Crecer en 8 millones de tons producción de granos y oleaginosas, meta sexenal
La Reforma del campo busca garantizar la seguridad alimentaria y reducir pobreza: Sagarpa
Con la reforma al campo la presente administración tiene como meta sexenal aumentar la producción de granos y oleaginosas en 8 millones de toneladas, en especial de maíz, frijol, trigo, arroz, sorgo y soya.
En maíz blanco el objetivo es crecer la producción de 20.2 millones de toneladas (tons) que se cosecharon en 2012, a 25 millones para el año 2018, un aumento porcentual del 24 por ciento; en maíz amarillo –donde México es deficitario– pasar de 1.80 a 3 millones de tons, un incremento del 67 por ciento.
En el caso del arroz palay –cuya producción ha disminuido en forma considerable y las importaciones han aumentado– se buscará pasar de las 180 mil tons a las 270 mil, un crecimiento del 50 por ciento; en soya de 250 mil a 390 mil tons, 56 por ciento más.
De acuerdo con proyecciones de la Sagarpa para el periodo 2012-2018, en frijol el objetivo es lograr un incremento de 1.1 a 1.3 millones de tons, 18 por ciento más; en sorgo grano pasar de 7 a 8.2 millones, 17 por ciento más; en trigo grano la meta es aumentar de 3.3 a 3.6 millones de tons, 9 por ciento adicional.
En productos agroindustriales como el azúcar la proyección para el periodo de referencia es pasar de 5 a 7 millones de tons, es decir, crecer en 40 por ciento; en café se contempla aumentar de 1.36 a 1.8 millones de tons la producción, que significa un 32 por ciento.
Para el jitomate, un producto con ventanas de exportación, principalmente a los Estados, se buscará pasar de 2.8 a 3.4 millones de tons, que se traduce en 21 por ciento adicional.
El titular de la Sagarpa, Enrique Martínez y Martínez, ha reiterado que la reforma para el campo busca incrementar la producción de granos y oleaginosas; garantizar la seguridad alimentaria y reducir la pobreza en el campo.
De acuerdo con el Programa Sectorial de Desarrollo Agropecuario, Pesquero y Alimentario 2013-2018, para alcanzar dichas metas, las estrategias principales son impulsar la productividad del sector agroalimentario, mediante la inversión en infraestructura, maquinaria y equipo e innovación tecnológica, y modelos de asociatividad, tipo agroclústers, para elevar los rendimientos en el minifundio, integrando la cadena de valor.
Con la reconversión del Procampo a PROAGRO Productivo, resalta, se busca impulsar la productividad; además de ampliar el programa de insumos estratégicos para incrementar el uso adecuado de fertilizantes y semillas mejoradas y tecnificación de riego.
El Programa también plantea “avanzar hacia un seguro integral al ingreso, que proteja contra riesgos relacionados con la producción y con los precios simultáneamente”; duplicar la superficie de agricultura protegida; reconvertir cultivos en medio millón de hectáreas.
En la parte agroindustrial, los objetivos son procesar los excedentes de caña de azúcar para producir etanol y azúcar líquida; modernizar el sector cafetalero; facilitar la entrega de incentivos a los productores a través de una ventanilla única; simplificar las reglas de operación en todas las dependencias y entidades que concurren para apoyar a los productores del sector agroalimentario, y aumentar el crédito e impulsar la cultura del aseguramiento.
