Desdeña Sader investigación nacional y privilegia organismos extranjeros
Mientras que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) compromete recursos por 150 millones de pesos (mdp) para el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) señalan que ellos para recibir recursos enfrentan “puras restricciones”, aunado a que este año se recortaron más de 104 millones de pesos (mdp) en el presupuesto de operación del organismo para 2021.
De acuerdo con integrantes del Sindicato Independiente de Investigadores del INIFAP (SIINIFAP) está tendencia se ha acentuado en la Sader y es desconcertante que en el gobierno de la Cuarta Transformación se siga dando preferencia a organismos extranjeros en detrimento de apoyar la investigación local y nacionalista, que ha hecho aportaciones relevantes al sector agropecuario y forestal, pero que enfrenta la inercia de gobiernos neoliberales que se caracterizaron por querer desmantelar las instituciones nacionales de investigación y apoyo al campo.
Puntualizaron que el acuerdo de colaboración Sader-CIMMYT esta “dirigido a conjuntar los recursos acciones para el fortalecimiento de la seguridad alimentaria en los Estados Unidos Mexicanos a través de la investigación y desarrollo, la generación de capacidades, el desarrollo de redes de innovación y la transferencia de tecnologías al campo para que los productores de sistemas de maíz trigo y cultivos asociados a los mismos obtengan, rendimientos altos y estables, aumenten sus ingresos y contribuyan a mitigar los efectos del cambio climático…”
Todas estas tareas, desarrollo de tecnologías y acompañamiento a los productores, las ha venido haciendo el propio INIFAP, aun con las limitaciones de personal, presupuestales, trabas y burocracias institucionales, expresa el investigador Ramón Garza García, del SIIINIFAP.
El documento referido señala que el CIMMYT generará y aportará productos para la instrumentación de la iniciativa Cultivos para México, donde plantean cinco líneas estratégicas que tiene que ver con vincular a productores con el mercado, con la finalidad de “buscar la autosuficiencia alimentaria de maíz, trigo y cultivos asociados”, a través del fortalecimiento e integración de la cadena de valor, mediante la colaboración entre sectores público, privado y social, fomentando la vinculación de productores al mercado.
“Aquí el problema es que durante décadas se han trasferido recursos a los organismos internacionales y estos no han contribuido a reducir la dependencia alimentaria de México en granos estratégicos como maíz, del cual se importan 16 millones de toneladas cada año, pero ni en trigo somos autosuficientes”, remarca Garza García.
Dentro de las líneas estratégicas del convenio Sader-CIMMYT se señala que en Maíz para México habrá un impulso a la adopción de semilla mejorada, “a través de investigación colaborativa en material genético y tecnología disponible para el desarrollo de híbridos con potencial de rendimiento y estabilidad y análisis de mejoramiento participativo de maíces nativos con enfoque en zonas rurales”.
Para la iniciativa Maíz y trigo para México, el convenio habla de la promoción de acciones para preservar la biodiversidad y los recursos genéticos, y en trigo el impulso a adopción de semilla mejorada, “…con mayor potencial de rendimiento y adaptabilidad al cambio climático con base en los requerimientos de la cadena de valor y en apoyo a la autosuficiencia de trigo en México”.
Ramón Garza llama la atención sobre el hecho de que prevalezca en el titular de la Sader, Víctor Villalobos Arámbula, la idea de apoyar organismos internacionales, que con los recursos públicos que han recibido en el tiempo no ha logrado reducir la dependencia del exterior ni mucho menos alcanzar la autosuficiencia en granos básicos como maíz y trigo. Y también es de hacer notar, que se reduzcan los apoyos al INIFAP, que es la principal institución nacional generadora de conocimiento y tecnología para el campo mexicano, y que desde 2004, cuando Vicente Fox intentó desaparecerla, se le ha estado desmantelando paulatinamente.
También anota que el convenio Sader-CIMMYT se firmó el 17 de diciembre del 2020 y se hace la entrega del recurso con un puenteo a través del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), que no tiene competencia para ello.