Agroexportadores no necesitan dinero; sino otro tipo de apoyos: Sader
ERNESTO PEREA, enviado
-Gobierno impulsa políticas diferenciadas y uso eficiente de recursos públicos: Víctor Villalobos
-Ante falta de certidumbre en México más del 60% de empresas agroindustriales que integran el CNA frenaron sus proyectos de expansión: Bosco de la Vega
León, Guanajuato.- Ante los cuestionamientos de la máxima cúpula agroempresarial del país sobre la reducción del presupuesto en 30% para el campo en la propuesta del Ejecutivo y la baja en programas para la comercialización y exportación, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula, aseguró que “los productores que están exportando, que tienen esa gran productividad no necesitan dinero”.
En el marco del Foro Global Agroalimentario, el funcionario federal acotó que lo que este tipo de productores requieren es apoyo técnico con los bienes públicos que tiene el gobierno, acompañamiento para la exportación y en abrir nuevos mercados, “no alcanzaría el dinero, ellos ya tienen una infraestructura y un prestigio, son buenos productores”.
Hizo hincapié en que el actual gobierno apoya a todos los sectores del campo, pero se deben aplicar políticas diferenciadas de acuerdo a las necesidades de cada nivel de los productores –pequeños, medianos o grandes.
En este contexto, el presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Bosco de la Vega, aseveró que los agroempresarios “estamos muy preocupados” ante la incertidumbre en el presupuesto, la inseguridad pública que continúa en zonas rurales y la falta de definición de las políticas públicas del gobierno de la Cuarta Transformación, lo cual ya se ha traducido en que más del 60% de empresas agroindustriales que integran el CNA ––que agremia a 300 empresas y asociaciones de productores, quienes aportan 75% del PIB y 76% de las agroexportaciones– hayan frenado sus proyectos de expansión.
Expuso que el sector privado requiere certeza en el presupuesto, gobernanza e incentivos para invertir, sobre todo porque en el primer semestre creció 3.6 por ciento, aunque se espera sea menor en el segundo semestre. “Si el gobierno no te da garantías no inviertes; metes frenos”, remarcó.
El empresario cuestionó la eliminación de consejerías agropecuarias de Singapur, China, Emiratos Árabes, Canadá y Guatemala y el “inminente cierre el 31 de octubre de nuestras representaciones comerciales en China, Japón, Bélgica, Uruguay, Canadá y Francia.
Al respecto, Víctor Villalobos aseguró –en entrevista– que las consejerías agrícolas más importantes de México en el exterior se mantienen, las de Estados Unidos y Canadá, la de la Unión Europea en Bélgica y la de Japón para atender todo el medio Oriente.
Al ser cuestionado sobre la reducción para el campo en la propuesta presupuestal del Ejecutivo, Villalobos Arámbula, expuso que la Sader ejercerá el presupuesto que apruebe el Congreso “de manera trasparente y sin corrupción, sustentado en conocimiento y orientado a los productores que más necesitan”.
Respecto a la baja considerable en el presupuesto de la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca), expuso que gran parte de las bases estará descansando en la Financiera Nacional de Desarrollo y a través de esta habrá acuerdo con las asociaciones de productores en el ámbito estatal. La tarea de Aserca pasa a ser un papel más de acompañamiento y certidumbre a los productores.
Indicó que hubo una reducción de personal en la Sader de alrededor de 700 personas, en especial administrativos no técnicos.
Ante los empresarios, anotó: “sabemos que hay preocupación entre ustedes por el tema del presupuesto que será asignado a nuestro sector, pero déjenme decirles que, después de 10 meses al frente de la Sader, tengo confianza que es posible una utilización más eficiente y eficaz de los recursos, porque siguiendo la instrucción presidencial, hemos adelgazado la nómina en los altos niveles y eliminado muchos gastos innecesarios.
Incentivos no deben diferenciar a los productores
El presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Bosco de la Vega, expresó su preocupación por la reducción para el campo del 30% en la propuesta del Proyecto de presupuesto de egresos de la Federación para el año 2020 –que son 46 mil millones de pesos- comparado al presupuesto del presente año –que fue de 65 mil millones– y la eliminación de programas estratégicos para el desarrollo del sector y para elevar la productividad del campo.
