Tren Maya e industrias “coronan” despojo del territorio maya
Los megaproyectos construidos en la región maya de México se basan en el despojo y el Tren Maya forma parte de lo mismo, aseguraron representantes de comunidades mayas y organizaciones civiles.
En los últimos 30 años cuatro sectores económicos vinculados a los megaproyectos han crecido más allá de las necesidades de los habitantes de esa región: inmobiliario, turístico, agroindustrial y energético.
Para visualizar como estos proyectos se han extendido en toda esta zona el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS) y Geocomunes presentaron una herramienta de visualización cartográfica en línea. A través de esta herramienta se puede ver el avance sobre los ecosistemas, los territorios indígenas y campesinos de la región.
También se puede observar que en 28 años la superficie urbana en la península creció de 48 mil a 75 mil hectáreas, de las cuales 30 por ciento son tierras ejidales. Los ejidos más afectados por la expansión urbana son Isla Mujeres, Playa del Carmen y A. Bonfil que coinciden con el crecimiento de Cancún y Playa del Carmen.
En Quintana Roo existen 7 mil 227 hectáreas de superficie hotelera y 85 kilómetros de litoral urbanizado entre Cancún y Tulúm. En tanto que el volumen de agua subterránea concesionada para hoteles representa 50 por ciento del volumen total en Quintana Roo con 555 millones de metros cúbicos.
En 2016, se autorizaron cuatro proyectos de generación de energía eólica y cinco de energía solar. La superficie que ocuparán será de 10 mil hectáreas para parques eólicos y 3.8 mil hectáreas para parques fotovoltáicos, de los cuales 30 por ciento esta ubicado en tierras ejidales.
A pesar de los años los indígenas mayas siguen viviendo el despojo, ahora por las grandes empresas como las inmobiliarias, que no solo los despojan de su territorio sino de su lengua y su cultura, aseguró Pedro Uc del municipio de Buctzotz, Yucatán.
Pidió respeto a su forma de vida y consideró que la consulta del Tren Maya, realizada por el gobierno federal, fue amañada y que solo sirvió para legitimar los proyectos, aseveró.
Los megaproyectos eólicos y fotovoltaicos se han instalado en tierras ejidales. Con la llegada de estas actividades a las que llaman desarrollo, nos arrebatan la tierra, nos engañan. Se han talado miles de hectáreas de árboles para instalar parques eólicos. Los menonitas han convertido en desierto a las selvas altas para la siembra de soya transgénica. Las granjas de hasta 50 mil puercos descargan la suciedad a sus cenotes, afirmó Pedro Uc.
El activista Ángel Sulub, de Quintana Roo, aseguró que el Tren Maya “viene a coronar esa serie de despojos a la Península de Yucatán”. Cuestionó cómo las comunidades de la entidad pasaron a depender económicamente del turismo, luego de que su actividad en las milpas fue desplazada por la política de acumulación de riquezas para empresas ajenas a la cultura maya.
Estos desarrollos han dividido a las comunidades, pues hay quienes se convencen de vender sus terrenos, dijo Wilma Esquivel Pat, habitante de Carrillo Puerto en Quintana Roo.
Mencionó el caso de Bacalar donde existen un crecimiento muy grande, cada día hay más gente de fuera con lo que se esta perdiendo la identidad de la comunidad.
En Bacalar, dijo, hay actualmente 12 mil habitantes y quieren construir viviendas para unas 50 mil personas.
Con la idea del Tren Maya cada día se esta vendiendo y encareciendo el territorio. Este desarrollo mercantiliza nuestra identidad y cultura, nos vuelven objeto de comercio. En las ciudades somos las personas que sirven, no tenemos calidad de vida. Son ciudades para extranjeros no para nosotros y esto se esta agravando con la idea del tren, señaló Esquivel Pat.
Sergio Madrid, director ejecutivo del CCMSS mencionó que la demanda de tierras de parte del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para el Tren Maya ha generado divisiones entre los ejidos de la Península de Yucatán .
“Fonatur está en un proceso de adquirir tierra para el Tren Maya no solo para las vías, sino es un proyecto inmobiliario. Esto está generando división y especulación en las comunidades. Hay un proyecto del Tren Maya para construir subcentros de 50 mil habitantes”.