Mejor calidad nutricional de garbanzos cultivados en zonas áridas
Un grupo de científicos del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor) examina los factores que propician un mayor rendimiento productivo de los cultivos de garbanzo kabuli (Cicer arietinum) en la región árida del noroeste de México.
Los resultados preliminares indican que los cultivos de garbanzo presentan mayor adaptabilidad a altas temperaturas, resistencia a prolongados periodos de estrés hídrico e incluso han generado una excepcional calidad nutricional, a causa de los suelos altamente mineralizados y la exposición prolongada a la radiación solar, la cual potencia su contenido.
Por tal motivo, consideran que estos cultivos desarrollan su máximo potencial genético en tales condiciones.
“En climas áridos como en Baja California Sur, el garbanzo puede desarrollar su máximo potencial genético y con un costo agronómico relativamente accesible; es una especie muy adaptada a las zonas desérticas, resistente a altas temperaturas, de bajo consumo de agua y por la radiación y minerales de los suelos, el grano es de alta calidad nutricional”, afirmó el doctor Ramón Jaime Holguín Peña, investigador titular A del Cibnor.
El estudio se ha enfocado principalmente en los cultivos de garbanzo de la región del Valle de Santo Domingo, ubicado en el municipio de Comondú, en Baja California Sur.
“La misma variedad (garbanzo kabuli) en otras zonas del país tiene un rendimiento de alrededor de 800 kilogramos por hectárea, mientras que en esta región es de 1.2 toneladas, es decir 35 por ciento más y con los mismos componentes nutritivos”, agregó Holguín Peña.
Los científicos además están estudiando la huella génica del garbanzo para conocer si los componentes nutricionales y de rendimiento aumentan o son los mismos generados en esta región; particularmente proteínas, antioxidantes y algunos derivados de las vitaminas A y B.
“Nuestro compromiso es la generación de tecnologías para el uso, manejo y preservación del garbanzo, así como la mejora fitogenética de los granos y de las técnicas agronómicas relacionadas directamente con el sector productivo de la región, para esto debemos estudiar los datos fitogenéticos, de la composición de suelos y condiciones climatológicas. Para entender las ventajas de los suelos desérticos ante suelos más fértiles es necesario analizar variables como mineralización del suelo, humedad relativa y radiación solar”, aseveró Holguín Peña.
En la investigación, se ha generado una base de datos fitogenéticos y de las condiciones ambientales, además en este punto se han recopilado los reportes climatológicos hechos por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) durante los últimos veinte años, con el fin de evaluar el cambio climático en la región.
La mancha negra en granos de garbanzo
Los científicos recientemente han enfocado sus investigaciones en el análisis de una mancha negra que ha aparecido en los granos de garbanzo de los cultivos del Valle de Santo Domingo, de la cual, concluyeron, una de las teorías sobre las posibles causas de su origen está relacionada con los efectos del cambio climático. La malformación no tiene repercusiones para la salud humana; sin embargo, ha afectado el valor del grano en el mercado.
“Los productores agrícolas de forma inmediata requieren que se solucione la producción del grano, por lo que estamos analizando la calidad del grano de garbanzo, en la cual se presenta una mancha negra que afecta, no tanto el rendimiento, como la calidad en el mercado internacional”, mencionó Holguín Peña.
“La radiación, humedad, temperatura y plagas se han modificado por efecto del cambio climático, estos factores influyen en la planta como en cualquier otro ser vivo; origina cambios metabólicos en la planta, la aparición de nuevas plagas, enfermedades originadas por hongos en donde antes no había, una serie de cambios, desde la alteración fisiológica hasta la aparición de enfermedades nuevas”, detalló.
El garbanzo producido en Baja California Sur tiene una gran demanda en los mercados internacionales, principalmente en España.
Por el momento, los análisis fitopatológicos hechos a los cultivos de garbanzo descartan que la mancha se deba a una enfermedad ocasionada por un patógeno como los hongos, los cuales son los más comunes en las plantas.
“Posiblemente el cambio climático está afectando la composición metabólica de los granos, de tal forma que al punto de cosecha aparezca la mancha. Sin embargo, no descartamos la posibilidad que esta sea causada por algún tipo de agente biótico como una enfermedad, específicamente un hongo, aunque los avances arrojan que esta posibilidad es poco probable”, explicó el investigador.
Los científicos han planteado una estrategia nacional de seguridad alimentaria relacionada con la aplicación de patrones de calidad para la conservación del recurso fitogenético ante la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa). Actualmente esta propuesta se encuentra en evaluación.