Política Agrícola

INIFAP necesita socios para transferir tecnología al agro

También requiere de un ejército de extensionistas…

El Instituto Nacional de Investigaciones, Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) es una entidad que puede cambiar el rostro del campo mexicano; sin embargo, requiere de un ejército de extensionistas y de alianzas con el sector privado para multiplicar la aplicación de sus tecnologías e impactar la producción del agro nacional.

De este tema platica con www.imagenagropecuaria.com el coordinador de Investigacion, Innovación y Vinculacion del INIFAP, Gerardo Obando Rodríguez, quien expresa que urge una estrategia de vinculación efectiva con el sector productivo que permita fortalecer y aprovechar las semillas mejoradas y clones que ha desarrollado la institución y aumentar la superficie y productividad de estos materiales en el campo.

En entrevista, el responsable de esta área del organismo expone que se trabaja con funcionarios de Sagarpa, desde el titular hasta  de diversos niveles, y hay una aceptación de la estrategia de establecer alianzas público-privadas. Aquí la pregunta es: ¿quién es el socio? Porque nosotros no podemos masificar la multiplicación de las semillas o los clones, “necesitamos socios”, subraya.

Al preguntarle sobre porque INIFAP tiene que buscar este tipo de alianzas, el funcionario federal responde: “simplemente no nos da el personal que tenemos, ni tampoco los recursos”. Y ejemplifica: es parecido a lo que sucede con los segundos pisos, donde el gobierno del Distrito Federal no tiene para hacerlos y hace alianza con empresas. En las semillas es lo mismo, pero además pensamos fortalecer a las empresas nacionales para que se desarrollen y sean portadoras de materiales mejorados para los agricultores.

La estrategia –asevera– es intensificar alianzas y prepararnos con producción de semillas para nutrir a las empresas, donde requerimos inversión, para lo cual platicamos con Sagarpa para que nos apoye en ese aspecto, no sólo en maíz, sino en oleaginosas, que hoy representan 25 por ciento de todos los productos que importamos; el  maíz significa 17 por ciento. Mediante estas alianzas buscamos sustituir importaciones.

El INIFAP –adelanta– presentará la estrategia a las empresas semilleras, con la idea de intensificar las alianzas para producción de semillas. En Jalisco y el Bajío tiene experiencias de éxito para multiplicar semillas. Todo el trigo del país es de variedades mejoradas del Cimmyt e INIFAP y el frijol lo ha desarrollado nuestra institución.

En la actualidad INIFAP cuenta con 990 investigadores y 310 personal de apoyo técnico, señala Gerardo Obando, quien refiere que  hace ocho años el número de investigadores era de mil 100, pero desde 2008 a la fecha se jubilaron 600. Entre 2009 y 2010 se logró contratar a unos 400 de nuevo ingreso,  lo cual no es fácil por las políticas de austeridad que ha habido.

¿Este personal es suficiente para atender las necesidades del sector?

Nunca va a ser suficiente para cubrir las necesidades de México, que son enormes; sin embargo INIFAP no está solo, hacemos investigación con el Colegio de Posgraduados, la Universidad Autónoma Chapingo, la Universidad Autónoma Antonio Narro, las universidades estatales de escuelas de agricultura o veterinaria. Esta colaboración se logra  a través de fondos mixtos en los estados, de los fondos Sagarpa-Conacyt y de las Fundaciones Produce.

¿Qué necesita INIFAP para fortalecer o penetrar realmente al sector productivo cuando tiene todo este bagaje de investigaciones y aportaciones, muchas ya probadas?

Se necesita una estrategia de extensionismo eficaz y eficiente,  para nosotros va a ser imposible llevar al campo toda la tecnología que tenemos, porque requieres un ejército que acompañe al productor, el cual ya existe. Ese ejército debe tener toda nuestra tecnología y dominarla. El INIFAP puede capacitarlos para que conozcan las semillas y su manejo para potenciar rendimiento, ya sean granos, oleaginosas, forrajes, pastos, hortalizas o frutales. Aun cuando hacemos días de demostración y el esfuerzo por difundir la tecnología, no está perfectamente coordinado todo el sistema que tenemos de extensionismo con el INIFAP.

Tenemos que coordinarnos y trabajar mucho con tomadores de decisiones que traen todo ese tipo de programas para estar enganchados. Esta parte no es tan fácil, porque a veces las reglas de operación no son tan simples y dificultan esa coordinación y que fluyan los  recursos hasta el instituto para hacer una gran estrategia de promoción y difusión.

