Aun con baja en consumo, crecen importaciones de frijol en México
Importaciones de enero a octubre del 2021 sumaron 174 mil toneladas
El frijol, junto con el maíz, son alimentos estratégicos para la nutrición de los mexicanos; sin embargo, en dos décadas el consumo del primero disminuyó de 15 a 9 kilos. Aun así, para atender la demanda México recurre a las importaciones que este año se elevaron 74% en los primeros diez meses del año.
A tres años la actual administración, que se trazó como meta alcanzar la autosuficiencia alimentaria en granos básicos, ésta no se ha logrado ni en maíz ni en frijol.
En 2020, según cifras del SIAP-Sader, las importaciones de frijol sumaron 142 mil 600 toneladas y en entre enero y octubre del presente año alcanzaron 174 mil toneladas, señala el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Carmen Jacinto Hernández, investigadora del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), en el Campo experimental Valle de México, expone que el consumo de frijol ha venido disminuyendo desde hace varias décadas, a la par de la incorporación de la mujer al trabajo fuera de casa y el cambio de los hábitos alimenticios de la población, que ahora incluyen mayor cantidad de alimentos ultraprocesados, cuyo consumo han propiciado el aumento de padecimientos como obesidad, diabetes, hipertensión arterial, enfermedades degenerativas.
Curiosamente, subraya, en la prevención de dichos males,el frijol es un excelente aliado. La doctora forma parte del Grupo Interdisciplinario que trabaja en Valles Altos de la Mesa Central, que han desarrollado diez nuevas variedades para atender necesidades de la demanda de frijol en esta región del país y que incluye tipo Flor de mayo, negros o pintos, “todas ellas mejoradas de alta calidad culinaria y con un alto contenido de proteína, superior al 23%, lo cual es de gran importancia en un país con claras necesidades de mejorar la nutrición”, remarca.
La experta señala que los estudios, realizados en colaboración con el Instituto Politécnico Nacional (IPN), han demostrado el potencial nutracéutico de estos genotipos.
El frijol es reconocido por la autoridad, “por su alto contenido de proteínas, antioxidantes, fibra y minerales, los frijoles negros pueden ayudar a proveer todos los aminoácidos que el organismo necesita, disminuir el riesgo de padecer cáncer de colon y seno, reducir los niveles de colesterol y de azúcar en sangre, prevenir el estreñimiento y desintoxicar el organismo” (Panorama Agroalimentario 2021, SIAP-Sader).
El subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Sader, Víctor Suárez Carrera, señaló que, “revalorizar este cultivo y a sus productores es clave para la alimentación del futuro, pues la leguminosa cuenta con cualidades nutracéuticas capaces de afrontar los problemas más graves de salud que hoy tenemos, como son diabetes, obesidad y cáncer”.
Carmen Jacinto destaca que el Grupo Interdisciplinario, por ejemplo, desarrolló el Bayo Azteca, primera variedad a nivel mundial con resistencia al picudo del ejote, insecto que provoca graves pérdidas en la producción de frijol en Valles Altos de México, así como Azufradoro, primera variedad de frijol tipo azufrado con adaptación a esta zona, que además es tolerante a la oxidación de la testa, lo cual permite mantener durante mayor tiempo su calidad comercial.
Las variedades han sido llevadas a las parcelas de los productores, principalmente en los estados de México e Hidalgo, a través de eventos demostrativos en parcelas, donde también se habla de las características nutricionales de cada una. “Ha sido muy satisfactorio comprobar que en la zona de Tezontepec de Aldama, Hidalgo (Valle del Mezquital), ha aumentado la superficie cultivada con frijol y a la par, el interés de los productores por incrementar la siembra aún más, pues han comprobado que pueden lograr dos cosechas por año, además del conocimiento de los habitantes acerca de la importancia de una mejor alimentación para mantener una buena salud.
La semana pasada, en Zacatecas, el director del INIFAP, Luis Ángel Rodríguez del Bosque, destacó que del total de semillas certificadas disponibles en México, 90 por ciento han sido desarrolladas por el organismo, pero tan sólo 2 por ciento de la superficie que se siembra usa este insumo, y el restante 98 por ciento usa semillas criollas “que han perdido su vigor genético.
Sobre porqué no ha avanzado la aplicación de este tipo de variedades en el campo mexicano, el investigador del INIFAP, Ramón Garza García, comenta que existen limitaciones en su uso por varios factores, como es la falta de entidades que quieran comercializar las semillas de variedades mejoradas, por lo que se requiere una institución, como era Pronase (Productora Nacional de Semillas), que realice el enlace entre el generador de las variedades y los productores.
“Nosotros logramos colocar algunas variedades con los productores cercanos a nuestro campo experimental, como ejemplo en San Salvador Atenco, pero no tenemos gran capacidad de producción, además que la administración del Instituto se encarga de desmotivar a los productores para comprar las variedades que ponemos a disposición para su venta, aunque parezca increible”, lamenta.
