Casos de éxito

Fortalecerán a empresas comunitarias en zonas rurales de Oaxaca

13 Empresas Comunitarias de Conservación (ECC) en la cuenca hidrográfica Copalita-Zimatán-Huatulco (CZH) en Oaxaca serán beneficiadas por un programa que desarrollarán WWF México e IKEA Social Entrepreneurship, con el apoyo de Nature Pays, una iniciativa global de WWF

IKEA Social Entrepreneurship aportará fondos al programa de tres años. Las ECC están integradas por 285 personas, de las cuales 152 son mujeres y 133 hombres. De estas empresas, seis son cooperativas compuestas únicamente por mujeres y una mixta encabezada por una joven zapoteca.

La iniciativa implementará un modelo socioecológico basado en la creación de empresas productivas que impacten de manera sostenible a las comunidades rurales de la zona, creando un ejemplo de cómo trabajar en armonía con la naturaleza.

Una parte central del proyecto será promover la inclusión de mujeres y jóvenes como tomadores de decisiones, con capacidades para movilizar a sus comunidades y generar cambios positivos.

Además, mil 362 personas, en su mayoría familiares y empleados, serán beneficiadas indirectamente con mejores ingresos por la venta de productos sostenibles derivados de buenas prácticas productivas y de un buen uso del agua.

La zona donde viven estas comunidades va de los 0 a los 3.750 metros sobre el nivel del mar, lo que convierte a la cuenca CZH en un centro único de endemismos, con bosque templado, bosque nublado, bosque seco tropical, manglares y, finalmente, arrecifes de coral. Sus habitantes pertenecen al grupo étnico zapoteca y a las civilizaciones chontales pre-mayas.

Las 13 empresas se dedican principalmente a la agricultura y al cultivo de plantas para la reforestación. También apoyan el uso de sistemas agroecológicos que restauran la tierra e implementan prácticas de producción agrícola sostenibles.

La agroecología les permite establecer sistemas de manejo de recursos a través del cultivo de árboles frutales en sus operaciones y terrenos. De esta forma, diversifican y mantienen una producción que incrementa beneficios sociales, económicos y medioambientales en áreas rurales porque mejoran los suministros de alimentos, los ingresos y la salud.

Cultivos de alto valor, como la vainilla y el café, serán introducidos junto con cultivos tradicionales como el maíz y hongos. También se apoyará el cultivo de hierbas medicinales y la producción de mezcal y aguacate sostenibles.

“Para mí, Nayé es una fuente de trabajo para salir adelante”, dijo Ricarda Ramírez Pacheco, una de las integrantes de la cooperativa Nayé, conformada sólo por mujeres. “Queremos que el grupo siga adelante para rescatar lo que hace años se ha estado perdiendo: las pomadas y el uso de las plantas”. Nayé es una de las 13 ECC que se beneficiarán con esta iniciativa.

Mediante el programa, los 285 miembros de las ECC serán preparados para mejorar sus capacidades operativas y de gestión: desarrollo de planes de negocios y marketing, acceso a mercados a menores costos y mejores rendimientos.

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