Desarrollan y patentan herramienta para control de plagas
Luego de una investigación para el control de insectos descortezadores en bosques de coníferas, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y la Universidad Autónoma Chapingo desarrollaron y patentaron una herramienta para el manejo y control de esta especie.
El otorgamiento de la patente fue por el modelo “Dispositivo descortezador mecánico acoplable a motosierra, para el manejo y control de insectos descortezadores de coníferas, así como para descortezar trozas con fines maderables” tramitada ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
La innovación de este modelo consistió en un dispositivo mejorado en la parte ergonómica (mayor comodidad y seguridad para quien la use) como en la parte mecánica donde se adicionaron elementos que permiten mejorar el tiempo de trituración de las cortezas de los árboles y eliminación de la plaga en un 98%.
En 2014, un primer proyecto de investigación financiado por la Conafor relacionado al tema, en donde se comparó la efectividad de una astilladora y una descortezadora tradicional, obtuvo resultados que mostraron que esta última tardó 101 minutos para descortezar 1 m3 de madera, en comparación de los 123 minutos que se requirieron para el saneamiento tradicional, incluyendo la aplicación de insecticidas.
Además, la herramienta es capaz de eliminar insectos que están dentro de ramas o diámetros delgados.
La Conafor apoyó un segundo proyecto de investigación con la Universidad Autónoma Chapingo, denominado “Elaboración de un prototipo funcional de descortezadora mecánica para plantaciones forestales comerciales y combate de descortezadores de pino”.
Posteriormente, se financió un tercer proyecto para su seguimiento a través del Fondo Sectorial CONACYT-CONAFOR: “Evaluación de la eficiencia, eficacia y procesos de la mejora de la descortezadora portátil en el manejo y control de insectos descortezadores de coníferas en México”, la cual concluyó en 2017.
Una de sus principales actividades fue evaluar el instrumento en los bosques de coníferas en diferentes partes del país y con distintos tipo de grosor de corteza, con el fin de mejorar la parte técnica y ergonómica.
Las pruebas se realizaron en bosques del Norte, Occidente y Centro del país para probar la efectividad del equipo en arbolado plagado en entidades con presencia de ataques por estos insectos, la actividad fue coordinada por la Conafor y autoridades locales.
Luego de las investigaciones y los resultados, se presentó el prototipo ante el IMPI para obtener la patente, la cual tuvo respuesta favorable.
Esta patente (Modelo de Utilidad) es el resultado de una serie de investigaciones que dieron inicio en 2014, con el apoyo a un proyecto presentado por la Universidad Autónoma Chapingo mediante los investigadores David Cibrián Tovar y Sergio Arturo Quiñónez Favila.
Esta nueva tecnología resulta una alternativa dentro de los métodos físico-mecánicos que establece la NOM-019-SEMARNAT-206, para el combate y control de la plaga de insectos descortezadores, y dentro del corto plazo será una opción de transferencia de tecnología para los ejidos y comunidades forestales que presenten este tipo de problemas en sus bosques.
Insectos descortezadores
Después de los incendios forestales, los insectos descortezadores son el segundo agente que más perturba a los bosques templados en México dada la magnitud de superficie y cantidad de pinos, juníperos, oyameles, cedros o abetos que pueden llegar a afectar, causándoles la muerte en muchas ocasiones.
Los descortezadores son escarabajos de un tamaño de 2.2 a 9 milímetros que habitan debajo de la corteza del árbol y se alimentan del tejido que conduce los nutrientes, dejándole débil u ocasionando su muerte.
El tratamiento tradicional consistente en derribar el arbolado afectado, quitar manualmente la corteza y quemarla, o bien el uso de insecticidas, no obstante en ambos casos las investigaciones determinaron que la efectividad no es tan alta por el riesgo que implica que los escarabajos busquen nuevos hospederos. La nueva herramienta los elimina casi en su totalidad.
Algunas entidades que han tenido afectaciones con esta plaga son Durango, Oaxaca, Estado de México, entre otros.