicar el valor de éstas, que en 2012 alcanzaron un valor de unos mil 800 millones de dólares.
Un estudio reveló que un portafolio de 16 hortalizas tiene un valor para el productor de 4 mil millones de dólares (mdd), cuando pasa al distribuidor vale 10 mil mdd y al llegar al detallista se eleva a 27 mil mdd y esta cifra se duplica o triplica al llegar al consumidor, dependiendo al precio que se venda.
Nosotros buscamos que en lugar de venderse en el primer eslabón se pueda llegar paulatinamente a los siguientes, y así con los mismos volúmenes de exportación obtener mayor valor, expuso Fernando Mariscal, coordinador general de Eleven Rivers.
Recordó que en el 2011 el valor de exportación de hortalizas en Sinaloa sumó 2 mil mdd, valor que podría incrementarse si se escala en la cadena. En forma de metáfora señala: “nosotros le vendemos aguacate a Estados Unidos a 1.50 y los estadounidenses nos vende guacamole a 5.50”
“Estamos empujando, hablamos de cinco o seis años, pero vamos a pasos sólidos, porque tenemos nivel de producción y contamos con competitividad mundial”, remarca.
Fernando Mariscal explicó que Eleven Rivers camina en este sentido, ya que es el único esquema de regulación integral sostenible, de inocuidad y sanidad a lo largo de todo el proceso; que incluyen trazabilidad por caja; reducción de riesgos; sistemas de control semanal; responsabilidad laboral, social y ecológica. Además es el primero en ser reconocido por el Senasica y estamos en búsqueda del reconocimiento de la autoridad americana.
Los estándares y normas son tan altos que de 100 productores que aportaron capital, sólo pudieron cumplirlos siete. El ciclo pasado llegaron a doce productores, con 105 mil toneladas de tomate de exportación y para el presente ciclo –en curso– la meta es cerrar con 24 productores y una producción de 160 mil toneladas.
El coordinador general de Eleven Rivers estimó que en el país hay entre 180 y 200 productores que podrían entrar a este esquema, que son quienes tienen el compromiso con los altos estándares de calidad y la infraestructura requerida, “no importa el tamaño del productor sino el compromiso por la excelencia”. Hay algunos de entre 10 y 20 hectáreas.
El esquema nació en 2009, a partir de un embargo al tomate por parte de los Estados Unidos en 2008 producto de amenaza de salmonella y pretende elevar los estándares de calidad e inocuidad a parámetros aún mayores a las regulaciones establecidas por los gobierno y a las expectativas del mercado, con lo que generaremos preferencias y que los productores de mejor desempeño ganen más dinero.
La estrategia –añadió– Fernando Mariscal– es crear una nueva categoría de productos frescos en Estados Unidos, que estén respaldados por etiqueta, donde cada productor mantiene su marca, estructura comercial, pero cada unidad productiva tiene un sello que indica que se ha cumplido con los estándares requeridos por el comprador.
La certificación se hace cada temporada, semana a semana se audita desde campo, invernadero, empaque o punto de distribución, incluso los albergues de los trabajadores, quien cuentan con vivienda, servicio médico, guardería y los menores de 5 años no trabajan, van a la escuela, asegura el directivo de Elevan Rivers.
Con este esquema queremos reducir percepción de riesgo que se tiene de los productos mexicanos y si pasa algún problema seamos los primeros en salir de éste, y de ser posible tener algún trato preferencial como proveedor confiable, puntualizó.
La meta es llegar al primer lugar, tener el reconocimiento de compradores finales y la preferencia del mercado, en un programa a tres años, destacó.
