Identifican moléculas para disminuir dolor ante estrés crónico
El estrés crónico genera cambios en las sustancias químicas relacionadas con la función de las neuronas, esto se traduce en alteraciones del sueño, ansiedad, depresión y un aumento de la percepción del dolor. Estudiar dichos efectos en la salud resulta necesario, en especial porque la población de las ciudades está expuesta, diariamente, a diferentes situaciones que resultan estresantes.
Vinicio Granados Soto, del Departamento de Farmacobiología de la Sede Sur del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), identificó que al bloquear a una de las moléculas encargadas de alertar al organismo ante un daño potencial o a su receptor, se puede disminuir el dolor ocasionado por el estrés crónico.
El investigador, junto a su grupo de trabajo, descubrió que al inyectar glicirricina, una molécula que se encuentra en la raíz de la planta llamada regaliz (utilizada como edulcorante), se redujo el dolor en el modelo animal que formó parte del estudio.
La sensación dolorosa también disminuyó al aplicar una proteína (anti-HMGB1), la cual reconoce específicamente a la molécula en cuestión y a LPS-RS capaz de inactivar a su receptor.
El estrés puede ser definido como una condición sicológica caracterizada por la falta de información para prevenir eventos futuros con una sensación de no de control y ansiedad ante una amenaza real o imaginaria. Dicho proceso tiene tres elementos: el estresor, la percepción del estrés y la reacción del organismo a éste.
A la fecha no existe tratamiento para este tipo de dolor, ni para el producido por la fibromialgia, sin embargo, estos resultados podrían contribuir a localizar posibles blancos terapéuticos y desarrollar analgésicos eficaces, puntualizó el especialista en el estudio de los mecanismos a través de los cuales el cerebro detecta, transmite y percibe las señales dolorosas.