El eslabón más débil

IMG_8047El directivo del INIFAP anota que la transferencia de tecnología es el eslabón más débil en México, el extensionismo la masificación de una tecnología, producto, material o semilla mejorada, definitivamente es el talón de Aquiles del país en el ámbito público, porque empresas como Monsanto o Pionner si tienen una semilla valiosa desarrollan toda una estrategia de mercado para venderla al productor, por algo tenemos muchos híbridos en Sonora, Tamaulipas, Sinaloa, Jalisco o en el Bajío, donde hay mayor rendimiento de granos.

Las empresas –añade– tienen dominados esos mercados, donde el mayor potencial de producción es maíz, por tener excelentes riegos o temporales, pero  hay una superficie enorme en el  sureste, Chiapas, Tabasco, Campeche o Yucatán, donde los rendimientos son bajos y dominan los criollos.

INIFAP tienen variedades de híbridos adaptadas a todas las regiones del país y todo un mosaico con alto potencial de rendimiento, pero no penetran en zonas donde siembran criollos, tal vez por la cultura y factores económicos y sociales. Las poblaciones indígenas no aceptan los híbridos, probablemente porque se vuelven dependientes y los tienen que comprar cada año, lo que se vuelve un problema para ellos porque la semilla es cara y ellos ya desarrollaron criollos con las características de consumo que requieren. Al productor mediano o con posibilidades de crecer puede que le convenga el híbrido si tiene la capacidad de potenciar altos rendimientos y fertilizar, explica el especialista.

Lo que falta, recalca, es un programa muy agresivo y adecuado para que adopten estas tecnologías, pueden tener su parte de autoconsumo con criollos y para vender si les convendría un cultivo que les reditúe más, no necesariamente maíz, pueden ser frutales, hortalizas, plantas medicinales y ornamentales.

Reconoce que el factor económico, en parte, frena la adopción de este tipo de tecnologías, porque hay productores de diversas escalas, pero los que tienen posibilidades a veces no tienen la tecnología, cuando coinciden como en Sinaloa, Jalisco y el Bajío, el rendimiento y productividad se elevan. Tenemos varios mundos, el norte desarrollado, el centro que también tiene zonas avanzadas, y el centro y sur donde dominan los productores de escasos recursos, con poca superficie, le llega muy poco la tecnología y si llega, no tiene dinero para aplicarla.

Sobre el maíz transgénico, Obando Rodríguez, comenta que hay mucho debate en cuanto a sus ventajas o no, y en México no está permitido en zonas donde hay biodiversidad de maíz. Se habla mucho de tolerancia a sequía y si hubiera genes con esas características seguramente sería un factor a favor para ciertos lugares; Cimmyt está trabajando en eso, pero no en México. Si consideramos el cambio climático tendríamos que tener materiales tolerantes a altas temperaturas, porque éstas van a aumentar medio o un grado en los próximos 20 o 30 y hay que prepararse con esos materiales con mejoramiento tradicional o transgénicos. El INIFAP trabaja con programas mejoramiento en lugares de climas adversos, tenemos frijol para zonas secas como Zacatecas, Durango, San Luis Potosí, toda el área semiárida, se ha mejorado calidad y rendimiento bajo esas condiciones.

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Capacidades del INIFAP

*35% de investigadores tienen doctorado, 50% maestría y 15% licenciatura.

*182 de los doctorados están en el Sistema Nacional de Investigadores

*La mayor parte de los investigadores está en el sector agrícola, 58%; seguido del pecuario, 26% y en el forestal 10%

*En conjunto con otras instituciones ha desarrollado tecnologías para atacar plagas como el HLB, reducir el impacto de la mosca de la fruta en mango; obtener material genético en chile contra enfermedades y plagas; obtener el genoma del aguacate; liberar variedades de frijol, trigo y maíz.

*La vinculación del INIFAP con el sector empresarial, incluye los Comités de Sistema Producto, organizaciones importantes del país, la COFUPRO, que agrupa las Fundaciones Produce y empresas. Del lado institucional se contemplan las secretarías de Agricultura y del Medio Ambiente, delegaciones federales en los estados, las secretarías de desarrollo en entidades federativas y el CONACYT.

 

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ERNESTO PEREA

Periodista especializado en temas agropecuarios y agroalimentarios. Premio Nacional de Periodismo y Divulgación Científica, otorgado por el CONACYT. En la actualidad director del portal web www.imagenagropecuaria.com Autor del libro Voces y vivencias del movimiento orgánico Ha colaborado con las revistas editadas por el Grupo Expansión. Ha sido consultor de la FAO. Brinda servicios de comunicación, información, análisis y consultoría para diversas empresas e instituciones. Correo electrónico: editor@imagenagropecuaria.com

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