Contaminación y clima causas de mortandad de manatíes
Múltiples factores como la presencia de patógenos diversos, la toxicidad de metales pesados en el ambiente, plaguicidas y las condiciones ambientales presentes en el periodo, como sequía, altas temperaturas, retraso de la época de lluvias y condiciones en agua de alcalinidad y exceso de nutrientes, provocaron la muerte de 48 manatíes en el estado de Tabasco, en meses pasados.
Lo anterior favoreció un florecimiento de algas nocivas generadoras de cianotoxinas, que ocasionó una situación de estrés y como consecuencia la muerte de los sirénidos y otras especies como pez diablo y carpas herbívoras.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) informó lo anterior derivado de la conclusión del Comité Interinstitucional para la atención de la contingencia.
Entre el 18 de mayo y 26 de octubre del 2018, se registraron 48 cadáveres de manatíes, en el estado de Tabasco, de los cuales se encontraron: 25 en Macuspana, 11 en Centla, seis en Jonuta, tres en Centro, uno en Paraíso y uno en Balancán.
El Comité para la Atención de la Contingencia, coordinado por la PROFEPA, realizó 35 estudios a muestras de organismos, agua, sedimentos y plantas, en laboratorios de instituciones públicas y centros de investigación.
Los estudios y monitoreo del área determinaron un ambiente contaminado y condiciones climáticas adversas, además de la presencia de cuatro especies de cianofíceas (algas verde-azuladas), generadoras de cianotoxinas de alta peligrosidad.
Los especialistas e investigadores identificaron factores que explican el desarrollo de numerosos florecimientos de cianofíceas a lo largo del sistema de Bitzales; encontraron como principal vía de intoxicación por diferentes especies de peces y manatíes, la alimentación como el elemento crítico.
Los registros del comité coordinado por esta Procuraduría resaltan que el 68 por ciento (33) de los hallazgos de muerte de manatíes fueron en la zona conocida como Bitzales, en los municipios de Centla, Macuspana y Jonuta, específicamente en el Río Bitzales y los arroyos Maluco y Naranjos.
La mayor incidencia ocurrió entre los meses de julio y agosto con el registro de 17 y 11 cadáveres, respectivamente. En mayo hubo cuatro, en junio 7, durante septiembre 6 y en octubre 3.
Más del 70 por ciento de los cadáveres encontrados correspondían a edad juvenil o pre adulto, con longitudes menores a los 2.60 metros.
Por ello, el 21 de junio de este año, se convocó a los integrantes de la Red para la Atención de Varamientos de Mamíferos Marinos en el Estado y conformar el Comité para la Atención de la Contingencia.
Se contó con la participación de funcionarios de los gobiernos federal y estatal, además de especialistas en las ramas de medicina veterinaria, biología, ecología, patología, toxicología, hidrología, etc., de más de 30 dependencias e instituciones.
Las hipótesis planteadas por el Comité fueron: ataque entre congéneres por época de apareamiento; Intoxicación por presencia de agroquímicos, hidrocarburos, microalgas y cianobacterias; falta de alimento y desnutrición; ejemplares contagiados con agentes patógenos, y colisiones con embarcaciones menores.
Por ello, se organizaron equipos de trabajo de campo para implementar un plan de rescate de ejemplares vivos, de monitoreo y atención inmediata de organismos vivos y muertos.
Es importante señalar que dos manatíes que se capturaron en el mes de julio estuvieron bajo cuidados en la Estación Tres Brazos de la Reserva de la Biósfera Pantanos de Centla y posteriormente fueron liberados (31 de octubre del 2018), con base al reporte técnico de los especialistas de la UJAT que atendían a los manatíes rescatados.
Además, a fin de identificar posibles fuentes de contaminación y ante exigencias de las comunidades, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) realizó la verificación de 44 instalaciones de PEMEX, en compañía de representantes de las comunidades e instituciones federales y estatales y con la Fe de hechos de Notarios. No encontró evidencias de ser fuentes de contaminación por fugas o derrames.
En la zona se aplicó programa de inspección a una plantación de palma de aceite y a 7 pequeñas empresas generadoras de residuos peligrosos, sin encontrar irregularidades o fuentes de contaminación.
También, como acción preventiva y de apoyo a la comunidad se instalaron 7 plantas potabilizadoras y habilitación de dos pozos de agua; además la SEMARNAT destinó 5 millones de pesos para empleo temporal.