Ante los bajos precios del café en los mercados internacionales y los impactos del cambio climático en los cafetales de la región de Centroamérica, que propicia la expulsión de migrantes, México propone establecer un “precio de garantía” o preferencial que permitan darle rentabilidad a los productores.
Así lo planteó el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula, quien indicó que hoy en día precio del quintal de café en el mercado internacional es muy bajo y se ubica alrededor de 80 dólares, cuando un precio justo para el agricultor debería oscilar entre los 115 y 120 dólares.
En el marco de la Reunión de Alto Nivel sobre Migración, Desarrollo y Seguridad Alimentaria en Mesoamérica, realizada en las instalaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el funcionario federal expuso que una parte importante de la expulsión de migrantes en Centroamérica tiene que ver con el cambio climático, porque hay problemas de sequía muy grave y en esta región hay más de 600 mil familias que viven del café, por lo que un problema que altere la cosecha del aromático, que es un amortiguador social al demandar mano de obra, lo que esta haciendo es expulsar a la gente, que no tiene ingresos.
Por ello, Víctor Villalobos remarcó que una parte importante de la solución al problema migratorio debe atender el cultivo de café y contemplar un esquema que nos permita mejorar el precio, que hoy esta muy abatido, lo cual permitiría en una forma relativamente sencilla contener –en su lugar de origen– una parte importante de la población.
En entrevista lanzó la propuesta de establecer un precio de garantía o preferencial al café centroamericano que debería estar negociado en los mercados internacionales, porque además el café de la región es de muy buena calidad y ahora tiene un precio muy bajo. Esto permitiría a los productores ser competitivos y podrían ayudar retener la migración.
De acuerdo con un estudio del IICA se estima que en Centroamérica hay 1.8 millones de personas laboran en la cafeticultura, por lo que es de suma importancia económica para la región al ser uno de los principales cultivos de exportación agrícola. “El trabajo relacionado con el café es una fuente decisiva de ingresos para los hogares de áreas rurales de los países de la región, lugares donde las oportunidades de diversificación de medios de vida y cultivos no son abundantes. A pesar de que la producción de café ha decrecido en su participación en el PIB, las plantaciones cubren más de un millón de hectáreas”.
También resalta que la gran mayoría de las fincas de café pertenecen a productores de pequeña escala, quienes sufren difíciles condiciones de vida, aunque en algunos casos los grandes y medianos productores tienen participación importante de la producción.
Además, “el café representa 9% del valor de las exportaciones de Centroamérica; sin embargo, en los casos de Nicaragua y Honduras esta participación es mayor .
De ahí la importancia de que El Salvador, Guatemala, Honduras y México impulsen un Plan de desarrollo integral para atender a las zonas rurales, en especial aquéllas dedicadas a la cafeticultura, como se menciono en la reunión.
En este marco, Víctor Villalobos puntualizó que el éxodo de un gran porcentaje de los migrantes está asociado a la crisis del sector cafetalero por la baja del precio del café, es por ello que para revertir esa situación se trabajará conjuntamente en fortalecer la competitividad en la región con acciones de mejoramiento genético, innovación y mecanización de pequeños cafetales, transferencia de tecnologías para mitigar brechas, mejorar resilencia y abatir costos de producción.
Además, se instrumentarán esquemas de promoción en consumo de café en países incipientes pero potenciales compradores -como China, financiamiento de largo plazo para renovación de cafetales y encadenamiento productivo así como saneamiento de carteras vencidas, campañas sanitarias y sistemas de alerta temprana.
Subrayó que el Plan de Desarrollo Integral está enfocado a crear proyectos productivos en el sector rural de Centroamérica, generadores de empleo y bienestar en la población, así como para contrarrestar el fenómeno migratorio en la región.
