Agronegocios

4 grandes variables que tendrá el comercio mundial, incluído el alimentario

Aislamiento territorial, caída de precios del petróleo, mayor proteccionismo comercial, recesión mundial, cadenas globales de valor quebradas, bioenergías poco viables y demanda estancada, todos estos factores afectan el acceso a mercados, especialmente los agroalimentarios.

El nuevo contexto internacional está caracterizado por dos variables: la alta incertidumbre y alto nivel de desorden. El escenario mundial cambió de un comercio internacional administrado, con los acuerdos comerciales como referencia, a un comercio ultra administrado, donde se visualizan cuatro grandes variables, de acuerdo con el economista y presidente de la Cámara Argentina de la Industria Aceitera y Centro de Exportadores de Cereales, Gustavo Idígoras.

1.- Habrá mayores barreras técnicas, sanitarias y ambientales, con la consecuencia que muchos gobiernos intentan restringir el ingreso de productos importados, tanto de bienes como de servicios, y donde se visualizan para el comercio internacional de alimentos mayores desafíos. 

2.- Se observa una tendencia internacional de favorecer la producción y el consumo locales.

3.-La forma de administrar la pandemia tendrá efectos directos, y probablemente divida a los países entre aquellos que administran bien, por lo tanto, considerados confiables, favoreciendo el comercio con ellos, de aquellos países no confiables.

4.- Las cadenas globales en un mundo ultra administrado tendrán mayores problemas o dificultades para mantenerse y actuar de la misma forma que lo hacían en la última década. Por lo tanto, es muy probable que tengamos sustituciones de esas cadenas globales por cadenas regionales de valor. 

El también profesor de la Universidad Tres de Febrero y de la Universidad de Buenos Aires, acotó que está situación de comercio ultra administrado también está muy vinculada con la guerra comercial y tecnológica entre las dos grandes potencias del mundo: China y Estados Unidos. Claramente a esto se suma una nueva variable: la sanitaria.

Ahora –agregó– hay que empezar a pensar en este trípode de aspectos comerciales, tecnológicos y sanitarios. En este contexto, se verán efectos directos en la reconformación de alianzas y litigios internacionales y va a darse una reconstitución de las cadenas globales de valor, que a mi entender van a ser bipolares (división en el mundo para formar parte de alianzas con ambas potencias), particularmente en los sectores de tecnologías digitales, medicamentos y alimentos.

Gustavo Idígoras destacó que la forma en la cual los países puedan ser parte de estas cadenas globales bipolares será estratégica y podrá definir el futuro del comercio internacional de alimentos y bioenergías de nuestros países. 

Comentó que el sector de alimentos y agropecuario está teniendo consecuencias directas, con la caída de los precios internacionales, principalmente el maíz, afectado por el precio del petróleo y el uso menor de los biocombustibles. 

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