Sembrar maíz transgénico en México será decisión de la Corte; no del Ejecutivo: Bayer
La decisión de sembrar maíz transgénico en México no está en manos del Ejecutivo Federal ni de las empresas; ésta será de la Suprema Corte de Justicia, afirmó la directora de Asuntos Corporativos para Bayer Crop Science en México, Laura Tamayo Laris.
Durante el 1er Seminario para conocer el campo de hoy, organizado por el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), recordó que existe una Demanda Colectiva contra la siembra de maíz genéticamente modificado (GM) y que en el caso de la siembra de soya se canceló el permiso porque está en litigio y son los tiempos de la Corte.
Al ser cuestionada sobre la decisión de gobierno electo de no sembrar transgénicos –como lo ha expresado el próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y el futuro titular de Agricultura, Víctor Villalobos–, Laura Tamayo manifestó que en nuestro país se siembra algodón transgénico y este cultivo no se cancelará porque el doctor Villalobos lo ha dicho públicamente.
Sin embargo, la directiva de Bayer Crop Science en México anticipó que la autorización del maíz GM es algo que no va a suceder próximamente porque está en litigio en la Corte y “ahí ni las compañías ni el gobierno ni el Poder Ejecutivo tienen ningún tipo de…no puede llegar el presidente y decir mañana se autoriza el uso de maíz genéticamente modificado, porque está con los jueces y hasta que éstos no decidan qué pasa con la demanda no va a pasar nada”.
La también vicepresidenta de Comunicación para el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) recordó que hoy México importa 97 por ciento de la soya que consume y es GM, con lo cual se quita la oportunidad de producción al agricultor mexicano, porque viene de Estados Unidos, Brasil o Argentina y el beneficio es para otro país.
De acuerdo con información de Bayer difundida en este seminario,“la comunidad científica y los reguladores de alimentos de diversos países concuerdan en que un Organismos Genéticamente Modificado (OGM) es tan seguro como su contraparte convencional” y desarrollarlo toma promedio 13 años, y cuesta alrededor de 2 mil 400 millones de pesos, desde su desarrollo hasta su introducción al mercado.
La firma transnacional –que recientemente adquirió Monsanto– destaca que entre los beneficios de algunos cultivos de maíz GM está el que pueden proteger las cosechas en condiciones de escasez de agua mejor que los cultivos producidos convencionalmente; son resistentes a insectos y enfermedades específicas de las plantas, que pueden afectar las cosechas de los agricultores; y conservan los hábitats naturales.
Por último, enfatiza que “las semillas GM pueden ayudar a los agricultores de todo el mundo a satisfacer la creciente demanda de alimentos, ayudándoles a aprovechar al máximo la tierra cultivable existente, lo que permite preservar los hábitats cercanos”.
