Precio del carbono debe subir para incidir en cambio climático: OCDE
Si desean cumplir sus compromisos de reducir las emisiones y desacelerar el ritmo del cambio climático en el marco del Acuerdo de París, los gobiernos tendrán que subir los precios del carbono mucho más rápido, señala un nuevo informe de la OCDE.
En el informe Tasas efectivas sobre el carbono: la tasación de CO2 mediante impuestos y los sistemas de negociación de derechos de emisión (Effective Carbon Rates 2018: Pricing Carbon Emissions through Taxes and Emissions Trading) se presentan nuevos datos sobre los impuestos y los permisos de emisiones de carbono comercializables en 42 países de la OCDE y del G20 que representan alrededor de 80% de las emisiones globales.
El texto concluye que los precios actuales del carbono, a pesar de que aumentan lentamente, son aún demasiado bajos para incidir significativamente en la labor de frenar el cambio climático.
En el informe se analiza que la brecha de los precios del carbono —que compara los precios reales del carbono y los costos reales del clima, estimados en 30 EUR por tonelada de CO2— fue de 76.5% en 2018. Esto se compara favorablemente con la brecha de carbono de 83% reportada en 2012 y la brecha de 79.5% en 2015, pero aún no es suficiente.
Al ritmo actual de disminución, los precios del carbono no cubrirán los costos reales sino hasta 2095. Se requiere actuar con mucha más rapidez para alentar a las empresas a innovar y competir a fin de generar una economía baja en carbono y estimular a las familias a adoptar estilos de vida con un bajo uso de carbono.
“El abismo entre los precios actuales del carbono y el costo real de las emisiones para nuestro planeta es inaceptable” dijo el secretario General de la OCDE Angel Gurría.
“Tasar correctamente el precio del carbono es una manera concreta y rentable de desacelerar el cambio climático. Estamos perdiendo la oportunidad de dirigir nuestras economías por un camino de crecimiento bajo en carbono y perdiendo un tiempo sumamente valioso cada día que pasa.”
En el informe se miden los precios del carbono utilizando la Tasa Efectiva sobre el Carbono, que es la suma de tres componentes: impuestos específicos sobre los combustibles fósiles, impuestos sobre el carbono y precios de los permisos de emisión comercializables. Los tres instrumentos aumentan el precio de los combustibles con un alto contenido de carbono en relación con aquellos con bajo y cero contenido de carbono, lo cual alienta a los usuarios de energía a inclinarse por las opciones de bajo o cero contenido de carbono.
Según el informe, a la gran mayoría de las emisiones en la industria y en los sectores residencial y comercial no se les ha asignado precio alguno. La brecha de fijación de precios del carbono es menor para el transporte por carretera (21% en comparación con el nivel de referencia de EUR 30) y mayor para la industria (91%). La brecha es de más de 80% en los sectores eléctrico, residencial y comercial.
El análisis de los países sobre los precios del carbono de 2015 indica grandes variaciones, con brechas en dichos precios que oscilan entre apenas 27% en Suiza y más de 90% en algunas economías emergentes. Francia, India, Corea, México y el Reino Unido redujeron considerablemente sus diferencias en los precios del carbono entre 2012 y 2015. Sin embargo, en 2015 aún solo 12 de los 42 países estudiados tuvieron brechas de precios menores de 50%.
Las nuevas iniciativas de fijación de precios adoptadas en algunos países, como el régimen de comercio de emisiones de China y los renovados esfuerzos de Canadá y Francia para fijar el precio del carbono, podrían reducir significativamente estas brechas. La intensidad de carbono del PIB suele ser menor en los países con menores brechas en la fijación de precios del carbono.
Fuente: OCDE