Plaguicidas muy peligrosos deben eliminarse gradualmente en países en desarrollo
El trágico suceso en Bihar, en la India, en el que han muerto 23 escolares tras consumir un almuerzo en la escuela contaminado con monocrotofos, es un toque de atención importante para acelerar la retirada de plaguicidas altamente peligrosos del mercado en los países en vías de desarrollo, advirtió hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El monocrotofos es un plaguicida organofosforado considerado como de gran peligrosidad por la FAO y la Organización Mundial de la Salud. La experiencia de muchos países en desarrollo demuestra que la distribución y uso de estos productos altamente tóxicos supone muy a menudo un riesgo grave para la salud humana y el medio ambiente.
El incidente en Bihar pone de relieve que el almacenamiento seguro de los plaguicidas y la eliminación de los envases vacíos son medidas de reducción del riesgo tan cruciales como otras más extendidas sobre el terreno como el uso de máscaras de protección y ropa adecuadas. Todo el ciclo de distribución y eliminación de los plaguicidas altamente peligrosos conlleva riesgos importantes y las medidas de protección son difíciles de aplicar en muchos países.
Existe consenso entre las organizaciones internacionales -incluyendo a la FAO, la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial- en que los productos muy peligrosos no deben estar a disposición de los pequeños campesinos que carecen de conocimientos, pulverizadores, equipos de protección e instalaciones de almacenamiento adecuadas para manejarlos correctamente.
La FAO recomienda por tanto que los gobiernos de los países en desarrollo aceleren la retirada de los plaguicidas altamente peligrosos de sus mercados.
Existen alternativas que no utilizan productos químicos y son menos tóxicas y en muchos casos el manejo integrado de plagas puede ofrecer una solución adecuada más sostenible y que reduce el uso de plaguicidas.
El Código Internacional de conducta para el manejo de plaguicidas, aprobado por los países miembros de la FAO, establece normas de conducta voluntarias para todas las entidades públicas y privadas involucradas en el manejo de plaguicidas. Este Código cuenta con amplia aceptación como la principal referencia para la gestión responsable de plaguicidas.
El Código establece que puede plantearse la prohibición de la importación, distribución, venta y compra de plaguicidas altamente peligrosos si, en base a la evaluación de riesgos, las medidas de reducción del riesgo o las buenas prácticas de comercialización son insuficientes para garantizar que el producto pueda manipularse sin riesgos inaceptables para los seres humanos y el medio ambiente.
En el caso del monocrotofos, muchos gobiernos han llegado a la conclusión de que la prohibición es la única opción eficaz para evitar daños a las personas y al medio ambiente. Este pesticida está prohibido en Australia, China, la Unión Europea, Estados Unidos y en muchos países de África, Asia y Latinoamérica.
Fuente:FAO