Aunque todas las actividades agropecuarias han sido declaradas como prioritarias en el escenario propiciado por Covid-19, en el sentido práctico la producción intensiva de flores de corte y plantas ornamentales no es percibida como tal; sin embargo el impacto socio-económico que tiene en México es relevante porque involucra alrededor de 25 mil 500 productores de una docena de entidades, de los cuales 95% son pequeños y medianos. Hoy, los productores resienten el desplome de sus ventas que han caído prácticamente a cero, ante las medidas de confinamiento social por la contingencia sanitaria.
En México, la actividad tiene su fortaleza en que la comercialización de casi la totalidad de sus productos se realiza en el mercado interno, cuyo valor se calcula en aproximadamente 2 mil millones de pesos anuales, que es producto de la atención de las grandes ciudades de esta república como son: México, Guadalajara y Monterrey, principalmente.
Pero hoy ante la cercanía de una de las fechas de mayor venta de flores en México –y en el mundo–, el 10 de mayo o Día de las Madres, los pronósticos de venta en la coyuntura de la pandemia Covid-19, es especialmente desalentador: las flores se quedarán en los invernaderos o en los principales centros de comercialización con pocas ventas. Lo anterior ante una dinámica social que no es como en otros años y pudiera advertirse, en el corto plazo, una posible desaparición de pequeños actores de la industria y poca disponibilidad de la oferta.
“La demanda está casi parada no sólo en México sino en el mundo, la industria y los productores están tratando de conservar vivo el material vegetal durante este período gris”, menciona Arturo Cárdenas, Director Ejecutivo de la guiaverdemexico, quien ha observado la industria por ya dos décadas.
“La dinámica social que provoca una demanda cero de este tipo de productos, derivada de las medidas que ha tomado el gobierno para reducir los efectos de la pandemia del Covid-19, refiere a la industria dedicada a la producción de flores como una de las más resentidas. Lo anterior se da principalmente por que la opción de gasto que realizan los consumidores en este periodo no nos favorece. Es decir, los alimentos y los artículos de salud son la prioridad, durante esta emergencia, ante otro tipo de bienes y servicios como son las flores “, remarca.
En México son aproximadamente 22,700 hectáreas las dedicadas a la producción de productos ornamentales, lo que lo ubica en el tercer lugar mundial en cuanto a superficie y así en México actividad genera de 188 mil permanentes, un millón permanentes indirectos y 50 mil estacionales, de acuerdo con datos del Comité Mexicano Sistema Producto Flores y Ornamentales, El Comité Estatal de Productores del Estado de Morelos y la guiaverdemexico.
Los estados más importantes en producción de ornamentales son Baja California, Colima, Chiapas, Distrito Federal, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Puebla, Veracruz, Yucatán y Estado de México. El 90% de la producción se realiza a cielo abierto, “casi artesanal”, y 8% en invernaderos. Las especies de mayor producción son Rosa, Lilium, Gerbera, Crisantemo.
El enorme y accesible mercado interno ha sido la fortaleza y la orientación principal de este sector, registrándose también exportaciones principalmente a los Estados Unidos de América, que representa el mayor mercado a nivel mundial para las flores. Sin embargo, a la fecha ese país es uno de los más afectados en el mundo, observándose para los exportadores un gran número de cancelación de pedidos. Para los exportadores mexicanos esta actividad apenas representa 77 millones de dólares por año, pero esto afecta a los principales actores de la industria nacional.
México dirige sus exportaciones en un 96.7% a territorio estadounidense y un 3.3% a Canadá. Los principales productos de exportación son las Rosas, Las Ave del Paraíso, los Claveles, El Estatice, Las Margaritas, algunos tipos de follajes y Esquejes de diferentes variedades de plantas, destacándose de forma importante los de la flor de Nochebuena.
Arturo Cárdenas expone que, sin duda alguna, la contingencia por Covid-19 está afectando a todas las economías y sectores específicos que son especialmente sensibles, como es el caso de la floricultura. Los diferentes observadores de la especialidad coinciden, que tal y como en otras áreas de la actividad económica seremos testigos de grandes cambios, ajustes y reacomodos, tanto a nivel interno como externo, de donde necesariamente se desprenderán nuevas y grandes oportunidades, que esta industria seguramente tomara con éxito tomando en cuenta que esta actividad se distingue en el ámbito mundial por su innovación y capacidad empresarial, lo que le permitirá a los productores-empresarios seguir floreciendo.
