Política Agrícola

Pretenden garantizar sanidad en abasto y consumo cárnico

A través de los programas Proveedor Confiable e Introductor Confiable se constata que la carne de res que proviene de unidades de producción pecuaria certificadas este libre de sustancias prohibidas como el clembuterol.

Las representaciones estatales del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), en coordinación con los Comités de Fomento y Protección Pecuaria, brindan asesoría a productores y acopiadores para que se adhieran y participen en estas acciones.

El programa Proveedor Confiable está dirigido a los productores dedicados a la engorda o finalización de animales y tiene como propósito brindar la garantía a los consumidores de que el producto proveniente de un corral inscrito en este padrón y es criado sin administrar sustancias prohibidas.

El programa Introductor Confiable está diseñado para las personas dedicadas al acopio de animales o lotes de distintas engordas o unidades de producción destinadas a sacrificio en establecimientos Tipo Inspección Federal (TIF) y rastros municipales, con el reconocimiento de ser proveedores de carne sana, segura y con calidad, en beneficio del consumidor.

Actualmente, a nivel nacional, existen 105 unidades de producción inscritas, lo que representa 76 mil 328 cabezas de ganado. Asimismo, se cuenta con un padrón de 86 introductores confiables.

Adicionalmente, los 63 establecimientos TIF dedicados al sacrificio de bovinos toman muestras para detectar anabólicos; en 2019, los médicos veterinarios que laboran en este tipo de plantas realizaron cuatro mil 183 muestras.

De esta manera, los productos de origen animal que provienen de establecimientos TIF ofrecen más garantías a los consumidores, ya que, además, sus procesos están bajo la vigilancia permanente de médicos veterinarios probados por el Senasica, quienes constatan el cumplimiento de estrictos estándares de inocuidad.

El clorhidrato de clenbuterol es un fármaco que se encuentra prohibido en la ganadería por su efecto tóxico residual en humanos. Su uso en la engorda de ganado está tipificado como delito en la Ley Federal de Sanidad Animal.

Se utiliza para incrementar el peso en los bovinos y otras especies. Los productos cárnicos contaminados por este agente generan intoxicaciones y entre los síntomas que provoca están: dolor de cabeza, aumento en la frecuencia cardiaca, temblor del cuerpo, náuseas, mareo y escalofrío.

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