México puede lograr la autosuficiencia y soberanía alimentaria
“Tener un pedazo de tierra donde producir los alimentos no tiene precio, es identidad” afirmó el campesino y chinampero Felipe Barrera, durante su participación en el Foro sobre Bioseguridad Integral para el Bienestar, organizado por la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad para los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem).
Felipe Barrera describió cómo redescubrió la tradición chinampera de sus antepasados. Explicó que no fue fácil, pues luego de alejarse varios años, regresó a Xochimilco y se encontró con un panorama desolador: el lago contaminado y tierras infértiles, destruidas por los agroquímicos. Eso lo motivó a actuar, organizarse e iniciar una lucha en defensa de los cultivos tradicionales en chinampas.
En compañía de mujeres y hombres de su comunidad y en colaboración con varios académicos, empezaron a sistematizar ambos conocimientos -el científico y el tradicional- y a trabajar la tierra que alguna vez había dado de comer a su familia, utilizando insumos locales. Contó que lo lograron y que la chinampa volvió a ser productiva y empezaron a cosechar alimentos para autoconsumo. Posteriormente, iniciaron un modelo de venta en diferentes regiones del país.
Durante el Foro especialistas reflexionaron en torno al tema “Soberanía, Autosuficiencia y Seguridad Alimentaria”. Presentaron propuestas que involucran el rescate del campo mexicano y los caminos viables para lograr la soberanía y autosuficiencia alimentaria.
El investigador y especialista en cultivos de maíz, Víctor Turrent Fernández, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), mencionó que el país importa 17 millones de toneladas de maíz al año, a pesar de que es una planta nativa mexicana.
Detalló que el sector campesino cultiva tierras de calidad marginal y emplea tecnología de producción con uso reducido de agroquímicos, además de que por lo general su producción es para autoconsumo. Mientras, el sector empresarial trabaja con técnicas y maquinaria industrial, cuenta con servicios de investigación, tiene acceso a créditos financieros y su objetivo es la comercialización del grano en mercados nacionales e internacionales.
Turrent Fernández aseguró que el contraste entre ambos modelos de producción de maíz (campesino e industrial) recrudece la desigualdad en el sector agrícola nacional. Señaló que esto deriva en obstáculos que impiden lograr la autosuficiencia y la soberanía alimentaria y añadió que el panorama se ha complicado si se agregan factores como el cambio climático y la perennidad del maíz.
Explicó una propuesta de cultivo agroecológico y sustentable que desarrolló en colaboración con el INIFAP y el Colegio de Postgraduados, llamada Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF, por sus siglas) y que consiste en una tecnología multiobjetivo, compatible con la agricultura campesina, orgánica y convencional. También comentó que la técnica MIAF ha sido adoptada en el proyecto Sembrando Vida del gobierno federal.
Finalmente, en representación del subsecretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez, Mariel Zamora Nava dio a conocer las acciones en política agroalimentaria realizadas por la Sader para transitar hacia un nuevo sistema agroalimentario justo, en el que se impulse la producción de alimentos saludables y con alta calidad nutrimental, así como la promoción de una alimentación sana, tanto entre la gente del campo como entre la población en general.
Destacó que, para lograr la autosuficiencia alimentaria, la Sader contempla la inclusión de todos los sectores productivos y sociales, así como la transición hacia sistemas agrícolas y alimentarios sustentables, sin utilizar semillas transgénicas.
Para finalizar, la funcionaria enfatizó que México tiene los conocimientos y la tecnología para lograr la soberanía y autosuficiencia alimentaria que demanda el país.