Productores agrícolas de las alcaldías de Tláhuac y Xochimilco, iniciaron la comercialización de 4 mil 620 toneladas de romeritos, por lo que invitan a los capitalinos a adquirir este producto nativo de México.
El romerito es un quelite (del náhuatl quilitl, hierba comestible) que puede cultivarse en suelos salinos. Su ciclo de producción es de dos meses, por lo que los productores iniciaron la siembra en octubre para cosecharlos durante diciembre.
La productora Adriana Galicia López, del Ejido de San Andrés Mixquic invita a la ciudadanía a consumir romeritos para continuar con la tradición además porque de eso dependen las familias de todos los campesinos del lugar.
Galicia López manifestó que se siente satisfecha de que las mujeres también se involucren y saquen adelante las producciones no sólo de romeritos sino también de verduras que se producen en San Andrés Mixquic.
La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la CDMX, a través del programa Altepetl, que cuenta con un presupuesto histórico anual de mil millones de pesos, otorgaron 911 apoyos económicos a productores agrícolas que se dedican a la producción de romeritos tan solo en el poblado de San Andrés Mixquic.
Además apoya a los productores de romeritos de Tláhuac y Xochimilco con jornales, materiales, semillas y capacitación para mejorar la producción y para que perdure el cultivo sustentable.Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr), apoya el fomento de la producción y comercialización de esta planta nativa de México y que se consume en la temporada navideña.
En tanto, Miriam Pineda Núñez, también productora de romeritos en Tláhuac, precisó que el cultivo de esta planta es un trabajo que se hereda a la familia: “Trabajar en el campo me lo heredó mi papá, nos enseñó a trabajar tanto a mí como mujer, a mis hermanas, a mis hermanos, me agrada mucho trabajar aquí en el campo. Los romeritos son muy ricos en mole, con camarones, además de ser muy nutritivos, son sabrosos”.
La Sedema señala que al comprar directamente con las personas productoras, en este caso de romeritos, se contribuye a incrementar la demanda de productos cultivados en la ciudad, se recupera la dieta tradicional, se apoya al campo y, sobre todo, la economía local.
