Opera planta desalinizadora de agua de mar para uso agrícola en el Valle de San Quintín
La actividad agrícola en San Quintín es la principal fuente de empleos directos e indirectos, sin embargo, ante la sequía ocurrida de 1985 hasta 2015, la superficie destinada a la agricultura disminuyó 72 por ciento -pasó de 28 mil a 7 mil 889 hectáreas-.
La condición desértica del valle hace necesaria la búsqueda de nuevas opciones de irrigación que permitan el crecimiento ordenado de la actividad agrícola, sin una afectación al medio ambiente o a los mantos acuíferos de la zona.
Ante esta situación y con la visión de trabajar hacia un crecimiento sustentable de la actividad agrícola en el Valle de San Quintín, Baja California, BerryMex puso en marcha la primera planta desalinizadora de agua de mar en su tipo en América, que permitirá la irrigación integral de los campos de cultivo de la empresa, respetando los mantos acuíferos y el entorno ecológico de la región.
Con ello, esta el compromiso de tener un impacto positivo para los habitantes del Valle de San Quintín, trabajando por un desarrollo sostenible y con una visión de largo plazo que resulte en derrama económica y generación de nuevos empleos dignos en la región.
El proyecto, cuya planeación inició desde 2012, integra la participación de docenas de expertos en el desarrollo de infraestructura sustentable y en mitigación del impacto al medio ambiente. El estudio geofísico fue realizado por el Instituto de Ingeniería de la UNAM y el de impacto ambiental por Laguz Consultores, empresa dedicada a la consultoría ambiental.
El diseño de la planta de osmosis inversa lo realizó World Water; la obra civil corrió a cargo de OLA Construcciones. Además, la Planta Desalinizadora Chapala cuenta con paneles solares cuyo diseño e instalación estuvieron a cargo de NEWEN Energías Alternas
El proceso de desalinización que incorpora este proyecto redefine los mejores estándares de manejo sostenible de energía, ya que se realiza a través de una serie de membranas que remueven las partículas de sal a través de un proceso completamente físico denominado Osmosis Inversa, el cual separa la sal del agua utilizando alta presión. La planta no incorpora tecnologías de desalinización por calor.
Actualmente la planta ya es alimentada parcialmente con paneles solares. Se busca crecer el uso de dicha tecnología en el futuro, BerryMex ha asumido el compromiso de cumplir con los Acuerdos de París para reducir las emisiones de carbono como un eje toral en la planeación de sus proyectos de infraestructura.
Esta planta produce un flujo de 225 litros por segundo (lps), mientras que, a mediano plazo, aumentará su capacidad a 338 lps. Los residuos de agua de alta salinidad se inyectan en el subsuelo a 130 metros de profundidad, para que la tierra realice un proceso natural de decantado y ésta regrese al mar sin afectar el ecosistema.
El crecimiento económico de San Quintín está íntimamente vinculado a la obtención sustentable del agua, dado que las zonas costeras de Baja California se caracterizan por un nivel bajo de precipitaciones. La operación de esta planta contribuye sólidamente a la economía y la preservación del medio ambiente regional, comenta Willie Hedrick, VP Operaciones Baja de BerryMex.
Es importante destacar que el cultivo de berries ha colocado a México como uno de los epicentros internacionales de producción -segundo productor a nivel global- con un valor de exportación que superó los mil 700 millones de dólares en 2016 y un crecimiento anual en el valor de las exportaciones de 17 por ciento de 2008 a 2015.