En México 60 mil personas fallecen al año por consumo de tabaco
En México, alrededor de 60 mil personas fallecen al año (entre 165 y 180 defunciones diarias) como consecuencia de enfermedades asociadas con el consumo de tabaco, según estadísticas de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud.
Desde 1987, el 31 de mayo de cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados mundiales celebran el Día Mundial Sin Tabaco. La campaña anual es una oportunidad para concienciar sobre los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco ajeno, y para disuadir del consumo de tabaco en cualquiera de sus formas.
La campaña 2019 del Día Mundial Sin Tabaco se centra en “el tabaco y la salud pulmonar” y servirá para concienciar sobre las consecuencias negativas para la salud pulmonar de las personas que tiene el tabaco, que van desde el cáncer hasta enfermedades respiratorias crónicas; y el papel fundamental que desempeñan los pulmones para la salud y el bienestar de todas las personas.
También pretende que sea un llamamiento a la acción, ya que en ella se aboga por políticas eficaces para reducir el consumo de tabaco y se implica a las partes interesadas de múltiples sectores en las actividades de control del tabaco.
Guadalupe Ponciano, coordinadora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo, de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, indicó que “es un problema grave de salud pública, porque los fumadores pueden desarrollar múltiples padecimientos no transmisibles como enfermedad pulmonar obstructiva crónica; afecciones cardio y cerebrovasculares; y cáncer de pulmón”.
Según la última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017, en nuestro país hay más de 15.6 millones de fumadores, y el grupo más vulnerable es el de jóvenes de 12 a 15 años de edad, y tanto hombres como mujeres fuman tabaco por igual.
La edad promedio a la que se comienza a fumar es a los 13 años, dato importante porque en ese periodo el aparato respiratorio aún es inmaduro para resistir los tóxicos del tabaco. Además, el sistema nervioso central concluye su maduración alrededor de los 21 años, y fumar afecta su desarrollo.
La académica resaltó que en el mundo unos 165 mil niños mueren antes de cumplir los cinco años por infecciones en las vías respiratorias, causadas por humo de tabaco ajeno. Se convierten en fumadores pasivos cuando uno de los padres, o ambos, fuman y exponen a los pequeños a siete mil sustancias químicas, de las cuales 250 son altamente tóxicas para el ser humano, y 70 productoras de cáncer.
Está demostrado que los hijos de fumadores comienzan con esa actividad desde temprana edad, pues ver a sus padres hacerlo modifica su percepción de riesgo; es decir, no les parece que sea tan grave. “Se recomienda que los adultos busquen ayuda profesional para dejar el cigarro y convertirse en un ejemplo para sus pequeños”, subrayó.
Para erradicar el tabaquismo del país, Guadalupe Ponciano propuso abordar este tema en los libros de texto, en escuelas primarias y secundarias, e hizo un llamado para que las secretarías de Salud y de Educación Pública lleven a cabo campañas para promover información científica sobre el tema, dirigidas a niños y adolescentes.
En México existen 11 estados que cuentan con una ley para el control del tabaco, que protege a las personas del humo de cigarro en espacios públicos cerrados. “Sin embargo, no se cumple como debería”.
Por ello, recomendó planear campañas distintas: “para quienes no han comenzado a fumar deberán efectuarse estrategias de prevención; para los fumadores, fomentar tratamientos para dejar de hacerlo, y para los exfumadores, programas para evitar la ansiedad después de haber fumado por varios años y evitar que recaigan”.
Al referirse a los cigarros electrónicos como alternativa para dejar de fumar tabaco, advirtió que son una mala elección, pues tienen en el vapor tóxicos altamente irritantes, incluso sustancias productoras de cáncer, que resultan del calentamiento del e-líquido que está compuesto por propilenglicol, etilenglicol, glicerina, alcohol etílico y diversos colorantes y saborizantes, además de nicotina.