600 millones de personas enferman por consumo de alimentos contaminados, estima OMS

En el mundo una de cada diez personas -se calcula que cerca de 600 millones- se enferman por comer alimentos contaminados por bacterias virus, parásitos o sustancias químicas y 42 mil mueren cada año por esta causa.
Los niños menores de 5 años padecen el 40 por ciento de las enfermedades transmitidas por los alimentos, con 125 mil muertes al año, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las Naciones Unidas por primera vez celebrará el 7 de junio del 2019 el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos que tiene por objeto intensificar los esfuerzos para garantizar que los alimentos que consumimos sean inocuos.
El valor del comercio de alimentos se calcula en 1,6 billones de dólares, lo que representa aproximadamente el 10 por ciento del comercio total anual a nivel mundial.
Estimaciones recientes indican que el efecto de los alimentos nocivos cuesta a las economías de ingresos bajos y medios alrededor de 95 mil millones de dólares en pérdidas de productividad al año.
Las enfermedades transmitidas por los alimentos impiden el desarrollo socioeconómico, al agotar los sistemas de atención sanitaria y dañar las economías nacionales, el turismo y el comercio.
La mejora de las prácticas de higiene en los sectores alimentario y agrícola ayuda a reducir la aparición y propagación de la resistencia a los antimicrobianos a lo largo de la cadena alimentaria y en el medio ambiente.
La inocuidad de los alimentos contribuye a la seguridad alimentaria, la salud de la población, la prosperidad económica, la agricultura, el acceso a los mercados, el turismo y al desarrollo sostenible.
Las Naciones Unidas han designado a dos de sus organismos, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), para que lideren los esfuerzos para promover la inocuidad de los alimentos en todo el mundo.
La FAO y la OMS están aunando esfuerzos para ayudar a los países a prevenir, gestionar y responder a los riesgos a lo largo de la cadena de suministro de alimentos, trabajando con los productores y vendedores de alimentos, las autoridades reguladoras y las partes interesadas de la sociedad civil, tanto si los alimentos se producen en el país como si se importan.
“Tanto si es agricultor, proveedor agrícola, procesador de alimentos, transportista, comerciante o consumidor, la inocuidad de los alimentos es asunto suyo”, aseguró el Director General de la FAO, José Graziano da Silva. “No hay seguridad alimentaria sin inocuidad alimentaria”, dijo.
Invertir en educación en materia de inocuidad de los alimentos tiene el potencial de reducir las enfermedades transmitidas por los alimentos y generar ahorros de hasta 10 dólares por cada dólar invertido, aseguró la OMS.