Agronegocios

Bioeconomía responde a requerimientos de nuevo consumidor

La tendencia apunta hacia el año 2030 para producir los alimentos que el consumidor necesita, en función de su cuerpo, genes, edad, características, circunstancias y hábitos de compra, así como de otros artículos fabricados para atender los requerimientos de cada comprador a precios baratos, cambiando todo el sistema de distribución o redes de valor.

Así lo expresó el doctor en economía por la Universidad Cornell, Estados Unidos, José de Jesús Brambila Paz, quien expresó que la bioeconomía responde a dicha tendencia, porque es un modelo productivo que da prioridad a la ganancia social sobre la privada, a fin de reducir los costos sociales propiciados por la fabricación y comercialización masiva. Si no “hay ganancia social no debe haber ganancia privada”, sentenció.

Al impartir la conferencia magistral, “La bioeconomía en el sector agroalimentario”, organizada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA), de la Cámara de Diputados, el experto expuso que la bioeconomía es un tema novedoso y urgente de analizar porque alienta el uso sustentable de recursos naturales y coloca al consumidor en el centro del proceso productivo a través de redes de valor.

Cambia el paradigma: primero la gente, después el planeta y al último el beneficio propio”,

aseveró, el también maestro en economía agrícola por el Colegio de Posgraduados,

Sostuvo que es primordial el papel del Legislativo para identificar cómo se mueve esta ciencia en el país y adecuar el marco jurídico con un enfoque integral de la cadena productiva, debido a que los trámites para instalar un negocio son complicados y si las empresas no se actualizan quedarán obsoletas.

Además, se requiere financiamiento en innovación orientada a garantizar la ganancia social primero y luego la privada, porque la biotecnología tiene mucho riesgo todavía para desarrollarla, por eso se trabaja en el mundo para saber qué ofrece y cómo obtener sus beneficios.

Aseguró que la bioeconomía abre una oportunidad histórica a los pequeños y medianos productores, a fin de ofrecer los alimentos que requieren los consumidores, así como otros artículos.

Subrayó que como humanidad transitamos a una nueva civilización, que es el conjunto de creencias, ciencias, tecnologías, artes, valores sociales, costumbres, marcos legales, reglamentos, formas de consumo y producción, en una gran tendencia a nivel mundial hacia la individualización del consumo y, por ende, de la producción.

Los procesos productivos, explicó, tendrán que atender las necesidades específicas de los consumidores, por ejemplo, de los adultos mayores, mujeres embarazadas, jóvenes y la reducción de las familias, lo que propicia una demanda especifica.

En su participación, el presidente de la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria, diputado Heraclio Rodríguez Gómez (PT), propuso que en la bioeconomía se considere a los productores, porque son quienes la generan; sin embargo, es un escenario al que muchos no pueden acceder, aunque quieran participar, debido a la carencia que sufren.

Urgió a revisar a fondo la situación de los medianos productores, porque los especialistas tienen visiones diferentes de la realidad que viven los pobres de México, sobre todo, dijo, porque el financiamiento al sector rural ha caído a menos del siete por ciento y nunca se ha llegado al 15 por ciento de crédito en las unidades de producción, lo que representa un problema de productividad.

Las escuelas capacitan a los jóvenes a cultivar lo que unos cuantos consumidores quieren y pueden comprar, pero en el campo no hay alimentos suficientes para mitigar el hambre y las necesidades de millones de familias. “En esa parte estamos perdidos, falta mucho por hacer y entender las necesidades de todos los mexicanos”, expuso.

Además, dijo, no se consideran los aumentos en costos de producción en el momento que se calculan los precios de los alimentos, ya que son fijados de acuerdo con el mercado, situación que ahonda la brecha entre los consumidores que eligen qué comprar y quienes buscan a ver qué alcanzan a adquirir.

En tanto, el diputado Diego Eduardo Del Bosque Villarreal (Morena) apuntó que estamos ante las últimas llamadas para cambiar las prácticas de producción agrícola y consumo en todo el mundo para dejar de presionar los recursos naturales.

José Gildardo López Tijerina, encargado de la dirección general del CEDRSSA, señaló que la bioeconomía es una ciencia novedosa que contribuye a solucionar la insuficiencia alimentaria en el mundo y en nuestro país. Se relaciona con el estudio de temas de biología y cómo están ligados a cuestiones meramente económicas, como es el caso de las materias primas para el campo.

El aumento preocupante en los costos de productos agrícolas y energéticos hace más que necesaria la intervención de la bioeconomía en el sector agroalimentario, porque es un fenómeno ligado al desarrollo sustentable, lo que requiere ser analizado desde esta ciencia, apuntó.

Fuente: Cámara de Diputados

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