Impactará acuerdo con EU volumen de exportación de tomate, pero no su valor
Aumento de precio mínimo en 40% y menor oferta por heladas en Sinaloa, presiona el precio a la alza.
Al concretarse la firma del Acuerdo de suspensión de investigación dumping entre México y Estados Unidos el precio mínimo del tomate de exportación aumentará 40 por ciento, por lo que productores y especialistas contemplan una baja en el volumen de exportación, aunque no en el valor de las mismas, dada la reducción de la oferta de Sinaloa, cuya cosecha fue afectada por las heladas de principios de año.
En entrevista con Imagen Agropecuaria, Mario Haroldo Robles, un viejo combatiente de las batallas comerciales de productores sinaloenses con su contraparte en Florida, quien es director general de la Comisión para la Investigación y Defensa de las Hortalizas (CIDH) de la Confederación de asociaciones agrícolas del estado de Sinaloa (Caades), hace hincapié en que dicho acuerdo de suspensión está aún en revisión y “tenemos que defender el borrador tal como los inicializamos, y estar pendientes que no haya cambios sustanciales que vayan a afectar la exportación”.
Detalla que el acuerdo se gestó el 1 de febrero, para el día 11 del mismo mes se abrió a comentarios de las partes interesadas en Estados Unidos, donde el Departamento de Comercio esta revisándolos. Tenemos un borrador y para el 1 de marzo debemos contar con un documento depurado y si llegamos a un consenso en su redacción, se estaría firmado ese mismo día y entraría en vigor el próximo 4 de marzo.
Al entrar en vigor el nuevo convenio, se cancela el precio mínimo anterior de 1.21 centavos por libra y entra el nuevo de 1.31 centavos por el mismo volumen, que significa 40 por ciento más alto que el anterior, lo que puede afectar el volumen de exportación de tomate mexicano, reconoce Mario Haroldo, quien matiza que también podría no haber afectación, ya que es la hortaliza es un producto perecedero sujeto a los vaivenes del mercado, sobre todo por las condiciones climáticas de producción, y puede darse que el mercado se manifieste en forma natural, incluso, a precios arriba de lo que negociamos en el acuerdo.
Si la superficie sembrada en México rebasa las 55 mil hectáreas y hay sobreoferta podemos tener problemas por la presión de exportación mexicana al precio mínimo, con lo que una parte importante tendrá que destinarse al mercado nacional o cortarse y desecharse.
La reducción de las exportaciones –subraya– no significa que el valor de la exportación vaya a ser menor, ya que los precios mínimos no se activan durante toda la temporada, sino en ciertas épocas –finales enero y febrero, generalmente—cuando tenemos una sobreproducción, porque se juntan las ofertas de Sinaloa y Florida.
De esta manera, no obstante que al final el precio de referencia haya aumentado 40 por ciento, el impacto puede verse en un volumen menor de exportaciones, pero a lo mejor en el mismo valor en cuanto a exportaciones y divisas. Las consecuencias no necesariamente serán negativas, recalca.
Afectan heladas superficie de producción
La CIDH indica que el ciclo pasado Sinaloa sembró 14 mil has de tomate y exportó 323 mil toneladas, para el presente año la superficie bajó, por las heladas que se presentaron en diciembre y enero, a 12 mil has y la exportación se estima en unas 280 mil toneladas sin llegar a 300 mil toneladas.
De acuerdo con estos datos la reducción de las exportaciones se ubicaría entre 20 y 40 mil toneladas, los cual apunta Haroldo, no es un impacto significativo, comparadas con el millón de toneladas que exporta todo el país.
Por su parte, Fernando Mariscal, coordinador general de Eleven Rivers –esquema regulatorio que garantiza altos estándares de calidad, inocuidad y responsabilidad social en producción de hortalizas–, expresa que el volumen de exportación sí se va a reducir, pero con una menor oferta en el mercado americano los precios serán mejores para los exportadores que estén ahí. Esto también generará que con una mayor oferta de producto haya mejor abasto en el mercado nacional.
Afirma que entrarán al mercado estadounidense los productos que puedan justificar el precio mínimo y todos aquellos productores que no tengan la calidad requerida no van ingresar, lo cual va a controlar el volumen de oferta y el precio se va a estabilizar.
Expone que algunos pequeños productores que no tienen consistencia pueden quedar fuera del mercado y eso quiere decir que se deben profesionalizar, porque sólo los mejores podrán estar ahí. Habrá quien incluso cambie de cultivo.
El impacto se vería para el próximo ciclo y aunque será más difícil que el del año pasado, no vamos a estar tan mal como si el problema hubiera “explotado”, porque los productores de de Florida buscaban incrementar precio mínimo en 100 por ciento.
Mario Haroldo recordó que uno de cada dos tomates que se consumen en Estados Unidos durante el invierno son de México y consideró que el gobierno de ese país benefició a cinco o seis familias de Florida, que presionaron para que el acuerdo se modificara, pero los precios al consumidor final estadounidense van a subir y algunos modelos hablan de que se pudieran ir de 99 centavos por libra hasta 2.99 centavos, ya que en regiones lejanas a la frontera el costo del flete tiene un impacto en el precio.
Los productores de Florida se han quedado atrás tecnológicamente y en materia de competitividad, dadas las condiciones climáticas favorables para los tomateros mexicanos, que además han alcanzado un alto grado tecnológico.
El acuerdo de suspensión –firmado por 750 productores exportadores, de los cuales unos 200-250 son de Sinaloa–, dadas las condiciones, fue lo mejor que se pudo lograr, aunque haya quienes difieran, siempre es mejor tenerlo, considera el director general de la CIDH, quien añade que dentro de lo viable fue lo mejor porque evitamos una investigación de dumping, donde no te quitas el arancel en 20 o 30 años, y tampoco tienes muchas opciones de paneles en la Organización Mundial de Comercio (OMC) o en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
————————————
Tomate mexicano
*En el país se siembran 55 mil has de tomate, lo que genera 380 mil empleos estacionales y 80 mil empleos permanentes.
*En Sinaloa el ciclo productivo otoño-invierno abarca de septiembre a junio.
*Sinaloa exporta en promedio 330-340 mil toneladas, otra mitad se va a mercado nacional.
*De 1996 al 2012 el volumen de exportación se duplicó y el valor se triplicó de 600 a casi mil 800 millones en 2012.
Fuente:Caades