Reforma del campo debe dar certidumbre a actividad agropecuaria: AMSDA
La reforma del campo debe considerar el rediseño de políticas públicas que permitan la ejecución eficaz de los programas, revisar el marco legal para hacerlo más sólido y pensar en presupuestos multianuales, lo que dará certeza a la actividad agrícola.
Así lo expuso el presidente de la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario (AMSDA), Octavio Jurado Juárez, quien consideró que “de entrada” hay unas 14 leyes se tendrán que modificarse para darle mayor certidumbre a la actividad agropecuaria, ya que algunas no cuentan con sus reglamentos o leyes secundarias “que haga que las cosas ocurran”.
La Ley de Desarrollo Rural Sustentable es una de las leyes que tendrá que someterse a análisis y se tendrá que considerar la discusión de la Ley de Planeación.
Además, dentro del marco jurídico el tema agrario es central, pero no necesariamente se tendrá que cambiar el régimen de propiedad, sino hacer una regularización en la materia, señaló.
En entrevista, Jurado Juárez puntualizó que el sector rural del país tiene alrededor de 80 leyes que se encuentran unas con otras, por lo que la reforma del campo deberá consolidar un código o interpretación única para decir cómo van a funcionar.
Respecto al tema del subejercicio del presupuesto para el campo, aseveró que éste es menor y no representa un gran problema; en cambio debe atenderse el impacto que tiene el gasto público y qué tanto transforma al sector, ya que hoy su ejercicio es de mala calidad e insuficiente.
En la actualidad, añadió, el presupuesto tiene un enfoque más social que productivo, altamente compensatorio y deja poco gasto de inversión, el cual además es complejo de ejercer porque pasa por convocatorias, solicitudes y un dictamen para finalmente asignarse y ejecutarse.
¿Farm Bill a la mexicana?
Con respecto a la propuesta de contar con presupuestos multianuales como en Estados Unidos con la Farm Bill, Octavio Jurado expresó que es un tema que se veía riesgoso dada la alta dependencia del país del ingreso petrolero, la volatilidad y la caída de los precios del petróleo, por lo que no era tan viable y además requería reformas constitucionales.
En el marco de la reforma del campo, anotó, lo que se debe tener es una estructura presupuestal sólida, una política consistente que no se modifique en seis años y contar con una asignación presupuestal, que permita que las cosas ocurran durante ese tiempo, y podría someterse a revisión cada año.
Hay que pensar –subrayó– en un presupuesto multianual cuando se trate de proyectos transformadores, por ejemplo la modernización de la infraestructura de puertos, donde se podrá empezar en una zona.
El presidente de la AMSDA resaltó que también se tiene que invertir más en bienes públicos, en temas de agua, suelo y aspectos sanitarios, porque hoy 90 por ciento de los recursos se destinan a esfuerzos individuales.
No obstante las modificaciones a leyes y programas, Octavio Juárez hizo hincapié en que será la política lo que realmente hará que exista una mejor integración entre las dependencias, entre el sector público con el privado. En la medida que se den políticas consistentes, el sector se hace más atractivo para la inversión privada.
“Lo que ha este país le ha fallado han sido políticas públicas consistentes, programas de estructura presupuestal consistente, y una ejecución más eficaz. El dinero público a veces se vuelve muy cobarde”, remarcó.
Por otra parte, refirió, la reforma del campo debe poner orden y autoridad, las cuales tienen que llegar al mercado, que hoy tiene una gran concentración y una gran distorsión, como ahora se observa con el precio del limón. Esto es un problema de autoridad, que debe evitar dicha concentración.
La reforma, en la que se trabaja, es un parteaguas para el México del 2025 y del 2050, es la única forma que tendrá el país para poder despegar y fortalecer un sector que agrupa al 25 por ciento de la población total y que genera apenas 3 por ciento de del PIB total, “por lo que tenemos un gran reto”.
Jurado Juárez enfatizó que tratan de ordenar el proceso de discusión para tener una amplia consulta en el país a través de los gobiernos de los estados, lo que da un horizonte real donde se definirá que las soluciones en este país deben de ser diferenciadas. La reforma nos damos la oportunidad de romper inercias, de revisar hacia donde queremos caminar.