Manifestó que “los incentivos no deben tener tamaños de productores, los programas deben ser incluyentes y reflejar las diferentes necesidades que existen en todo nuestro territorio y con cualquier productor, al igual que nuestros socios comerciales se debe apoyar la producción de alimentos sin importar quien la realice. Es un tema de estrategia, es un tema de soberanía nacional y alimentaria”.
El presidente del CNA afirmó que los empresarios están de acuerdo en el apoyo a los pequeños productores, una asignatura histórica pendiente; sin embargo, no se puede poner en riesgo a la agricultura comercial de nuestro país, que es la parte del sector que realmente compite con productores de otras naciones con quien México tiene relaciones comerciales en los 13 tratados de libre comercio que se tienen y con más de 50 países.
“La competencia no está aquí adentro, no es entre nosotros, la competencia está afuera con el mundo y los productores de otros países que sí reciben presupuestos multianuales, financiamiento y condiciones de certidumbre…”
El representante del CNA confió en que el Legislativo, el Ejecutivo y los que puedan considerar que la apuesta al campo es segura, significa invertir en el desarrollo, en el crecimiento, en la generación de empleos y oportunidades, generación de divisas y mayor desarrollo en las zonas rurales que son las más necesitadas, “es la mejor apuesta para mitigar la pobreza y generar condiciones de bienestar para todos”.
Bosco de la Vega manifestó que la reducción del presupuesto es lamentable, deja en una situación precaria al campo y con la falta de apoyo a la agricultura comercial se está dando un proceso de “desmantelamiento” para el sector productivo. Esto va en contra de la meta de este gobierno de llegar a la autosuficiencia alimentaria.
Consideró que el gobierno de la Cuarta Transformación no está apoyando ni cooperando con el sector empresarial, que genera gran parte de la riqueza y empleos del país y esto nos va a llevar a crecimientos negativos o devaluaciones y nosotros queremos ayudar a que eso no pase.
Transformación por encima de interés individuales o de grupo
Antes en su intervención en el foro, Villalobos dijo que la trasformación del gobierno busca convergencia de voluntades para país más justo y equitativo, por encima de los intereses legítimos e individuales o de grupo tiene que prevalecer el interés de todos.
Recalcó que el gobierno de México “respalda y respaldará a los sectores más competitivos que han convertido al país en una potencia agroexportadora, pero tiene el imperativo moral de apoyar más a quienes han sido excluidos”.
Agregó que “no podemos permitir que se siga profundizando la desigualdad entre la agricultura empresarial y mediana y la pequeña y de subsistencia, ni la desigualdad en los niveles de productividad y el acceso a los recursos financieros, a los insumos, al conocimiento, a la tecnología y a los mercados. Todo ello deriva en una enorme desigualdad en los ingresos”.
Tras destacar que somos beneficiarios de una balanza comercial agropecuaria y agroindustrial superavitaria, que en los primeros siete meses del año fue de seis mil 688 millones de dólares, el funcionario federal anotó que no se puede pasar por alto el que a consecuencia de políticas públicas de las últimas décadas México se convirtió en la principal nación importadora de varios productos básicos, entre ellos el maíz: “Distinción lamentable si se considera que somos centro de origen, domesticación y fuente de riqueza y diversidad genética de esta especie, base de la alimentación de los mexicanos”.
De igual manera, acotó, para 2016 éramos ya el segundo país importador de leche y el tercero de carne de cerdo, y en 2017 habíamos importado 31.2 millones de toneladas de granos, de los que 47 por ciento fue de maíz, 14.2 de trigo y 3.5 de arroz.
“Para satisfacer el consumo nacional, en 2017 importamos el 36% de maíz, 95% de arroz, 68% de trigo, 50% de carne de cerdo y 37% de lácteos”, indicó en su ponencia magistral denominada Una nueva visión para atender los retos en el agro y avanzar hacia la autosuficiencia alimentaria.
Villalobos puntualizó que mientras la alimentación de la mayoría de los mexicanos y sus familias continúe dependiendo de importaciones no habremos resuelto el tema de la seguridad alimentaria con soberanía.