Identifican compuestos antioxidantes del ciruelo cimarrón
Investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) evalúa el uso de antioxidantes de origen orgánico en cultivos de interés comercial, con la finalidad de desarrollar complementos biotecnológicos que mejoren la producción agrícola en el noroeste de México y otras regiones áridas.
Pablo Misael Arce Amezquita, profesor e investigador del Departamento Académico de Agronomía de la UABCS, detalló que actualmente identifican compuestos antioxidantes de plantas autóctonas de la región, para suministrarlos a germinados de plantas de tomate y chile serrano, con el propósito de retrasar el proceso de estrés oxidativo de los organismos.
Las plantas están equipadas con una serie de defensas para sobrevivir a condiciones ambientales extremas en su lugar de origen, entonces nosotros hacemos extractos de plantas de la región para aplicarlo a las plantas que nos interesan mejorar”, señaló Arce Amezquita.
Los antioxidantes son moléculas capaces de prevenir o retardar la oxidación de otras moléculas, generalmente sustratos biológicos como lípidos, proteínas y ácidos nucleicos.
“Las plantas se marchitan y mueren porque pasan por un proceso de estrés oxidativo que puede ser causado por muchos factores: temperaturas muy altas o muy bajas, exceso de radiación solar, sequías y suelos con alto grado de salinidad, entre otros. Estas condiciones son muy comunes en Baja California Sur, que tiene un clima árido y zonas costeras, con suelos salinos”, explicó Arce Amezquita.
Las plantas seleccionadas para el estudio tienen un precedente de uso en medicina tradicional principalmente.
En el ciruelo cimarrón (Cyrtocarpa edulis) han identificado compuestos orgánicos antioxidantes que han tenido mejor efecto en las plantas tratadas. La corteza de esta planta todavía es utilizada en comunidades rurales para tratar dolor de muelas y desinfección de encías o dientes flojos, así como heridas y erupciones en la piel.
Sostienen que muchos de los usos medicinales en los humanos recaen en las propiedades antioxidantes en altas concentraciones.
“En el estado de Baja California Sur existen miles de plantas y en teoría podrías usar una gran variedad de ellas, pero tenemos que empezar por algo y tomamos como base una lista de plantas que se utilizan en medicina tradicional, que están documentadas en el libro Medicina tradicional y popular de Baja California Sur, escrito por la doctora Rosalba Encarnación Dimayuga, profesora e investigadora de la UABCS”, detalló Arce Amezquita.
“De estas plantas, en el ciruelo cimarrón observamos alto contenido de antioxidantes, entonces estamos haciendo un extracto crudo, es decir, general, con alcohol que se volatiliza y nos permite obtener una especie de pasta —particular en esta especie—. Separamos el extracto en un recipiente y tratamos las semillas o plantas en crecimiento con el extracto para evaluar los efectos en el germinado”.
El extracto orgánico del ciruelo aplicado en semillas de tomate y chile ha mostrado reacciones elicitoras en las germinaciones, es decir, que fungen como mecanismos de defensa de la planta para protegerse de distintas condiciones que inhiben el crecimiento de la misma.
Un mayor crecimiento de las plantas es atribuido a la disminución de estrés oxidativo de los organismos, que tienen más energía para destinarlo al desarrollo y que en condiciones normales gastaría en protegerse del estrés oxidativo.
“Este resultado nos da una idea de que la planta que está en desarrollo será más vigorosa, tendrá más resistencia y quizás defensas contra patógenos, porque va a tener un metabolismo activado para resistir ataques. Creemos que si llevamos esas plantas a nivel de producción, encontraremos mayor floración y mayor número de frutos por plantas, entre otros elementos”, señaló Arce Amezquita.
En una etapa temprana del estudio, los especialistas podrán determinar si el extracto del ciruelo es útil o no para disminuir el estrés oxidativo en los germinados de interés comercial. De acuerdo con los resultados que obtengan, determinarán si es oportuno escalar el experimento a plantas desarrolladas y, por último, a cultivos agrícolas en producción.
El ciruelo cimarrón, una planta representativa de Baja California Sur
El ciruelo cimarrón es una planta endémica del sur de la península de California, también se puede encontrar en islas próximas a Baja California Sur, en el golfo de California y Pacífico mexicano.
Para el doctor Juan Fernando Pío León, especialista en etnobotánica de plantas silvestres de Baja California Sur, la presencia e importancia del ciruelo, para la vida de los pobladores de la región, se refleja —incluso— en el folclore sudcaliforniano.
“El ciruelo cimarrón es una planta simbólica; el sabor es más fuerte que otro tipo de ciruelas y los sudcalifornianos la consumen como si fuera una fruta dulce. Sobre este fruto, existe un mito muy difundido en el estado que dice que aquel que llega a Baja California Sur y consume la ciruela de El Mogote de la ensenada de La Paz, se queda a vivir ahí”, mencionó Pío León.
El ciruelo tiene usos comestibles —además de sus aplicaciones en medicina tradicional—, desde su ingesta como fruto silvestre, encurtido con chile chiltepín silvestre, deshidratado con sal, en mermelada, hasta en la elaboración de vino artesanal.
“Es una planta comestible y muy versátil, que se puede consumir de forma natural o en sus derivados, como vinos, pan saborizado, mermelada, deshidratada con sal o curtida con chiles silvestres. Está ampliamente distribuida en el estado y prácticamente en todos los climas de la región”.
El especialista mencionó que todas las plantas tienen un potencial biotecnológico; no obstante, es necesario estudiarlas para generar conocimiento que ayude a encontrar sus posibles aplicaciones.
Destacó que es importante rescatar el conocimiento sobre el uso tradicional de las plantas porque, como en la evaluación de antioxidantes del ciruelo cimarrón, pueden ser un precedente para nuevas investigaciones en campos como la medicina, la alimentación y la agricultura.
“Afortunadamente en la región hay muchas personas que aún viven en contacto con la naturaleza y el conocimiento sobre el uso tradicional de las plantas todavía es accesible. Sin embargo, las migraciones del campo a la ciudad propician la pérdida del conocimiento. Aunque la mayoría de la gente mantiene un conocimiento general, hay pocas personas que conocen a profundidad las propiedades de las plantas”.
En el estado existen, por lo menos, alrededor de 300 tipos de plantas con potencial uso biotecnológico, como las diferentes variedades de pitayas, chile chiltepín, orégano y damiana silvestre, que tradicionalmente tienen un uso comestible y son una fuente importante de ingresos para las comunidades rurales de la región
Fuente: Agencia Informativa Conacyt