Ciencia y Tecnología

Necesario investigar potencial de fármacos existentes contra Covid-19

El desarrollo de un nuevo medicamento puede tomar años de investigación, por lo que ante la propagación mundial del nuevo coronavirus, una de las estrategias es identificar fármacos existentes capaces de retrasar la progresión de la enfermedad Covid-19 o de aumentar las probabilidades de supervivencia de los pacientes graves; pero hasta el momento ninguno ha demostrado ser seguro y eficaz.

Al respecto, Gilberto Castañeda Hernández, del Departamento de Farmacología del Cinvestav, señaló que al inicio de la infección por el nuevo coronavirus los síntomas comunes son dolor de cabeza, de articulaciones, fatiga y aumento de la temperatura corporal. En 80 por ciento de los casos las personas se recuperan con reposo, hidratación y medicamentos para controlar la fiebre, entre ellos paracetamol, metamizol o antiinflamatorios no esteroidales; los cuales deben ser usados bajo supervisión de un especialista de la salud.

El problema consiste en qué tratamiento administrar a quienes no logran contrarrestar al SARS-CoV-2 y presentan un cuadro de neumonía, que de agravarse se acompaña de un proceso inflamatorio, que en ocasiones puede ser fatal.

Si bien, en este punto se pueden emplear antiinflamatorios (como tocilizumab o ruxolitinib) y anticoagulantes para frenar los daños en el cuerpo del enfermo, los esfuerzos internacionales se han enfocado en fármacos con potencial de inhibir la infección.

Uno de ellos es la hidroxicloroquina, utilizada contra la malaria, lupus y artritis. Desde el 2007, un grupo de infectología en Marsella, Francia, a cargo de Didier Raoult, se dedicó a estudiar en ensayos in vitro la actividad de este compuesto contra virus, bacterias y hongos.

Entre otros datos, se encontró que el compuesto es efectivo en el virus causante del síndrome respiratorio agudo severo (SARS, por sus siglas en inglés) que apareció por primera vez en el 2002 y es antecesor del SARS-CoV-2.

Cuando el nuevo coronavirus comenzó a propagarse en Francia, estos investigadores realizaron ensayos clínicos con hidroxicloroquina. Los resultados, reportados en diversos artículos señalan que, al administrarlo en etapas tempranas de la enfermedad, hay un descenso en la cantidad de virus en los pacientes (carga viral).

Lo anterior podría tener repercusión en la disminución del tiempo de recuperación clínica o de la progresión de la enfermedad. También, se vio que al combinar la hidroxicloroquina con azitromicina (un antibiótico), el efecto se potencializa.

Sin embargo, científicos en Francia, China y Estados Unidos han utilizado dosis diferentes de estos mismos medicamentos con resultados variables, lo cual no permite conocer el potencial real de dichos compuestos ante Covid-19.

De ahí la relevancia de unificar los protocolos clínicos, en especial porque de no usarse adecuadamente los fármacos pueden ocasionar daño. Por ejemplo, la hidroxicloroquina en dosis altas puede provocar problemas cardíacos, dijo Castañeda Hernández.

En lo referente al antiviral experimental remdesivir, desarrollado por la farmacéutica Gilead Sciences para el tratamiento del ébola, en pruebas realizadas antes de la actual pandemia, ya había generado resultados alentadores en células humanas y en animales infectados con el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), lo que sugirió su posible actividad contra el nuevo coronavirus.

El pasado 29 de abril se dieron a conocer, en un comunicado de prensa, datos preliminares de un ensayo clínico coordinado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, que es parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

En el texto NIH clinical trial shows Remdesivir accelerates recovery from advanced COVID-19, se reportó que remdesivir redujo el tiempo de hospitalización de 15 a 11 días en pacientes graves de Covid-19. Al respecto Castañeda Hernández destacó que no es un dato concluyente y a nivel internacional se llevan a cabo estudios para determinar la efectividad de este antiviral.

Así, aunque no se ha demostrado que la hidroxicloroquina, el remdesivir ni algún otro fármaco puedan curar o prevenir la enfermedad, la información generada en los ensayos clínicos, servirá a futuro en el diseño de un tratamiento específico para el nuevo SARS-CoV-2, mientras tanto la investigación debe continuar, dijo el especialista del Cinvestav.

Agregó, que las pandemias del SARS en 2003, MERS en 2013 y la de influenza A (H1N1) en 2009, fueron ocasionadas por virus, esto hace necesario mantener grupos permanentes de investigación enfocados en el estudio de enfermedades infecciosas y en la vigilancia de patógenos emergentes y reemergentes, lo cual permitirá anticipar sus mutaciones, y reaccionar con eficacia para evitar la muerte de miles de personas.

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