Agroecología puede aportar alimentos accesibles a mexicanos: Sebastiao Pinheiro

• El impulso a la agroecología puede traer ventajas para México, dado su conocimiento y “sabiduría ancestral” que lo convierten en un “farol” para América Latina y el mundo en esta materia, expresa a www.imagenagropecuaria.com Sebastiao Pinheiro, uno de los propulsores del movimiento agroecológico. En la “cuarta transformación” –añade– entre más el gobierno mexicano fortalezca la agricultura campesina más retorno social tendrá con la producción de alimentos accesibles para todos.

Sebastiao Pinheiro es un hombre sencillo, una persona en el que las palabras pionero, ícono, símbolo o propulsor de la agroecología adquieren su verdadera magnitud. Sus huaraches de piel empolvados y la mezclilla de sus pantalones quizá sólo sea el reflejo de esa sencillez que también se expresa en su visión del mundo, basada en el rescate de la agricultura campesina y el equilibrio con la naturaleza.

Con este brasileño conversamos durante su reciente visita a México, donde asistió al Congreso Nacional Café Orgánico: Cosechando el futuro, organizado por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para el Desarrollo Rural Integral (CIIDRI) en la Universidad Autónoma Chapingo.

–¿En el proceso de cambio que vive México sería importante que el nuevo gobierno retomará lo que es la agroecología y minimizará al máximo la agricultura industrial?

–Los gobierno normalmente responden a los intereses, los intereses sociales son la mayoría de ciudadanos y personas, los intereses industriales son una minoría pero una mayoría en los valores del dinero. Entonces hay que equilibrar eso, si un gobierno tiene la sensibilidad y la intención de percibir que la agroecología puede traer una ventaja, a todas las comunidades mexicanas tiene que poner todo el empeño para que más políticas públicas broten de la comunidad hacia la nación. Eso es lo principal que se espera de la cuarta transformación en México, donde los campesinos puedan tener orgullo y llevar la economía hacia adelante.

Cuando una corporación internacional de alta concentración de capital tiene lucros, éstos no son distribuidos socialmente; los lucros campesinos se dividen socialmente en su totalidad. Las grandes corporaciones acumulan y arrastran esos lucros hacia sus intereses, los cuales están en otros campos. Cuanto más el gobierno fortalezca la agricultura campesina, más retorno social tendrá, más felicidad tendrá campesino y gobierno.

–¿Es posible alcanzar la autosuficiencia alimentaria con base en la agroecología?

–La primera cosa que es necesario tener para alcanzar la soberanía alimentaria es tener un movimiento campesino consciente y satisfecho, esto para desarrollar la agroeología que la sociedad necesita y el campesino lo hará bien como lo hace desde hace muchos años. Los campesinos necesitan empezar el cambio, la salud de todos los mexicanos está en las manos campesinas, y la salud de los campesinos está en sus suelos, donde el suelo es sano, el alimento es sano, el campesino es sano y hay conciencia sana.



A pregunta expresa sobre si ante la incorporación de las grandes empresas al mundo orgánico o agroecológico, hay riesgo de que se pueda desplazar a los pequeños agricultores que no tienen recursos, Sebastiao Pinheiro expuso que la tendencia de los grandes bancos y corporaciones como Coca-Cola, Pepsicola, Cargill, Nestlé o Conagra es esa, hacer que la agricultura orgánica, la agroecología sea para los más pudientes, los que tienen más lana o más plata; para nosotros esto no es honesto, no es serio y no es ciudadano.

Hay una palabra –añade–  muy fea que los nazis utilizaban, que es eugenesia, donde solo los ricos podían comer lo bueno para ser mejores. Nosotros debemos que tener una agricultura campesina, una agroecología, donde los alimentos sean accesibles para todos, para lo niños en escuelas, los estudiantes en comedores universitarios o los enfermos en los hospitales. Con este esquema la conciencia crece y la ciudadanía se consolida.

Durante la conversación, el agroecólogo brasileño manifestó que el movimiento orgánico en todo el mundo es resultado de una crisis mundial de la agricultura y el medio ambiente que se acentúa cada vez más. Esta tendencia crece a cada minuto y cada vez son más las personas, organizaciones, gobiernos y también las empresas que quieren participar. Hay una disputa que es sana y saludable, porque obliga a todos a organizarse mejor.

Existen –agrega– dos vertientes, una organización por el mercado y otra por la ciudadanía y los valores; vamos a ver cual es la mejor. No va haber sola una vencedora. Cuando más ciencia y tecnología y organización social tengamos mejor es para la agroecología, para la agricultura orgánica y para toda la sociedad.

Hay una disputa entre dos visiones de agricultura

Las grandes empresas –reflexiona Pinheiro– tienen sus presupuestos basados en acciones en la bolsa, en el mercado internacional. Éstas están “pataleando” y continúan produciendo productos químicos en sus fábricas, pero no para los países desarrollados si no para las naciones subdesarrolladas; pero hoy la matriz de tecnología no es química, ya cambió y es biotecnología. Estas compañías cambian la base química por la biotecnológica, pero no su visión donde lo principal es tener productos para corregir efectos y sustituirlos periódicamente.

Por el contrario, enfatiza, nuestro planteamiento es eliminar la causa para no tener efectos, mientras más equilibrio tengamos con la naturaleza, mientras más manejemos la energía con la naturaleza vamos a evitar esos productos.

Abunda en que no hay gran diferencia entre un producto químico y biotecnológico, los dos son caros, ambos traen el proceso campesino, pero a los campesinos les conviene tener una tecnología que el mismo genere, donde él es un sujeto y organiza su comunidad para el uso de esta tecnología. Esto es es fácil hacerlo en México, donde hay agricultura conocimiento y sabiduría ancestral, y con esos elementos su agricultura pasa a hacer un “farol” para los países de América Latina y el mundo.

El experto en agroecología hizo hincapié en que hoy en todos los países del mundo, incluso en los más desarrollados, hay un problema serio porque el cáncer y otras enfermedades de degenerativas crecen en forma alarmante y, en muchas de ellas, está la participación de los plaguicidas, los fertilizantes y las tecnologías que son utilizadas en la agricultura moderna. Esto acelera el cambio y la necesidad de buscar alimentos más saludable para tener una alternativa para la salud.