Si México mantiene statu quo importará 79% de su consumo de maíz amarillo en 2030
De mantenerse las condiciones y tendencias actuales de producción y consumo, para 2030 las importaciones de maíz amarillo de México aumentarán 79% y la autosuficiencia en este grano disminuirá en 6 puntos porcentuales, por lo que este indicador pasará del 68% al 62%.
En este escenario las importaciones del grano representarán alrededor del 40% del consumo, y “aún más preocupante” su costo anual significará entre los 4 mil 500 y 5 mil 700 millones de dólares, cifras situadas entre 1.2 y 1.5 veces por encima del presupuesto anual de la Secretaría de Agricultura (2017).
Lo anterior de acuerdo con el plan estratégico Maíz para México soportado por el gobierno de México a través del programa MasAgro, CIMMYT, el Fondo de Innovación para el Sector Privado (Kellogg’sMR, Grupo BimboMR, Gruma, Nestlé, Syngenta, y Corteva Agriscience (Pioneer), Rabobank y el Programa de Investigación del CGIAR sobre el maíz (MAIZE).
El documento expone que con la proyección statu quo, dicha disminución de la autosuficiencia de maíz se explica por el aumento en la demanda de grano para consumo pecuario, el cual crecerá 47% en 2030, en tanto que la demanda de maíz para consumo humano disminuirá 6%.
Puntualiza que el crecimiento del consumo total de maíz entre 2015 y 2030 será de 25%, mientras que la producción total solamente crecerá 15%. Es decir, en 2030 la producción nacional será de 28.4 millones de toneladas, de las cuales 23.3 millones corresponderán a maíz blanco y 5.1 millones a maíz amarillo.
De permanecer las condiciones actuales se estima que la demanda de maíz en general aumentará 27% en el período 2015-2030, pero la de maíz amarillo particularmente se elevará 72%.
Advierte que bajo este escenario, “la falta de producción nacional de maíz amarillo, junto con la creciente demanda de este, más la volatilidad en la paridad del dólar dejará a México en una posición de desventaja y vulnerabilidad para satisfacer las necesidades del mercado nacional”.
El plan estratégico refiere que desde 2015 México consume maíz a un ritmo mayor al de su producción, dependiendo cada vez más de las importaciones de Estados Unidos. Desde 1980 México ha duplicado su producción anual de maíz, pasando de 12 millones de toneladas a 24 millones. Como consecuencia, las importaciones de maíz amarillo de Estados Unidos se han duplicado en una década, alcanzando los 12 millones de toneladas en 2016, con un costo anual aproximado de 2 mil 500 millones de dólares.
El análisis asevera que el mayor consumo de maíz se dará ante la previsión de que en 2030 México consumirá 88% más de carne de res, 72% más de productos lácteos y 170% más de pollo.
Baja productividad
Según el plan estratégico uno de los principales retos que enfrenta la producción de maíz de México es una productividad inferior a la media mundial y a la de países socios comerciales. En el ciclo 2015/2016 el rendimiento promedio en México fue de 3.6 toneladas por hectárea (t/ha), mientras que en Estados Unidos fue de 10.96 t/ha y en el mundo de 5.38 t/ha.
Lo anterior ha ocasionado que pese a que se duplicó la producción de maíz en los últimos 35 años (de 12 millones a 24 millones de toneladas), dichos aumentos han resultado insuficientes para satisfacer una demanda creciente de maíz (amarillo), proveniente sobre todo de la industria pecuaria, por lo que se ha tenido que acudir a las importaciones de este grano.
En esta proyección hacia el 2030, la mitad de la producción provendrá de riego y la otra mitad de temporal. La producción de riego aumentará 20% y la de temporal 11%, respecto al 2015. Los rendimientos promedio obtenidos de temporal en 2030 se mantendrán en 2.3 t/ha y el promedio nacional (incluyendo temporal y riego) aumentará a 3.7 t/ha como resultado de un aumento considerable de 19% en los rendimientos promedio en riego, que alcanzarán 9.5 t/ha.
El plan estratégico hace hincapié en que México consume maíz a un ritmo mayor del que lo produce, dependiendo cada vez más de las importaciones de Estados Unidos, en donde productores y consumidores encuentran un precio más competitivo.
Anota que las condiciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha aumentado la competitividad en características, precio y bajos costos de flete del maíz proveniente de Estados Unidos. También, ha aumentado la polarización de la producción, pasando de un total de 23 municipios productores a más de 2,000, responsables de la cuarta parte de la producción nacional. A esto se suma, la falta de infraestructura de acopio en las regiones productoras y ausencia de planeación de inventarios en el abasto de mercados.
Todos estos factores que por sí mismos son un reto para el logro de la autosuficiencia, se conjugan en uno mayor referente a la falta de políticas públicas que proporcionen incentivos reales a la productividad, al no considerar indicadores como la mejora en los rendimientos (t/ha), la reducción de costos ($/t/ha), o la distancia efectiva al mercado (km/t/ha)”.