“Vacuna” de biofertilizante combate roya del café
Tiene efectos contra el hongo que ha devastado la cafeticultura mexicana.
La roya ha tenido un efecto devastador en la cafeticultura mexicana y la respuesta para combatirlo ha sido el uso de químicos que resultan altamente contaminantes y costosos para el productor. Una alternativa donde se observan resultados positivos es la aplicación de biofertilizante en plantaciones cafetaleras.
El director general de Biofábrica Siglo XXI, Marcel Morales Ibarra, expuso que el uso de biofertilizantes no sólo ha dado frutos en reducción de costos de fertilización y ambientales, sino en aspectos sanitarios, donde los estudios han demostrada su efectividad contra la roya del café.
La empresa Investigación y Desarrollo Agrícola encontró que la incidencia de dicho hongo sin usar biofertilizantes fue del 72 por ciento contra sólo 28 por ciento con la aplicación de éstos.
Respecto a la severidad, detalló, sin biofertilizantes ésta fue de 45 por ciento y de apenas 15 por ciento con biofertilizantes.
El doctor Morales dijo que incluso en plantaciones totalmente infestadas de roya, el biofertilizante tiene un efecto curativo y las plantas observan una notable recuperación, lo que se traduce en mejores rendimientos.
“Los microorganismos son una especie de vacunación para la planta, al entrar al sistema vegetativo detonan una serie de mecanismo de defensa, con el cual se tiene el efecto de resistencia a problemas de plagas y enfermedades. Genera una especie de anticuerpos”, explicó.
Morales Ibarra señaló que a partir de que los propios productores detectaron que el biofertilizante tenía efectos sobre la roya, se realiza estudios y ya se tienen resultados positivos. “Observamos que el biofertilizante cuando menos ayuda a amortiguar el efecto nocivo que está teniendo el hongo en regiones de México”.
Por ejemplo, en la Finca Los Brujos, ubicada en Coatepec, Veracruz, se trataron plantas de café infestadas por roya con biofertilizante y en solo 20 días se observó una notable recuperación.
El experto en temas de desarrollo rural recordó que Biofábrica Siglo XXI desde hace más de una década promueve el uso de biofertilizantes como un insumo eficaz, de bajo costo, sustentable.
Modelo químico ineficiente y costoso
El modelo de agricultura intensiva basado en la fertilización química es ineficiente, costoso y tiene un alto impacto ambiental, al degradar el suelo y contribuir a la emisión de gases de efectos invernadero, lo cual impacta la sostenibilidad del planeta y la producción de alimentos, aseveró el director general de Biofábrica Siglo XXI.
Subrayó que no sólo se trata de producir más, sino hacerlo de manera diferente y en forma ecológica, por lo que el reto es construir “la auténtica Revolución Verde” y cambiar el actual modelo de producción agrícola, que resulta devastador del medio ambiente.
Los fertilizantes químicos representan entre 40 y 45 por ciento del costo de producción en granos básicos, pero resulta que es el insumo más ineficiente, ya que por cada 100 kilos la planta aprovecha sólo entre 20 y 30 kilos, el resto se desperdicia, sobre todo debido a que su uso ha generado la degradación del suelo y la pérdida de fertilidad de éste.
Además, añade, la urea que es el fertilizante químico más usado por los agricultores tiene un alto costo y tan sólo de 2010 a la fecha pasó de 6 mil 700 pesos por tonelada a alrededor de 12 mil pesos.
Por si fuera poco, anotó, este insumo químico es contaminante tanto en su proceso de producción como de la aplicación, donde afecta suelos, mantos freáticos, ríos o mares y emite óxido nitroso, que resulta ser 400 más potente en su efecto invernadero que el CO2.
Al referirse a las ventajas económicas, Morales explicó que con sólo la sustitución del 50 por ciento del químico por biofertilizante, el costo de producción para el productor en este insumo se reduce a la mitad y además se incrementa el rendimiento. “Lo que estamos planteando es hacer un uso más racional de los fertilizantes químicos”.
Urge incorporar biofertilización en el país
Consideró urgente incorporar la biofertilización en la agricultura, mediante un programa nacional de transferencia de tecnología, centros regionales para desarrollar estructura por cultivo, por región y que respondan a problemas específicos.
Expuso que buscan alianzas con organizaciones de productores para extender el uso de biofertilizantes y también esperan que a través de la Sagarpa se pueda impulsar esta tecnología, dados los beneficios que ofrece al productor.
Por último, Marcel Morales subrayó que el modelo actual de agricultura se refleja en que si los costos de la degradación ambiental en promedio para el país –de acuerdo con datos del INEGI– significan 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en el caso de la agricultura representan casi 30 por ciento, superando incluso a la minería.
El problema es que el sistema dice: “vamos a socializar costos ambientales y privatizar utilidades; y eso no se vale”.