Podría convertirse el Valle de Tehuacán-Cuicatlán en Patrimonio Mundial
México trabaja en el proceso de nominación del Valle de Tehuacán-Cuicatlán, hábitat originario de Mesoamérica, como un sitio mixto a la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Expertas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y del Consejo Internacional de Monumentos y Sitos (ICOMOS), realizaron la Misión de evaluación al sitio de la propuesta, el Valle de Tehuacán-Cuicatlán, que tiene una superficie de 145,255 hectáreas y se ubica en los estados de Puebla y Oaxaca, como parte del proceso para identificar y sustentar su Valor Universal Excepcional.
Para la Misión, que se realizó del 17 al 24 de octubre, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), principales impulsores de este proyecto, junto con diversos especialistas y representantes de los gobiernos de Puebla y Oaxaca, acompañaron a las expertas para mostrarles los trabajos de conservación, protección, manejo y restauración de los atributos naturales y culturales del área, interactuando en múltiples reuniones con los habitantes de la región, herederos de una extraordinaria cultura.
Desde la reunión de inicio de la Misión, en el Museo Nacional de Antropología, presidida por Diego Prieto Hernández, Secretario Técnico encargado de la Dirección General del INAH, representantes de la CONANP y del INAH resaltaron la importancia cultural y natural del bien propuesto que constituye parte de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, misma que en 2012 fue reconocida con otra designación de la UNESCO como Reserva de la Biosfera del Programa Hombre y Biosfera (MAB por sus siglas en Inglés).
En esta Misión las especialistas realizaron extensos recorridos por los elementos que integran el paisaje natural, constituido por especies y asociaciones vegetales únicas como los bosques de cactáceas columnares de gran tamaño, flora endémica y hábitat de especies de fauna silvestre amenazadas, como el jaguar y el águila real.
Asimismo, pudieron visitar algunos de los 22 sitios arqueológicos propuestos, que en su conjunto nos hablan de una larga historia de ocupación humana, de relaciones con su entorno natural, de adaptación y sedentarización con la domesticación de especies como el maíz, la calabaza, el chile y el amaranto, así como del desarrollo de sistemas innovadores para el manejo del agua, como la construcción de presas, terrazas y canales para la producción de alimentos, y sistemas para la extracción de sal.
Los trabajos para la integración del expediente de nominación del Valle de Tehuacán-Cuicatlán, hábitat originario de Mesoamérica a la Lista del Patrimonio Mundial, iniciaron en 2013 pero fue en 2014 cuando se constituyó el Grupo Técnico de Trabajo conformado por la CONANP, el INAH, especialistas en diferentes disciplinas e investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Autónoma Metropolitana, así como representantes de los Gobiernos de los estados de Puebla y Oaxaca, con la finalidad de integrar información y conformar la propuesta de nominación como un Bien Mixto.
Al término de la Misión, se realizó una reunión de cierre presidida por el Comisionado Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Alejandro del Mazo Maza, para escuchar los comentarios de las expertas de UICN e ICOMOS sobre los recorridos y visitas.
En su intervención el Comisionado Nacional agradeció el informe y destacó el trabajo interinstitucional entre la CONANP y el INAH, que se ha fortalecido con el fin de proteger y conservar el patrimonio cultural y natural cuando se expresan dentro de Áreas Naturales Protegidas. Reiteró que México atiende con responsabilidad los compromisos y obligaciones asumidas a nivel global, y las observaciones y recomendaciones de los expertos de estos organismos internacionales nos ayudan a mejorar la gestión de nuestras áreas.
El expediente de nominación fue ingresado al Centro de Patrimonio Mundial en enero del 2016, producto de un extraordinario trabajo de coordinación y participación de todos los involucrados en el proceso, así como de la colaboración decidida de las comunidades que habitan en la región.