Casos de éxito

Conservan germoplasma de árboles con más de 500 años de antigüedad

Con el objetivo de reproducir y preservar la identidad genética de cinco ahuehuetes con más de 500 años de antigüedad, que se encuentran en la primera sección del bosque de Chapultepec en la Ciudad de México, les han extraído muestras para conservar su germoplasma.

A finales de 2016, personal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) eligió cinco ahuehuetes que se encuentran en la primera sección del bosque. Se tomaron muestras de diferentes partes del árbol con las que se pudieran trabajar para reproducirlas y se almacenaron en el Centro Nacional de Recursos Genéticos (CNRG), ubicado en Tepatitlán, Jalisco, donde se tiene una colección nacional de recursos genéticos forestales a cargo de la institución.

Éstos ahuehuetes conocidos también como sabinos (Taxodium mucronatum) que durante más de 500 años han atestiguado importantes eventos históricos son una fuente de información climática pues en su interior las capas anuales de crecimiento o anillos ofrecen datos certeros sobre sequías o inundaciones.


Una vez que ingresaron al CNRG, perteneciente al Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), comenzó el proceso de investigación y conservación del material genético.

Primero se separaron las muestras por árbol y se enumeraron del uno al cinco, posteriormente se hizo una desinfección completa para eliminar hongos o bacterias y con esto evitar que se desarrollaran microorganismos no deseados.

Finalmente se colocaron en tubos de ensayo bajo la técnica de cultivo in vitro, para mantenerlas en un ambiente controlado y con los nutrientes necesarios para que empezaran a desarrollarse.

A un año de haber sido ingresadas, el árbol con el número tres y el más longevo de los cinco (edad superior a los 580 años) ha tenido un desarrollo muy lento, casi imperceptible.

Las muestras del árbol con el número dos se multiplicaron con mayor facilidad, no obstante, comparado con otras especies como el cedro (que crece rápidamente) este ahuehuete también presenta un crecimiento lento.

Al parecer se debe a que a mayor edad de un árbol, más lento es el desarrollo. El estudio y preparación de los clones continuará por los siguientes años hasta obtener muestras con las que se pueda multiplicar y hacer más individuos.

Mientras, las yemas, hojas y ramas de estos ahuehuetes continúan en una cámara fría de entre -18° y -20°C en compañía de otras especies forestales, cuya finalidad es la conservación de la biodiversidad mexicana.

Bosque de reyes

Aunque el origen del Bosque de Chapultepec es incierto, parece que se remonta al año de 1122, cuando fue descubierto por los Toltecas.

Hacia el año de 1240 y 1279 llegaron los mexicas y luego de la fundación de la Gran Tenochtitlán lo convirtieron en un lugar mítico para celebrar rituales y ceremonias.

En su interior se edificaron templos o teocalli, además de escaleras, calzadas, y caminos bordeados por numerosos árboles, entre ellos de Ahuéhuetl o Ahuehuete por ser considerado árbol sagrado relacionado con el agua, cuyos atributos servían de guía y protección a los pueblos mesoamericanos.

El nombre de Moctezuma se perpetuó con el colosal “Ahuehuete de Moctezuma”, también conocido como “El Sargento”, por encontrarse a un costado del Castillo de Chapultepec, estructura que alguna vez albergó al Colegio Militar.

Después de la conquista, los virreyes españoles eligieron a Chapultepec como sitio de recreo y lugar para pasar las tardes de verano.En el transcurso del Siglo XX este Bosque de Chapultepec pasó por múltiples transformaciones en el ámbito cultural y arquitectónico.

Fuente: Conafor



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