Destacan papel de la mujer rural en producción de alimentos
Cada 15 de octubre se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales desde el 2008. Este día se estableció con el objetivo de reconocer las contribuciones que la mujer rural aporta en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural.
Según la CEPAL, la pobreza extrema en zonas rurales podría alcanzar el 42%. De acuerdo con estas estimaciones, 10 millones de habitantes rurales –de los cuales casi 6 millones son mujeres– podrían entrar a una situación donde los ingresos no son suficientes siquiera para cubrir necesidades alimentarias básicas.
Las mujeres rurales representan más de un tercio de la población mundial y el 43% de la mano de obra agrícola, de acuerdo con datos de la ONU.
Durante la pandemia de Covid-19, las mujeres rurales que trabajan en el mundo rural continuaron sus labores para responder a la demanda de alimentos en las ciudades, en las comunidades rurales y en sus propias familias.
Sin embargo, realizan sus actividades productivas enfrentando desigualdades como el trabajo informal, la sobrecarga de labores domésticas no remuneradas, la dificultad para acceder a recursos productivos como la tierra, el agua, insumos agrícolas, financiamiento, seguros y capacitación.
También enfrentan barreras para comercializar sus productos en los mercados, además del incremento de la violencia de género que se ha visto durante la pandemia en los países de la región.
Según la FAO, el actual contexto demanda una enérgica reacción política, estatal, intersectorial y de la cooperación al desarrollo, a partir de la cual la región ha de ser capaz de responder a la urgencia y, al mismo tiempo, avanzar hacia un ejercicio igualitario de los derechos de mujeres y hombres, como única vía para transformarnos en sociedades más equitativas y resilientes.
Datos nacionales
En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE, 2019), viven en zonas rurales 10 millones 697 mil 916 (52%) mujeres, y 9,845,907 (48%) hombres, de 15 años y más. De ellas, únicamente el 34% forma parte de la Población Económicamente Activa (PEA).
El 23.2% de la población nacional vive en localidades rurales y 3 de cada 10 mujeres en México habitan en zonas rurales. El 76% de la población que vive en extrema pobreza se encuentra en zonas rurales de acuerdo con Inmujeres.
Datos de este instituto 56% de las mujeres rurales se encuentran en situación de pobreza, en comparación con el 42.4% de los hombres, y el 38.1% de las mujeres que viven en zonas urbanas. La participación económica de las mujeres en México es de 43.7%, mientras que, para mujeres rurales, fue de 34.2%.
La carencia por acceso a la alimentación es otro de los indicadores donde las mujeres rurales tienen mayor desventaja; así 25.3% de ellas presentan carencia alimenticia, en comparación con el 18.8% de las mujeres urbanas.
Las mujeres rurales que trabajan para el mercado se dedican principalmente al comercio (26%); a la industria, artesanía y como ayudantes (24%); a los servicios personales (23%); y a la agricultura, la ganadería, a la silvicultura, caza y pesca (14%).
Las mujeres rurales destinan en promedio 37 horas semanales a las tareas del hogar no remuneradas, mientras que los hombres destinan 8 horas semanales.
Las mujeres indígenas dedican 6.3 horas semanales a desgranar el maíz, a cocer o moler el nixtamal o a hacer tortillas de maíz o trigo para sus hogares, mientras que los hombres contribuyen con 2.77 horas de dichas actividades.
En 2015, de acuerdo con datos del Inegi, el promedio de años de estudio en mujeres rurales era de 6.6, frente al promedio de 9 años en mujeres a nivel nacional. Dos de cada 3 muertes maternas que carecieron de atención médica en 2015 ocurrieron en localidades rurales.
Existen en la actualidad 32,202 núcleos agrarios en el país, con poco más de 4.31 millones de ejidatarios y comuneros, de los cuales el 71% son hombres y solo el 29% son mujeres.
En términos relativos las ejidatarias y comuneras son más minifundistas, pues tienen predios más pequeños, de cinco hectáreas o menos.
Las mujeres en los núcleos agrarios son de edad más avanzada que los hombres, en 2010 ya se presentaba una proporción mayor de mujeres de edad avanzada, pues 75.5% rebasaba los 50 años y 48% tenía más de 65; para los hombres los porcentajes eran de 68.7 y 36.7%, respectivamente.
Actualmente, de un total de 1 millón 416 mil 206 ejidatarias, comuneras, posesionarias y avecindadas, solo 6.63% de ellas ocupa un cargo en el Comisariado Ejidal o de Bienes Comunales o en el Consejo de Vigilancia, ya sea como titular o como suplente.
Según las estimaciones del Registro Agrario Nacional (RAN), solo el 21% son mujeres ejidatarias en contraste con un 79 % de hombres.
En lo que respecta a comuneros, el 25% son mujeres mientras que un 75 % son hombres.
En el caso de los posesionarios, solo un 27% son mujeres, mientras que el 73% son hombres; en algunas comunidades de México este derecho lo adquieren las mujeres cuando enviudan.
Por último, 29% corresponde a mujeres avecindadas y los varones representan 71%, esto significa que las mujeres tienen menos posibilidades para la posesión de parcelas y acceso de uso común.