Por ello, Garza García, insiste en la necesidad de incentivar algunos empresarios o grupos de productores para que produzcan semilla certificada y se logre incorporar en áreas de producción, con la ventaja de que como variedad autogama puede tener uso continuo varios años, sin requerimiento de compras anuales. Empero, en la actualidad hay un mercado con ciertas limitaciones y pocos incentivos para los productores de semilla.
Quieren recuperar cultivo del frijol
La semana pasada, durante el foro Iniciativa Campesina Día Nacional del Frijol, Víctor Suárez expuso que la producción de frijol, que en 2020 sumó un millón 56 mil toneladas, ha registrado una caída en su consumo, “se ha venido abajo por grupos que quieren sustituir nuestra dieta tradicional por una de alimentos ultraprocesados y que han desvalorizado el consumo del frijol”.
En representación del secretario Víctor Villalobos Arámbula, el coordinador general de Agricultura, Santiago Argüello Campos, informó que en este año, en Zacatecas al igual que en otros estados productores de frijol, se implementó el Proyecto Estratégico, “Uso de semilla certificada de frijol para recuperar la identidad y pureza varietal de la semilla y, por lo tanto, incrementar la productividad y su calidad.
Destacó que
en los tres años recientes, se ha logrado una recuperación del 5 por ciento de la superficie de siembra del frijol, no obstante los retos de cambio climático y de sequía.
También se tiene Instalada la Red Frijol, como parte del Comité Sectorial de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura. Y se cuenta con la iniciativa Frijol para México –con el sector agroempresarial–, con estrategias acordes a las necesidades regionales y con el enfoque de sistemas agroalimentarios sostenibles a largo plazo.
Hizo referencia a la importancia de Sombrerete como principal municipio productor de la leguminosa con 105 mil hectáreas y casi 70 mil toneladas; Sombrerete, dijo, es la base para que Zacatecas sea el principal oferente de frijol en el país. El estado participa con 36 por ciento del total nacional.
Enumeró las principales variedades de frijol en México que son Pinto Saltillo con 19 por ciento del volumen nacional, Negro San Luis con 15 por ciento, Azufrado con 12 por ciento, Negro Jamapa con nueve por ciento, otros negros con nueve por ciento, Flor de mayo con siete por ciento, principalmente.
Impulsar consumo de frijol en beneficio de la salud
La combinación de maíz y frijol permite que se forman proteínas que ayudan a producir músculo. Su alto contenido de fibra aumenta la saciedad, contribuyendo a evitar consumir alimentos en exceso y con ello el control de peso. También contribuye a disminuir el riesgo de cardiopatías coronarias, aseveró la representante de la Dirección de Medicina Tradicional y Desarrollo Intercultural de la Secretaría de Salud, Gabriela Irene Sánchez,¡
Consideró fundamental impulsar el consumo del frijol y propuso acciones tales como realizar campañas de revalorización de la leguminosa, mencionando todos los beneficios que ésta aporta a la salud.
Recordó que en materia de salud México enfrenta una situación crítica, “somos el sexto lugar mundial con 11.5 millones de adultos con diabetes; desde 2013, la diabetes ocupa el primer lugar como causa básica de muerte. Los costos en salud y productividad de la diabetes asociada con sobrepeso y obesidad, ascienden a más de 85 mil millones de pesos anuales”.
Esta situación, abundó, implica también problemas agravados de insuficiencia renal, enfermedades de la mujer y del adulto mayor, entre otras, ocurre debido a que nuestra alimentación actual, de productos introducidos en la comercialización de forma masiva, con ultraprocesados con harinas refinadas, aceites vegetales refinados, carnes de animales alimentados con procesados y embutidos con altas cantidades de sodio, aditivos químicos y azúcar, entre otros.
Ante ello, dijo la especialista,
existe una propuesta de adecuación intercultural a la alimentación en México a la que hemos identificado como la dieta de la milpa, que tiene como eje la lactancia materna e incluye calabaza, maíz, chile y frijol, cuya combinación aporta de manera frecuente una dieta balanceada y nutritiva.
El director general de Agroecología y Patrimonio Biocultural de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Ramón Mariaca Méndez, habló de la biodiversidad de frijoles e indicó que en México se tienen identificadas 70 especies de las 150 existentes en el mundo.
Comentó que si bien este cultivo, junto con el maíz y otras especies asociadas en la milpa, ha sido fundamental para la alimentación en el territorio nacional, solo unas cuantas variedades y tipos de los existentes que se cultivan y consumen en México han sido fitomejorados, por lo que hay una ventana de oportunidad enorme de desarrollo científico a favor de la alimentación.
El investigador José Cruz Jiménez Galindo, del Sitio Experimental Sierra de Chihuahua del INIFAP, habló de un proyecto en marcha para desarrollar una variedad de frijol pinto de alto rendimiento para densidades bajas y tolerante a sequía, que, se prevé, estará lista para registro a finales de 2024 y tiene el objetivo de reducir los efectos del cambio climático e incrementar los rendimientos de frijoles pintos en el Altiplano de México y en Zacatecas, Durango, Chihuahua y Guanajuato.
En el foro de Zacatecas, realizado el pasado 28 de noviembre, productores y autoridades se pronunciaron por promulgar el Día Nacional del Frijol.