Recibe premio empresa de tratamiento de aguas residuales en zonas rurales
Por su impacto positivo en pequeñas zonas rurales marginadas al aprovechar el agua tratada para uso en actividades agrícolas, la empresa de base tecnológica Wetlands de México y Asociados, S.C., recibió el Premio León y Pola Bialik Innova UNAM de Innovación Tecnológica 2020.
Esta compañía que diseña, construye y opera plantas de aguas residuales en localidades de escasos recursos, fue incubada en el sistema Innova UNAM y es dirigida por el egresado Marco Antonio Castellanos Roldán, ingeniero civil egresado de la FES Acatlán; tiene presencia en Oaxaca, Sonora y Jalisco, e inició la aventura de emprender en otros países.
Al encabezar la ceremonia virtual de premiación, Alberto Ken Oyama Nakawaga, secretario de Desarrollo Institucional de la UNAM, destacó que el nombre Wetlands (humedales) recuerda que uno de los grandes problemas del país y del mundo es el referente al agua, y en consecuencia la conservación de los humedales, que son los reservorios naturales que tenemos como ecosistemas.
Señaló que, por ejemplo, las inundaciones en Tabasco podrían evitarse al conservar los humedales, donde naturalmente se filtraría el vital líquido para que las diferentes comunidades la aprovecharan.
“En ese sentido, es muy emblemático el trabajo de Wetlands de México y Asociados, que hace un manejo para lograr la calidad del agua”, señaló.
A su vez, Jorge Vázquez Ramos, titular de la Coordinación de Vinculación y Transferencia Tecnológica de la UNAM, destacó: este año se eligieron proyectos y empresas de base tecnológica que tienen como mérito la generación de empleos, atención a grupos vulnerables y mejor calidad de vida. “Son aspectos fundamentales que en estos tiempos hay que promover y cuidar”.
Marco Antonio Castellanos Roldán, ganador y representante de la empresa explicó que el proyecto Wetlands se desarrolla en comunidades pequeñas de zonas rurales, donde el problema del agua empieza a ser fundamental para sus habitantes.
“Lo que se busca es cómo aprovechar el agua tratada para que se pueda usar en actividades agrícolas y la gente tenga una oportunidad más en su zona, que se adhieran a su tierra y puedan desarrollar actividades agrícolas en ellas mismas”.