Adoptan 38 gobiernos del mundo acuerdo para respetar derechos de pueblos sobre bosques y recursos naturales
San Francisco, California, EU.- El Grupo de Gobernadores por el Clima, conocido como GCF Task Force, que agrupa a 38 gobiernos estatales de 10 países suscribió hoy un “histórico acuerdo” en materia del respeto a los derechos de pueblos indígenas y comunidades locales en la construcción de políticas sobre cambio climático y bosques.
El acuerdo denominado “Principios Rectores para la Colaboración y las Alianzas entre Gobiernos Subnacionales, Pueblos Indígenas y Comunidades Locales” contiene 13 puntos en materia de derechos que se alinean con diferentes acuerdos internacionales, los cuales comprometen a los gobernadores a respetar los derechos de los pueblos de los bosques sobre sus tierras y recursos, y se adhieren a acuerdos fundamentales como el “consentimiento libre, previo e informado”, como se expresa, por ejemplo, en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUDPI), la Declaración sobre los Bosques de Nueva York, el Acuerdo de París y otros acuerdos internacionales.
Gustavo Sánchez, presidente de la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales (Red MOCAF), la cual es parte de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMPB), señaló que el acuerdo del GCF de respaldar este documento de principios es resultado de un intenso trabajo de por lo menos dos años de discusión y construcción de consensos entre representantes indígenas y de comunidades locales con representantes de gobiernos subnacionales en el que también algunas ONG´s han participado.
Añadió que la adopción de este documento de principios es muy significativo porque es impulsado por organizaciones indígenas y comunitarias de Mesoamérica, Amazonía y Asia que han encontrado una agenda común y porque recibió un respaldo unánime de los 38 gobiernos subnacionales del GCF, lo cual puede leerse como un avance sustantivo en que la visión de los gobiernos está cambiando de manera favorable hacia respetar los derechos de quienes protegen y cuidan la mayoría de los bosques en el mundo.
Es alentador que los gobiernos entiendan y reconozcan que no habrá políticas exitosas sobre cambio climático y bosques si no se respetan los derechos indígenas y comunitarios”.
Gustavo Sánchez indicó que la adopción de este documento de principios tiene una relevancia mundial ya que su aplicación tendrá un impacto en la aproximadamente la tercera parte de los bosques tropicales del mundo.
Javier Kinney, director de la oficina de autogobierno de la Tribu Yurok, la nación tribal más grande de California, expresó que los pueblos indígenas están dispuestos a compartir con el mundo cómo administrar mejor los bosques de la tierra, el medio más importante en la lucha contra el cambio climático. La Tribu Yurok se solidariza con los grupos indígenas de los trópicos en su esfuerzo por reclamar el papel que les corresponde como guardianes de sus respectivos territorios.”
Cabe destacar que el impulso del fortalecimiento de una agenda de derechos al interior del GCF ha sido impulsada por un grupo amplio de organizaciones indígenas, comunitarias y de sociedad civil, entre las que destacan la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMPB), la Alianza de Pueblos del Archipiélago (AMAN-Indonesia) y la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), quienes han dejado de lado las particularidades de su agenda para impulsar una agenda en común alrededor de los siguientes puntos: reconocimiento de derechos territoriales, derecho a la consulta, no a la criminalización de la defensa de los territorios indígenas y comunitarios y el derecho al financiamiento para el desarrollo territorial.
Gustavo Sánchez indicó que el reto que se visualiza al interior del GCF es la voluntad política de los 38 gobiernos subnacionales para la implementación de los principios adoptados en esta reunión anual y que en el caso de México debería traducirse en abrir y fortalecer los espacios de participación para la construcción de políticas públicas; el respeto y ejercicio del derecho a la consulta y el reconocimiento de los derechos sobre la reducción de emisiones por deforestación y degradación forestal a favor de los ejidos y comunidades dueños de bosques.
En este marco se destacó que la deforestación tropical sigue siendo un problema devastador. Impulsado por el desmonte para la agricultura en los trópicos, la pérdida de la cubierta arbórea en los países tropicales de todo el mundo en los últimos 17 años ha estado aumentando a un ritmo constante. Según un análisis de datos de Global Forest Watch (GFW), publicado en junio, se perdieron 15,8 millones de hectáreas (39,0 millones de acres) de cubierta arbórea en los trópicos en 2017, un área del tamaño de Bangladesh.
También se recordó que el año pasado fue el más mortífero registrado por los pueblos de los bosques de todo el mundo. Al menos 207 activistas ambientales y de la tierra fueron asesinados en 2017 en 22 países, según un informe publicado este verano por Global Witness, que investiga los abusos contra los derechos humanos y las muertes relacionadas con la explotación de los recursos naturales.