Conocer a los volcanes ayuda a prevenir emergencias futuras
Cada volcán es distinto, su estructura, contenido y dinámica pueden decir mucho sobre las profundidades de la tierra, ayudan a entender la historia evolutiva de las erupciones y coadyuvar en la prevención de emergencias futuras.
El doctor en geología con especialidad en vulcanología José Luis Macías Vázquez, ha dedicado toda su carrera académica al estudio de la historia eruptiva de los volcanes para entender cuándo se formaron, cómo fueron sus erupciones, cuántas han ocurrido y de qué tipo, cuáles son las características del magma que las produce, entre otros.
“En 1995 hicimos el primer mapa de peligros volcánicos en el país sobre el Popocatépetl; estudiamos su historia eruptiva para saber qué tipo de erupciones podría tener en el futuro”.
José Luis Macías considera que la tarea de un vulcanólogo es muy activa, no es pasiva, cuando empezó a estudiar los volcanes no sabía del impacto social que representaban para las poblaciones que habitan en las faldas de los volcanes.
Mapa de peligros
Uno de los resultados que pueden obtener los vulcanólogos con sus investigaciones sobre la historia eruptiva de los volcanes son los mapas de peligros. Estos mapas permiten a los gobiernos, instituciones de Protección Civil y a la ciudadanía estar informados sobre las zonas que podrían estar en peligro en caso de una nueva erupción. Los mapas son la base fundamental para que las autoridades competentes ubiquen las rutas de evacuación, los albergues, etcétera, es un mapa que se conoce como mapa de riesgos, y tomen las medidas necesarias para prevenir desastres y atender emergencias.
La diferencia entre estos dos tipos de mapas (peligro y riesgo) es que en el mapa de peligros se presentan las zonas que podrían ser afectadas por erupciones futuras de diferente magnitud; mientras que en el mapa de riesgo se considera toda la infraestructura humana dentro de estas zonas (población, hospitales, caminos, puentes).
“En el caso del Popocatépetl, el monitoreo se realiza a través del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), y con especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otras instituciones se analiza el comportamiento del volcán en el seno de un comité científico. Existe el monitoreo de otros volcanes activos del país (Volcán de Colima), así como sus comités científicos; en cada caso el monitoreo es distinto de acuerdo al peligro que representa cada volcán. Por el peligro que representa para varias grandes ciudades del centro de la república, incluida la Ciudad de México, el Popocatépetl es el volcán más monitoreado del país”.
El doctor en geofísica y física espacial de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), unidad Morelia, Luis Antonio Domínguez Ramírez señala que el riesgo de un volcán depende del número de personas viviendo cerca y el tipo de erupciones que produce.
El volcán Tacaná
“Actualmente tengo un proyecto de investigación financiado por el Fondo de Problemas Nacionales del Conacyt, sobre el volcán Tacaná. Este volcán es muy particular porque representa uno de los límites geográficos entre México y Guatemala. Después del Popocatépetl, es el volcán que más afectaciones podría causar porque más de 350 mil personas habitan a su alrededor, incluida la ciudad de Tapachula”, menciona José Luis Macías.
El volcán Tacaná tiene ese nombre porque deriva del vocablo mame que significa “casa de fuego”, mide cuatro mil 60 metros sobre el nivel del mar y representa el punto final al sur de la Sierra Madre de Chiapas. Se encuentra dentro de lo que se denomina el Corredor Biológico Mesoamericano por su riqueza biológica, con especies como pajuil (Penelopina nigra), cotorrilla (Bolborhynchus lineola), chupaflor montañero (Lampornis viridipallens), trogón tricolor (Trogon collaris) y bobo serrano (Aspatha gularis).
Su importancia biológica es muy relevante pero también lo es socialmente por el riesgo que representa para las poblaciones. Por eso el doctor José Luis Macías hace hincapié en la investigación que se debe realizar en el volcán como forma de prevención de riesgos futuros.
“Recordemos la erupción del volcán de Fuego en Guatemala ocurrida el 3 de junio de 2018, la población estaba habitando las zonas después del quiebre de la pendiente del volcán, las consecuencias fueron catastróficas. En el volcán Tacaná hay personas viviendo incluso en el cono volcánico y también en el quiebre de la pendiente, por lo que ante una nueva erupción estos pobladores estarían ante un riesgo muy alto”.
Los volcanes
“Los volcanes pueden producir diferentes fenómenos como lluvia de ceniza, ríos de lava, nubes incandescentes como las ocurridas en el volcán de Fuego de Guatemala. Los volcanes como el de Colima tienen una cúpula de roca o tapón en su cráter que obstruye la salida del magma, cuando este magma alcanza suficiente presión y supera la presión de la roca que le obstruye el paso, el magma se rompe en pedazos y sale disparado a altas temperaturas (> 800 °C) y velocidades supersónicas como fragmentos de piedra pómez, ceniza, gases y rocas del cráter”.
El doctor José Luis Macías menciona que este tipo de fenómenos ocurre frecuentemente en el volcán Tacaná y que han ocurrido en el pasado (hace 1950 años), por lo que actualmente cuenta con un proyecto de investigación del Conacyt de Problemas Nacionales para realizar el mapa de peligros de este volcán que ayude a conocer las zonas que podrían ser afectadas por erupciones futuras.
Señala que cuando ocurren erupciones explosivas como la de Fuego de Guatemala, las barrancas son zonas muy peligrosas porque son los lugares por donde los flujos incandescentes descienden movidos por la gravedad. En ese caso, es mejor optar por colocarse en partes altas o detrás de acantilados de roca.
Tipos de erupciones
Existen muchos tipos de erupciones pero se pueden clasificar en dos grandes grupos: efusivas y explosivas.
“Las explosiones efusivas se dan en aquellos volcanes que tienen una cámara magmática y un conducto volcánico por donde la lava puede ascender hasta el cráter, e inclusive formar un lago de lava en su interior (como la erupción actual del Kilauea en Hawaii). Este tipo de erupciones permite que el magma fluya en la superficie como un río de lava que cuando se detiene se enfría y solidifica hasta convertirse en roca. Estos lugares se conocen como malpaís; de estas rocas se producen los molcajetes”, afirma José Luis Macías.
Las erupciones explosivas son aquellas en las que el magma está sometido a presión por debajo del tapón que obstruye su salida, como en el volcán de Colima. El magma está hecho de líquido y gases, cuando los gases se separan del líquido, aumentan la presión del magma hasta reventar el tapón que obstruye el cráter. Cuando esto ocurre, el magma se rompe en pedazos formando pedazos de pómez, ceniza, gases, formando flujos piroclásticos o columnas de ceniza.
En los mapas de peligro se consideran todos los fenómenos que puede producir un volcán a su alrededor, información vital para las comunidades que los habitan.
Fuente: Agencia Informativa Conacyt