La primera Escuela de Campo (ECAS) en finca arrocera del proyecto “Apoyo a la formulación de Acciones Apropiadas de Mitigación en la Agricultura Centroamericana” inició operaciones en Panamá.
Las sesiones reúnen, por grupos, a 250 panameños productores de arroz (225 hombres y 25 mujeres), quienes cursarán 10 ECAS sobre prácticas relacionadas con la Agricultura Sostenible Adaptada al Clima (ASAC). Un esfuerzo similar se realizará, también, en El Salvador en ganadería sostenible.
Previa estructuración, tres fincas pilotos están listas para convertirse en un medio facilitador de enseñanza basada en demostraciones. Los técnicos, encargados de impulsar las Escuelas de Campo (ECAs), utilizarán el método “aprender-haciendo” y la experiencia técnica del IICA, para brindar asesoría en la pequeña agricultura.
En Panamá, se establecerán cultivos piloto en las provincias de Veraguas, Chiriquí, Coclé, Los Santos y Panamá Este, regiones que representan el 76.55% del área arrocera del país.
El trabajo demostrativo en esas áreas facilitará el acceso de productores de todo el país, para propiciar el escalamiento de la experiencia a nivel nacional, contando con el trabajo en equipo de técnicos del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA).
El aprendizaje de diferentes metodologías en el cultivo de arroz, bajo prácticas de mitigación, con técnicas amigables al clima y con reducción del carbono, garantizan el fortalecimiento de capacidades.
Los resultados que deriven de las nuevas prácticas impulsarán la toma de decisions y actividades complementarias al desarrollo de una agricultura baja en emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Personal técnico del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), Instituto de Investigaciones Agropecuarias (IDIAP), Ministerio de Ambiente (MIAMBIENTE) y otras instituciones del gobierno obtendrán nuevos conocimientos en el proceso, porque las ECAS poseen una incidencia de doble vía en términos didácticos.
Las Escuelas de Campo constituyen un sistema de trabajo sencillo, participativo e inductivo, diseñado para descubrir el conocimiento por observación, con preguntas y respuestas; donde el campo es la principal fuente de aprendizaje, denotando -en el territorio- los problemas y, también, las soluciones para los agricultores y las agricultoras. La metodología permite validar, en conjunto con los participantes, las mejores técnicas aplicables a cada situación específica en su realidad, para el manejo adecuado de los sistemas agrícolas.
