Ciencia y Tecnología

Pesca ilegal nos afecta a todos

Con la salud de nuestros océanos en juego, la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) se ha convertido rápidamente en un problema monumental. El término “pesca INDNR” se usa para cualquier actividad pesquera que se realiza fuera de la ley. Existen muchos tipos de pesca INDNR, por ejemplo, pescar sin licencia o autorización, no informar con precisión el pescado capturado, pescar en áreas no permitidas y capturar o vender especies prohibidas. La pesca INDNR ocurre en el momento en que los pescadores y sus barcos no cumplen con los requisitos establecidos por las leyes regionales, nacionales e internacionales que rigen la industria pesquera.

La pesca INDNR no solo sustrae a los océanos del mundo 26 millones de toneladas de productos pesqueros al año, con pérdidas financieras que llegan a los 23 mil millones de USD al año, sino que también afecta gravemente a los medios de subsistencia de los pescadores, agrava la pobreza y contribuye en gran medida a la inseguridad alimentaria.

Por primera vez, tenemos los medios para acabar con la pesca ilegal, gracias al Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto (AMERP) y otras herramientas internacionales. El AMERP está diseñado para detener la pesca INDNR, con la mejora de las inspecciones en los puertos de los buques de pesca extranjeros señalados de haber infringido potencialmente las leyes de pesca. Se trata del primer acuerdo internacional vinculante orientado específicamente a la pesca INDNR. Casi todo el pescado capturado por barcos extranjeros llega a los mercados a través de un puerto. Esto significa que los controles portuarios –cuando se realizan de forma correcta– pueden ser muy eficientes para combatir la pesca ilegal. El acuerdo ayuda a regular los barcos pesqueros que pasan por los puertos, mejora la cooperación regional e internacional y bloquea el flujo de la pesca INDNR en los mercados nacionales e internacionales.

Todos los años se sustraen del mar más de 23 000 millones de dólares EEUU en alimentos marinos, lo que equivale a uno de cada cinco pescados vendidos. En particular, la pesca INDNR afecta negativamente a las áreas con menor gobernanza o capacidad de vigilancia, debilitando en especial la pesca en pequeña escala en muchas de las regiones más vulnerables del mundo. Y, con demasiada frecuencia, la pesca ilegal está ligada a otras actividades ilícitas, como el trabajo forzado y otras violaciones de derechos humanos con efectos adversos en los trabajadores de la industria pesquera y sus comunidades. Combatir la pesca ilegal contribuye al desarrollo y el empoderamiento de las personas que dependen de los océanos para obtener sus alimentos e ingresos.

Debido a sus consecuencias devastadoras, la pesca INDNR nos preocupa a todos. Supone una grave amenaza para la salud de nuestros océanos y daña los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria de quienes dependen de ellos. Para ponerlo en perspectiva, la pesca y la acuicultura emplean en la actualidad a 56 millones de personas. Además, hay mucha más gente que trabaja en actividades relacionadas, como la manipulación, procesado y distribución. En total, la pesca y la piscicultura sostienen los medios de subsistencia y las familias de entre 660 y 880 millones de personas, ¡equivalente al 12 por ciento de la población mundial.

Afortunadamente, la colaboración internacional y las nuevas tecnologías nos están ayudando a progresar en el control de las actividades de la pesca INDNR. La colaboración de los Estados en el intercambio de información es una de las formas más eficaces de luchar contra la pesca ilegal.

FAO

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