Ante las críticas reiteradas de organizaciones de la sociedad civil y expertos de que el medio ambiente no es una prioridad para el gobierno de la Cuarta Transformación, se hizo oficial que el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) se “diluirán” en otras dos dependencias.
Así, las atribuciones y funciones del INECC y su personal formarán parte de la estructura de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat); mientras que el IMTA se incorporará a la y la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
En un comunicado, la Semarnat justificó tal determinación, argumentando que: “el objetivo es eficientar la labor gubernamental para atender las causas de los problemas ambientales”, además de “utilizar los recursos públicos en objetivos claros, evitar la duplicidad de funciones y cerrar espacios a la corrupción, y así avanzar hacia la eficacia, legitimidad y eficiencia de la Administración Pública Federal”.
La dependencia indicó que la transformación y el fortalecimiento de las dependencias con alternativas que implican, “reformas administrativas profundas”. Tras un análisis minucioso –agrega– de su estructura interna y la de sus órganos desconcentrados y descentralizados se identificó la complementariedad de responsabilidades entre la Semarnat y el INECC, así como entre el IMTA y la Conagua.
En su comunicación, la Semarnat reconoce, “la falta de vinculación y coordinación entre las políticas públicas establecidas y las acciones diseñadas para su implementación”.
Por lo anterior, recalca. “se ha emprendido una reforma administrativa en la que las atribuciones y personal del INECC pasarán a formar parte de esta secretaría, y en el caso del IMTA y sus colaboradores se sumarán a la estructura de la Conagua. Con ello, se agrupan los esfuerzos, se consolida el conocimiento y se fortalecen las actividades encomendadas”.
La dependencia se comprometió a que, “se respetarán los derechos laborales de los trabajadores, y las oficinas, laboratorios y demás instalaciones de estos organismos no tendrán cambio alguno”.
Afirmó que, “avanza firmemente en la defensa de la naturaleza, la vida y el territorio, por ello reivindicamos la puesta en marcha de acciones climáticas reales a nivel territorial que nos permitan avanzar en la reducción de emisiones de efecto invernadero, en la generación y uso de energía, en el transporte, la agricultura, en el resguardo de los bosques y las selvas, en los procesos industriales y en la reducción de residuos, al tiempo que se construye una adecuada conservación y aprovechamiento de recursos hídricos, pesca, acuacultura, ecosistemas y biodiversidad”.