La máxima cúpula agroempresarial representada por el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) lamentó la resolución del Juzgado Octavo de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México de no ratificar la suspensión del decreto presidencial que prohíbe el uso del glifosato y del maíz genéticamente modificado
En una comunicación, el organismo refiere que están “completamente de acuerdo con el Presidente (Andrés Manuel Lçopez Obrador) de buscar, siempre, alternativas para la producción agroalimentarias sustentables”; sin embargo, acota, “lo que más preocupa…es la incertidumbre que se genera a partir de interpretaciones radicales y alejadas de la ciencia”.
Tras conocer la decisión del pasado 21 de mayo y publicado hoy en el expediente 289/2021 del Juzgado 8° de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, en el sentido de negar la suspensión definitiva solicitada por el CNA para quedar fuera del decreto presidencial que plantea la sustitución gradual del glifosato, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) hizo un llamado para trabajar todos los sectores involucrados de manera coordinada por el bien de las y los mexicanos y de nuestro país.
En un comunicado, la dependencia federal reitera que los resolutivos emitidos por el Poder Judicial Federal para Monsanto y el CNA otorgaron prioridad a la protección de bienes que interesan a la colectividad. En ese sentido, los tres niveles de gobierno deben seguir trabajando en la implementación del decreto, así como el sector productivo, ya que lo más importante es cuidar la vida de las personas y su entorno, sin desatender el crecimiento económico del país y la seguridad alimentaria de una forma sana.
“La Semarnat seguirá trabajando con todos los actores para atender y dar cumplimiento al Decreto del 31 de diciembre del 2020 a fin de continuar paulatinamente en las acciones para la eliminación del glifosato en nuestro país hacia el 2024 y avanzar en la transición agroecológica que México necesita”.
El CNA anota que el decreto, publicado el 31 de diciembre en el Diario Oficial de la Federación (DOF), mal interpretado, produce afectaciones severas en la industria agroalimentaria del país, y en la alimentación de las familias mexicanas, ya que podría provocar el aumento de precios de productos comestibles, además de la pérdida de producción del campo.
Refiere que es “gracias a los avances en semillas de producción híbrida, en México se producen rendimientos similares a los de Estados Unidos o Brasil”.
El CNA insistió en que “a la fecha, el glifosato no puede ser reemplazado por otros productos en el mercado, debido a que no cuentan con los mismos atributos, incluidos la inocuidad ambiental y de salud”.
Por otro lado, agrega, prohibir el uso de maíz genéticamente modificado implica el desabasto de alimentos humanos y pecuarios, así como en ingredientes básicos para la elaboración de cerveza, alimentos para la nutrición animal, bebidas y medicamentos.
“Es decir, con la prohibición de la importación de maíz OGM, en lugar de tener un importante insumo para una boyante y productiva industria, nos veríamos obligados a importar proteína animal de valor agregado, misma que hoy México, no solo produce, sino también exporta”, subraya.
Esta prohibición incrementará la demanda de sustitutos del maíz como el sorgo, el trigo, la cebada y el propio el maíz blanco, aumentando así los precios de estos cultivos, impactando la producción de pan, leche, huevo, jarabes y almidones, distorsionando los precios y productividad de la industria agroalimentaria, insistió el CNA.
La actual interpretación del decreto afecta la agroindustria porque es una prohibición drástica que limita la actividad agrícola, con consecuencias graves para todo el sector agropecuario.
Aseguró que el sector agropecuario permanece unido para cuidar sus intereses y seguirá buscando todas las vías legales y de dialogo necesarias para asegurar la productividad sustentable del campo mexicano, así como la autosuficiencia alimentaria de México.
Reiteró que en el caso del glifosato, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos lo han revisado extensivamente con enfoque científico y han concluido que es seguro para la salud humana y el medio ambiente.
