Productores de mango buscan consolidar un deshidratado que conserva las propiedades nutricionales del fruto y es aceptado en los mercados nacionales e internacionales.
La calidad del mango de Sinaloa es aceptada en el gusto internacional y ha hecho posible que desde hace años se exporte entre 40 y 50 por ciento de la producción, la mayoría en fresco. Sin embargo, en el ámbito local hay periodos en los que la fruta tiene un bajo costo, por ello los productores, integrados con la industria, buscan consolidar un deshidratado que conserva las propiedades nutricionales del fruto y es aceptado en los mercados nacionales e internacionales.
El presidente del Clúster del Mango Sinaloense, Ernesto Alfonso Rivera Valdez, expresa a www.imagenagropecuaria.com que Sinaloa es el principal exportador de mango, tanto fresco como deshidratado, hacia mercados en los Estados Unidos, Canadá, Japón y países de Europa.
La entidad cuenta una superficie estratégica de mango, 700 kilómetros, que por generaciones se ha venido cultivando. “Estamos tratando de integrar un clúster para que con proyectos específicos de mejoramiento de mango y aprovechamiento de biomasa hacer viable 50 por ciento de la fruta que periódicamente tiene menor precio, que está en una zona que no se puede comercializar”.
La ventaja del deshidratado –explica– es que el fruto conserva sus propiedades nutricionales, tiene más vida de anaquel, no se echa a perder y puede durar más de un año para que poder consumirlo. “Así no estamos apretados ni apurados en el reglón económico. El valor agregado te da tranquilidad y precios estables”.
Rivera Valdez comenta que a algunas personas les gusta comer el mango deshidratado como snack, que es la forma que se demanda en la actualidad.
Sin embargo, una dificultad que enfrentan los productores en la actualidad, expone, es que hay un producto que se dice mango deshidratado, pero desgraciadamente tiene alteraciones, “es una fruta llena de conservadores, azúcares y químicos, que no son buenos para el organismo”.
El presidente del Clúster apunta que la importación afecta a los productores nacionales, porque el cliente dice que Asia le da más barato y entonces tenemos que buscar a quien sí nos pague.
La intención con el Clúster –platica Ernesto Alfonso– es que cada vez más empacadores, productores e industriales se integren para tener mayor capacidad de producción y que el beneficio se vea en todos los integrantes, “desde el más alto hasta el de más abajo, que es sector social y ejidal”.
El objetivo principal es industrializar el mango y darle valor agregado a través de distintos procesos, donde participen productores, academia, asesores y gobierno, analizando que sea factible y que “no se convierta en elefante blanco”.
Al cluster se han integrado 28 mil hectáreas, donde se produce un promedio de 10 toneladas por hectárea, lo cual da nos dan 280 mil toneladas por año. Hoy cuenta con cinco miembros, entre empacadores, productores e industriales.
Ernesto Alfonso también comenta que también hay productores certificados y queremos que 500 se conviertan a certificación orgánica, ya que en julio no se vende mango convencional por exceso de producción, pero quienes somos orgánicos seguimos comercializando porque tenemos el sello orgánico que nos diferencia y da valor a nuestro fruto.
Hoy, remarca, la tendencia mundial es hacia una comida sana y certificada que nos permita diferenciarnos. “Entre nuestras fortalezas está que somos pródigos, pero debemos ser más eficientes, ampliar nuestros ciclos y calidades”.
En la India, comenta, hay cuatro veces más producción de mango que en México, pero en esa nación es de autoconsumo, ya que considera al fruto como parte vital de alimentación. En nuestro país todavía no es reconocido por su valor nutrimental, aunque es el “rey” de la vitamina A, C, B y E, y la fibra que contiene “limpia el organismo”, pero el consumo nacional no ha aumentado, pero tenemos toda la fruta que queramos al alcance.
Rivera Valdez auguró que en el futuro “otros países no nos van a ganar en mango, pero hay que hacer notar nuestras fortalezas. Ya se tienen apoyos gubernamentales, sólo hay que ponerse a trabajar”.
